Ivana Ybars, Secretaria de Género y Desarrollo Comunitario del Municipio de Río Grande, expuso la preocupante situación de pobreza, especialmente infantil, y detalla los esfuerzos municipales para garantizar seguridad alimentaria y asistencia integral a las familias más vulnerables. Actualmente el área municipal asiste a unas 4.500 familias con el bolsón alimentario y a otras 2.800 familias en comedores comunitarios. Entre los apoyos complementarios está el cuidado de la salud.
Río Grande.- En diálogo con FM La Isla, la Secretaria de Género y Desarrollo Comunitario del Municipio de Río Grande, Ivana Ybars, describió la grave situación social en la ciudad.
En primer término se la consultó sobre números nacionales vinculados a la pobreza y a la situación que atraviesan muchas familias; un informe de la CELAC y otros datos vinculados a la UNICEF. Ambos números resultaron alarmantes en lo que tiene que ver con la pobreza en general por un lado y con la pobreza infantil por el otro.
“Está el informe que sacó la UNICEF sobre un millón y medio de niños se saltean comidas en el día y también sus padres para que ellos coman. Y la realidad es que acá en la ciudad de Río Grande estamos haciendo un esfuerzo muy grande para poder torcer este problema que es tan sensible que se refiere a la inseguridad alimentaria y fundamentalmente en las poblaciones más vulnerables”, aseveró la entrevistada.
En ese sentido detalló que “estamos hablando de infancia, estamos hablando de personas mayores que en los dos extremos de la vida siempre son los sectores más vulnerables. Como en el resto del país, detrás de cada niña, de cada niño, hay un padre y una madre que han perdido el trabajo, que están padeciendo la cuestión del desempleo, de la inflación, de la devaluación de la moneda, que golpea tan duramente y que se traduce en una menor calidad de vida”.
Agregó que “cuando nosotros estamos hablando de que las infancias no comen, ese es el problema más acuciante, pero también hay otros datos que indican que no se realizan controles médicos, controles odontológicos, y ahí nosotros, desde el Municipio de Río Grande, llegamos a todos de una u de otra manera”.
“Además cuando hablamos de políticas sociales y nosotros desde el Estado municipal tenemos ese convencimiento en que atraviesa el tema de la alimentación, atraviesa el tema de la salud, atraviesa el tema de la educación, así que la verdad que está golpeando muy duramente, como en todo el resto del país, lo que nosotros estamos haciendo es paliar esta situación a través de generar una mayor inversión social para garantizar la seguridad alimentaria de las familias”.
El Municipio asiste a más de 7.300 familias
La integrante del Gabinete municipal que además de los insumos para los bolsones, también van aparejado insumos que tienen que ver con la salud para asistencia médica primaria, también cuestiones que tienen que ver con la infancia en función a pañales y un cúmulo de cosas que no es tan sencillo de afrontar. “Nosotros tenemos hoy 4.500 familias que son acompañadas mediante el programa alimentario municipal y después tenemos otras 2.800 familias que estamos acompañando a través del programa de comedores comunitarios. Ese es un número inmenso, se está haciendo un esfuerzo para realizar esta inversión social, porque entendemos que si no tenemos la seguridad alimentaria, eso después se traduce también en mayores costos para ellos”, observó.
En ese sentido advirtió que si no se actúa en seguridad alimentaria, “se enferman más las infancias, porque se empiezan a encontrar enfermedades crónicas, y nosotros estamos trabajando en toda una serie de factores protectores para poder paliar esta situación. Y después, por ejemplo, el programa de salud visual, el programa de acompañamiento en el regreso a la escuela, donde garantizamos los controles médicos, todo eso es invertir desde el Estado en la comunidad. Asimismo también tenemos otras instancias en las cuales, porque apelamos también a una Río Grande, una ciudad que es muy solidaria, que se valora muchísimo el poder acompañar a las familias que están en una mayor situación de desventaja”.
Ivana Ybars detalló las acciones que llevan adelante desde una perspectiva solidaria con la población. “Por ejemplo llevamos adelante la campaña que hicimos de Más Mujeres, Más Comunidad, de Lazos para la Infancia, en el cual la comunidad y organizaciones de la sociedad civil nos pusimos de acuerdo y pudimos juntar un montón de elementos e insumos para que pudiéramos darle un apoyo mayor a las familias que tienen las infancias en el menor rango de edad, entre los cero y los tres años de edad, que necesitan de cosas urgentes todo el tiempo y que nunca alcanzan. Ahora, no es que se empiezan a producir, sino que además se agregan factores que van con la situación, que acompañan este escenario; por ejemplo, el regreso de hijos independizados a la casa de los padres, porque no pueden pagar el alquiler y demás”.
La funcionaria municipal reflejó que “cuando en la casa de los padres había una cuestión alimentaria precaria, ahora se agrega además aquel que regresa. La cuestión vinculada a la violencia de género que se produce, principalmente se agrava en situaciones de crisis, donde empieza a haber situaciones de violencia de género. Estadísticamente, además, crecen las denuncias, crecen las exposiciones. También es otro factor a atender. A eso hay que sumar que estas familias, ahora están agobiadas por el aumento de las tarifas y servicios”.
Recordó que en la última campaña del Programa Municipal de Salud Visual, “cuando hacemos las entregas de los lentes a las familias, aprovechamos esas instancias para charlar y a mí me han llegado a decir una familia en una casa del barrio Malvinas Argentinas (ex Chacra XIII), que le ha venido más de 50.000 pesos de luz. Hay que imaginarse que no sabe cómo hacer y tenían esta misma situación donde su hija se vino a vivir a la casa paterna, pero porque ya no podía sostener el alquiler. Tenemos personas que tienen redes, que pueden sostener esos alquileres a través de familiares o pueden regresar a la casa de sus familias, de su red de contención, y hay otras familias que no lo pueden hacer y entonces se ven realmente muy agobiadas”, lamentó.
“Ahí nosotros también tratamos de acompañar a través de la entrega de subsidios para aliviar otros costos y que las familias puedan destinar el dinero al alquiler, que realmente es uno de los problemas más agobiantes que tienen hoy las familias de la ciudad, junto con el valor de los alimentos. El valor de los alimentos, y nosotros lo vemos porque hacemos licitaciones de más de 250 millones de pesos para adquirir los alimentos para, por ejemplo, comedores comunitarios. Se da la doble situación, hay que destinar más dinero para la misma cantidad de alimentos, pero además crece la demanda de alimentos. La gente ahora ya elige entre segundas y terceras marcas, hay algunos alimentos que ya no consumen. También en estos informes se hace referencia a que cada vez comen menos carne y toman menos leche en las infancias. Realmente la situación es gravísima. Nosotros realmente esperamos que en algún momento esto pueda torcer el rumbo, porque las políticas que se están implementando a nivel nacional están impactando fuertemente en todo el país, y a nosotros por nuestra condición insular y de tanta lejanía con los centros urbanos, la verdad que nos está golpeando muy gravemente”.
Cero apoyo del Gobierno nacional
La Secretaria reveló que “desde el Estado nacional nosotros no estamos recibiendo absolutamente ningún tipo de aporte y eso se nota mucho. Antes, nosotros -a través de los aportes que nos hacía el Gobierno nacional- teníamos adquisición de alimentos por el programa ‘Argentina contra el Hambre’, teníamos la entrega de cochecitos, roperos, cunas en el marco del programa ‘Accionar Infancia a las Familias Más Vulnerables’, pudimos construir el segundo Centro Integral de la Mujer aquí en la ciudad, que fue el segundo en todo el país y que eso se construyó íntegramente con fondos que pudimos recibir de Nación a través del proyecto que nosotros generamos, y que hoy tiene un impacto tan grande en la atención que nosotros podemos darle a las mujeres y diversidades que, como decía, están atravesando situaciones de violencia que hoy se ven agravadas y multiplicadas”.
Agregó en este punto que “nosotros hoy contamos con ese espacio gracias justamente al apoyo de un gobierno nacional, porque las políticas que se tienen que federalizar, los ingresos que se tienen que federalizar en todo el país, tienen ese objetivo de dotar de mayor infraestructura, de mayores recursos a las ciudades que no están tan favorecidas geográficamente en nuestro país”.
Consultada si tienen relevamientos del tipo de necesidades sociales de la población y si las mismas están cuantificadas por tipo, la entrevistada confió que “se ha incrementado, no se ha modificado en cuanto a las demandas, porque generalmente nosotros hacemos el acompañamiento en las necesidades básicas que están vinculadas con la alimentación, pero sí ha crecido exponencialmente. Nosotros, en relación a enero-febrero de este año, se incrementó en un 150% la necesidad de asistencia que tienen las familias. Y, por ejemplo, yo ahora hablo de 4.500 familias, pero nosotros para la próxima compra ya estamos evaluando cómo vamos a proyectar ese incremento, porque la verdad que en las oficinas que tenemos en Luís Py, de Desarrollo Comunitario, todos los días cada vez viene más gente, y la verdad que yo lo que veo, y que lo hemos charlado con nuestras compañeras y nuestros compañeros, es que vienen con un mayor grado de angustia, la verdad que las familias y las personas que hoy están atravesando situaciones de vulnerabilidad están realmente con una carga de angustia muy grande, y eso la verdad que va a tener impactos, como decíamos recién, esto no solamente en lo alimentario, sino también el impacto que va a tener en la salud de la familia, en las relaciones interpersonales y en cómo se van a desarrollar los proyectos de vida de cada una de esas familias”.
Sentenció que “uno puede valorar eso en el sentido de cómo impacta en la familia, realmente es muy doloroso, y lo importante es que desde el municipio, el intendente Martín Pérez, la verdad que nos invita todos los días a que repensemos las estrategias de que seamos creativas, creativos, para poder desarrollar nuevos programas y nuevas formas de acompañar a las familias. Por ejemplo, también nosotros hacemos un refuerzo alimentario cada vez que se realiza un taller, un curso, una formación. Si las infancias van a hacer baile, por ejemplo, alguno de nuestros centros, nuestro CCM o nuestro Centro Municipal de Desarrollo Comunitario, ahí reciben un refuerzo alimentario, donde se hace una merienda. Siempre tratamos que por todos los medios, aliviar la carga; es decir, detrás de cada actividad hace un refuerzo alimentario”.
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