Con un plan piloto que se extenderá por dos años, comenzará la tarea de erradicación del castor, como parte del objetivo de restauración de los ambientes fueguinos. Comprende “entre siete y nueve áreas” con distintas características, que van de la estepa al bosque privado en estancias. Se capacitará personal para la labor, que no sólo prevé la eliminación de la especie sino mediciones de suelo y recuperación del bosque.
El biólogo Erio Curto, director general de Áreas Protegidas y Biodiversidad del gobierno fueguino, dio a conocer el comienzo del plan piloto para erradicar el castor, que se llevará adelante en una serie de áreas representativas de la provincia, con el fin de restaurar ambientes fueguinos.
Río Grande.- El biólogo Erio Curto, director general de Áreas Protegidas y Biodiversidad del gobierno fueguino, dio a conocer por FM Del Pueblo el comienzo del plan piloto para erradicar el castor, que se llevará adelante en una serie de áreas representativas de la provincia, con el fin de restaurar ambientes fueguinos.
“Es parte de un proyecto de larga data. Hace años se viene trabajando en esto, para conseguir un financiamiento internacional para evaluar la posibilidad de restaurar los ambientes fueguinos, con la erradicación de esta especie exótica”, explicó el profesional.
Indicó que “han sido seleccionadas entre siete y nueve áreas demostrativas que abarcan prácticamente toda la provincia. Se buscó que haya condiciones de estepa, pasando por el ecozono al bosque cordillerano, y que estén representadas las situaciones de tenencia de la tierra: hay experiencias que se van a hacer dentro de reservas provinciales, dentro del parque nacional Tierra del Fuego y en estancias que son de propiedad privada”, dijo.
Advirtió que el castor “es una especie que genera un impacto importante, pero no es la única”, si bien en esta oportunidad se apunta a la erradicación para ver “si tenemos factibilidad de encarar la restauración dentro de estas áreas restringidas, que no son pequeñas, para evaluar cuánto esfuerzo demanda, cuántos fondos hay que destinar, y cuáles son las limitaciones logísticas que podemos enfrentar. Si este proyecto es exitoso, pensamos en ampliar la escala al resto de la superficie provincial”, adelantó.
Aclaró que las áreas privadas están al tanto del programa y “es algo en que se viene trabajando hace mucho tiempo. Tomó fuerza cuando hubo indicios de la presencia del castor cruzando el Estrecho de Magallanes, con la amenaza a los bosques continentales. Esto fue un motivo de alarma muy importante que hizo que se aceleraran los tiempos”.
Respecto del personal que estará a cargo de la tarea, dijo que hace tiempo se viene trabajando “con la formación de restauradores ambientales, porque no buscamos cazar castores sino restaurar el bosque fueguino. Por eso se van a medir un montón de indicadores de la calidad de suelo de los embalses, la cantidad de árboles que se recuperen, la capacidad de regeneración del bosque fueguino. Esto se hace a través de la eliminación de la especie pero el fin último es restaurar el bosque”.
Además el Director de Áreas Protegidas manifestó que un castor “puede cortar un árbol pequeño en horas y un árbol grande en días, hablamos de árboles de 100, 150 años de vida”, dijo, al tiempo que agregó que a “diferencia de lo que pasa en Canadá, donde los árboles vuelven a crecer, la lenga no rebrota, acá estos troncos delgados y grises, estáticos y con el agua al cuello, son los brazos en alto de los árboles que murieron ahogados cuando los castores alteraron la escena, o sea voltearon árboles de ribera, provocaron el desborde de los arroyos, inundaron todo”, sentenció.
Otras plagas en la mira
El biólogo expuso que se trata de una estrategia nacional, vinculada con distintas especies invasoras, que no son únicamente las que se ven en la isla. “La iniciativa con el tema del castor derivó en un programa de estrategia nacional de especies exóticas invasoras. Al mismo tiempo que se arranca con el castor, se atacan otras especies invasivas en la Argentina y esto va a servir para aprender en esta materia, porque no hay demasiadas experiencias al respecto”, observó.
Algunas especies que integran la estrategia nacional son “la ardilla de vientre rojo en la provincia de Buenos Aires; el ligustro en provincia de Jujuy, que es una planta invasora; el tamarisco en Mendoza; la rana toro en el centro de Argentina; el caracol gigante africano en la zona de Misiones y Corrientes; el didymo, que es un alga y lo tenemos también en un sector de la provincia y amenaza los cursos de agua”, detalló Curto.
Para el caso del didymo, “en este tramo inicial de la estrategia nacional solamente se integran tres provincias de la Patagonia pero también se trabaja coordinadamente con Tierra del Fuego. En esta primera etapa con didymo Tierra del Fuego no está presente, pero de manera indirecta estamos relacionados con el resto”, manifestó.
CADIC y la capacitación a cazadores
El funcionario señaló que en este proyecto de erradicación del castor “participa el CADIC, Parques Nacionales, varias instituciones, y la Secretaría de Ambiente es la contraparte provincial. Ya hemos tenido algunas capacitaciones este año”, dijo y hoy jueves inician “de manera formal un grupo de restauradores, a los cuales se les va a brindar información básica sobre las técnicas de captura. Luego se hará una selección y nos quedaremos con el grupo más capacitado, que llevará adelante el proyecto en las distintas áreas”.
“Este proyecto se va a desarrollar durante los próximos dos años y medio, y se evaluarán los resultados para ver la estrategia a futuro. Espero que podamos sacar mucha información y avanzar en una segunda etapa superadora”, confió.
“La recuperación del bosque va a requerir un plazo mucho mayor, pero en estos dos años y medio vamos a trabajar en las áreas demostrativas y veremos los resultados”, apuntó.
Para la reforestación en principio se va a medir la recuperación natural, pero también “se están viendo experiencias de recuperación en otros lugares a través del transplante de algunos ejemplares”, expresó.
El guanaco y los accidentes
Curto diferenció al guanaco de las especies invasoras, y no habrá acciones para combatirlo: “En breve estamos iniciando un nuevo censo de la población de guanacos y vamos a tener información actualizada sobre esta especie. No podemos equiparar una especie con la otra, porque una es exótica introducida y el guanaco es parte de este paisaje, que se ha modelado junto con el guanaco durante miles de años”, subrayó.
Ante la preocupación por los accidentes en ruta, al ser un animal que puede saltar alambrados, dijo que para evitarlos “debemos actuar como se hace en otras partes del mundo: bajar la velocidad en las rutas. Es una especie complicada para impedir que accedan a la cinta asfáltica y estamos pensando en algunas estrategias. Pero hay una relación directa entre la velocidad y el número de colisiones. Si se está alerta en la ruta y se baja la velocidad, la posibilidad de impacto es mucho menor. No hay forma de garantizar que un guanaco no vaya a cruzar la ruta”, concluyó.
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