Alika Kinan: “Me costó mucho llegar serena, coherente y con la cabeza bien puesta en la declaración”

Ayer continuó el proceso oral Federal de características semi públicas, en el cual se juzga la conducta delictiva de Pedro Montoya de 57 años, Ivana Claudia García de 38 y Lucy Campos Alberca de 32, los tres imputados del delito de Trata de personas con fines de explotación sexual. Por su parte, la mujer que pasó de ser víctima a querellante, Alika Kinan, hizo declaraciones y aseguró “pensaba que me iban a tirotear la puerta de mi casa y lo que me tirotearon fue la psiquis” relató respecto de los ataques que sufrió en los días previos al inicio del juicio.

“Es un juicio en el que se me va la vida porque pido justicia para mí y para las mujeres que hayan atravesado por lo mismo”, aseguró Alika Kinan.

Río Grande.- Alika Kinan, de 40 años, sobreviviente del delito de Trata de personas con fines de explotación sexual, en medio de la tercera jornada de juicio oral semipúblico, finalmente realizó declaraciones; en este caso al programa Tarde pero Seguro que se emite en Radio Del Pueblo de Río Grande.
Consultada acerca de los días previos al inicio de este juicio histórico, Kinan relató: “Me costó mucho llegar a esta instancia. Estuve siendo atacada durante varios días, en la previa al juicio. Pensaba que me iban a tirotear la puerta de mi casa y lo que me tirotearon fue la psiquis. Con la reaparición de personajes misóginos y violentos que estuvieron alguna vez en mi vida, con un video falso que nunca existió, con el daño hacia mi propia hija y mi familia, con amenazas continuas, me costó mucho llegar serena, coherente y con la cabeza muy bien puesta en la declaración”.
En este mismo sentido, la mujer indicó que los días de proceso “son jornadas intensas y extensas. También marcan el interés por parte del tribunal y los fiscales que están interviniendo en el juicio para poder llegar a buen puerto”, a la vez que entendió, por el modo en que los integrantes del Tribunal la trataron a lo largo de las cinco horas que significó su declaración, tienen “visión de género”.
De igual modo, agregó: “El tribunal fue muy amable conmigo, con los momentos en los que solicité agua, un poco de aire, incluso se hizo un receso en el relato. Creo que tienen una buena perspectiva de género, me dieron el tiempo suficiente para que pueda relatar lo que viví en los últimos 20 años de mi vida. Entiendo que para la sociedad es difícil de comprender cómo alguien pudo haber sido sometida durante 20 años y no haber dado señales o no haber hecho nada”, observó.
Asimismo, Kinan detalló que “fueron casi 5 horas en las que prácticamente no podía caminar. Estuve una semana aislada de mi familia desde que había empezado la ola de ataques, tratando de concentrarme con el apoyo de psicólogas de la oficina de Rescate y con custodios. Pero llegué y dije todo lo que tenía que decir”.
En relación a su declaración, y haciendo una muy breve reseña de lo que ocurría cuando era víctima, la mujer dijo: “en algún momento pensé que me estaban cuidando –refiriéndose a las mismas personas que ahora están siendo juzgadas- cuando en realidad cuidaban su mercancía, cuidaban el ganado” y continuó diciendo sobre su relato “fue intenso, fue doloroso abrirse delante de mucha gente a la que no conocía. Si bien se habían tomado todos los recaudos para que la declaración no sea violenta o invasiva, es abrirse delante de gente desconocida. Había policías que iban saliendo porque me imagino que no podían escuchar más, fue fuerte”, refirió.
Sobre el juicio concretamente, Alika aseguró: “es un juicio en el que se me va la vida porque pido justicia para mí y para las mujeres que hayan atravesado por lo mismo. Una siente un poco la reparación al momento que puede declarar y espera que se haga justicia. Tengo mucho apoyo psicológico. No me voy a dejar amedrentar. No los miro (a los imputados) porque no quiero que me produzca nada. Lo único que pido es la búsqueda de justicia y verdad, y que esto no vuelva a suceder nunca”.
En otro tramo de la entrevista, Kinan habla acerca de la demanda al Estado, y detalla minuciosamente, “me molesta cuando algunos sectores intentan capitalizar políticamente esto. No estoy demandando a autoridades actuales. Esto comenzó hace mucho tiempo y tuvo una continuidad, incluso pasando la ley de trata. Entonces no podemos apuntar a un funcionario municipal. Hubo mucha gente implicada. Yo apunto políticamente, que a partir de hoy, del día cero, cuáles son las medidas que vamos a tomar, de qué manera vamos a implementar políticas públicas para que haya una reparación colectiva a todas las mujeres. No se está apuntando a un Ejecutivo sino a una serie de malas gestiones que atentaron contra los derechos humanos de todas las mujeres”.
Independientemente de las diferentes opiniones respecto del monto por el cual Alika demando al Municipio de la ciudad de Ushuaia, cifra que ronda $2.300.3000, la querellante aseguró: “más allá de lo económico y la reparación personal que es justa y debe ser muy aplastante, dejando un mensaje a toda la sociedad que esto no va a volver a suceder, busco el compromiso político de todos los ejecutivos, a nivel local y nacional. Cuando quede sentado el precedente, cualquier mujer puede pedir reparaciones económicas de 6 ceros. Y si esto sirve para que se tomen las medidas y se reglamente la ley de trata, así debe ser. Lo que tengo dentro mío no vale 6 ceros, ni 9 ni 12”, dijo para concluir.