El eclipse anular de sol, el último del año, tenía a la Patagonia como escenario privilegiado y los fueguinos no quisieron perdérselo, a pesar del cielo que se presentaba nublado. Casi como un deseado regalo de la naturaleza, a último momento el cielo se abrió paso entre las nubes y los riograndenses pudieron tener su deslumbrante espectáculo.
Río Grande.- El eclipse anular de sol, el último del año, tenía a la Patagonia como escenario privilegiado y los fueguinos no quisieron perdérselo, a pesar del cielo que se presentaba nublado.
Casi como un deseado regalo de la naturaleza, a último momento el cielo se abrió paso entre las nubes y los riograndenses pudieron tener su imagen y disfrutar del espectáculo natural que ofrecían en su conjunción el Sol, la Luna y la Tierra.
El lugar elegido para observarlo, el museo Municipal Virginia Choquintel, que tenía todo preparado, gracias a su personal, el equipamiento tecnológico y el valioso aporte de los técnicos de la Estación Astronómica Río Grande (EARG).
En la previa, el investigador José Luís Hormaechea (exdirector y actual integrante del staff de la EARG) brindó una explicación técnica a las decenas de alumnos de colegios que concurrieron a deleitarse y aprender, para luego invitar a mirar el cielo desde el patio, con la obligada protección de anteojos especiales que repartieron los colaboradores del Museo.
Los más atrevidos se asomaban al display de la cámara montada por Roberto Tapia (fotógrafo y personal de la dirección de Cultura del Municipio) cuyas imágenes podemos compartir en esta nota y en las redes de radiofueguina.com.
Ni la baja temperatura, ni el viento, ni el cielo por momentos nublado, pudieron impedir gozar de un mágico momento que para los más pequeños –en especial- resultó inolvidable.
Fuente: ((La 97)) Radio Fueguina.
Chicos y grandes, reunidos por el museo Choquintel y fascinados con el eclipse solar.
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