El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande aspira a poder trabajar en conjunto con el municipio, para sortear la crisis colaborando entre el sector público y el privado. Cuestionó que se plantee una tarifaria donde hay aumentos para “los que tienen más”, enfrentándolos a “los que tienen menos”, en función de la interdependencia que tienen. Tomando el aumento del costo de construcción, advirtió que afecta la inversión y la generación del empleo que necesita “el que tiene menos”. Para los automóviles, ve un doble ajuste, dado que al aumento de la tasa se suma la actualización del valor. “Si quieren aumentar la cantidad de impuestos cuando está bajando la actividad económica, están matando la gallina de los huevos de oro”, disparó.
Río Grande.- El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, Diego Navarro, dialogó por Radio Universidad 93.5 sobre el impacto de la nueva tarifaria municipal en el sector empresario. Aclaró que no asistió a la presentación esta semana porque se encontraba en la ciudad de Buenos Aires, pero sí participaron representantes de la institución.
Entre otras gestiones, informó que se ratificó el acuerdo con el Centro de Empleados de Comercio, referido al aumento salarial del segundo semestre. También participó de la comisión de diputados en la que se trata la modificación de las comisiones de las tarjetas de crédito, y consideró un avance que se plantee una reducción del 3 al 2 por ciento en las de crédito; y del 1,5 al 1 por ciento en las de débito. “Parece poco pero es mucho”, aseguró, dado que se trata de las comisiones que cobran las tarjetas a los comerciantes, independientemente de la financiación que luego ofrecen los bancos a sus clientes.
Lo fundamental es reactivar los niveles de consumo, sostuvo, ante el planteo de un plan Ahora 18, que espera sea mejor que el Ahora 12, porque “no era tan gratuito para el comerciante, que tenía costos financieros y no era que el estado se hacía cargo de todo. Espero que encuentren una nueva fórmula donde salgamos un poco de la patria financiera”, reclamó.
La patria financiera
Navarro cargó contra el modelo que incentiva la “patria financiera” y desalienta las inversiones, que ve nuevamente instalado en la gestión de Macri. “El año pasado en 2015, cuando asume el gobierno nacional, abrieron el cepo y automáticamente el dólar se fue a 16 pesos. Hoy no llega a ese valor, pero hubo tasas que se plantearon y operaciones por encima del 37 o el 38 por ciento. Esto nos preocupa, porque hablaron de pasar a ser el supermercado del mundo, de invertir en producción, de llegar a pobreza cero. En eso estamos todos de acuerdo y queremos ese cambio, pero la patria financiera no es el cambio, porque la gente pone la plata en el banco y no invierte para generar puestos de trabajo”, enfatizó.
“Ya vivimos varias veces este juego, en el 2001 con el retaceo de los fondos, la hiperinflación de Alfonsín. El que diga que va a haber una solución sin trabajo, esa solución no existe”, sentenció.
Dijo que desde el gobierno nacional esperan “que vengan las inversiones pero están viniendo exclusivamente los dólares, que los pasan a pesos y van al banco, con las tasas que hay. No hay actividad económica que sea rentable pagando tasas del 38 por ciento”, sostuvo.
Agregó que preocupan “estos anuncios tan fuertes de que el subrégimen industrial se acaba en 2023, Al decir esto, el que está pensando en invertir algo, se frena”.
Enfrentamiento social
Con respecto a la tarifaria puntualmente, Navarro dijo que “analizamos todo el paquete de medidas y del análisis surge que hay cuestiones que son sinceramente preocupantes. Puesto en práctica, no es únicamente cuánto se modifica la unidad fiscal, sino todas las variables con que uno se encuentra. El impuesto automotor se va a actualizar, a valores actuales de los vehículos y a su vez va a aumentar el porcentaje de la alícuota. En algunos casos el porcentaje es igual, pero en otros pasa del 2,5 al 3,5, que es el 1%: eso significa un 40% de aumento sobre la alícuota, más la actualización en la base tributaria”, aseveró.
Negó que los afectados sean “los que más tienen”. “Esto no es para pocos, porque el 95% de las familias de Río Grande tienen vehículo”, dijo, cuestionando que desde el discurso del estado se busque “enfrentar a la sociedad entre los que tienen menos y los que tienen más”.
Interdependencia
Tomó como ejemplo el aumento en derecho de construcción, donde se dice desde el municipio que la vivienda básica de 75 metros cuadrados no tendrá que pagar. “Me parece fantástico, pero no está bien que castiguen todas las otras actividades por encima de los 75 m2. Antes se pagaba un derecho de construcción de 1.800 ó 2.000 pesos por un galponcito de 500 m2. Hoy se va a pagar más de mil pesos por metro cuadrado de derecho de construcción, y un galpón básico arranca de los seis mil pesos por metro cuadrado de construcción. Esto incide porque ¿quién va a invertir?”, se preguntó.
“Sin actividad para generar puestos de trabajo, la gente no va a tener dinero para construir su vivienda de 75 m2. Esos que construyen más metros, hacen un esfuerzo de inversión que permite que otra gente tenga trabajo y recursos para hacer su vivienda. A mayor cantidad de actividad económica, de inversión, hay más cantidad de puestos de trabajo”, expresó Navarro.
“Quieren enfrentar a los que más tienen con los que menos tienen, y hoy hay una gran retracción de mercado. Es de conocimiento público por qué. Todo el mundo está retraído en inversiones en nuevos segmentos. Los estados que crecen y tienen un espiral virtuoso, generan políticas para generar más actividad económica. Eso no es mala palabra, porque traen beneficios, como más puestos de trabajo y vida digna a la población, y a la parte estatal le generan más cantidad de impuestos. Pero si quieren aumentar la cantidad de impuestos cuando está bajando la actividad económica, están matando la gallina de los huevos de oro”, alertó.
Recordó que “quien genera el dinero para sostener los presupuestos del estado, son los privados, porque ningún estado genera plata per se”.
Ventas en caída
Al aumento de la presión tributaria, se suma la caída en las ventas, que no frena. Navarro dio a conocer un derrumbe del 35 por ciento en algunos rubros, y en otros llega hasta el 50 por ciento.
“Hay rubros que lo están pasando muy mal. En restaurantes, confiterías, se nota el parate. También en rubros importantes, inclusive en los supermercados han bajado las ventas, y que bajen en los supermercados es tremendo”, dijo.
Diferenció la medición de la caída en cantidad de productos o en dinero y sostuvo que “hay caídas del 15% en dinero que, calculando la inflación, están por debajo del 50%”.
Estado voraz
Por otra parte, cargó contra el gobierno nacional que cuestiona la falta de competitividad local. “El Estado nacional, con este anuncio de que no somos competitivos con ciertos productos, dice que por eso va a abrir la importación, pero el estado debe saber que no somos competitivos por culpa del propio estado, porque los costos laborales de Argentina no tienen nada que ver con la región”, indicó.
“No hablo del costo salarial, sino del costo laboral comparado con Chile, con Paraguay y toda la región. Estamos muy lejos”, insistió, y sumó la carga impositiva del IVA.
“Que el Estado se pregunte si no somos ineficientes por culpa del propio estado, porque los vehículos tienen un impuesto del 52 por ciento y eso no pasa en la región. ¿Cómo hacemos para ser rentables?”, planteó en este contexto.
Además, dio cuenta de las particularidades en Tierra del Fuego y la Patagonia en general. “Por un puesto de trabajo en nuestro convenio mercantil, pagamos un 60% de cargas al estado, más el esfuerzo en el costo salarial, que no discutimos porque nos tenemos que hacer cargo de la realidad que tenemos. Pero el estado nos cobra más por pagarle un salario mejor a nuestra gente. Esto se ha planteado en todos los ámbitos y ninguno quiere escuchar. Y esto no le pasa a Tierra del Fuego nada más, sino a toda la Patagonia, donde para generar un puesto de trabajo tenemos que pagar mucho más que en otra parte del país”, aseveró.
Necesidad de unir
Finalmente Navarro dijo que espera conversar con el Ejecutivo municipal porque “queremos ser parte de una unidad de instituciones públicas y privadas. Hemos pasado momentos muy delicados en Tierra del Fuego y nos hemos sentado para ver cómo colaborar entre todos. El Estado municipal es de todos los habitantes y no estamos en contra de que le vaya bien, pero no queremos que sufra ningún sector y ningún habitante. Tenemos que poner inteligencia. Es necesario ver los números del estado municipal para adecuar las medidas y que se contemple a toda la sociedad”, concluyó.
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