El dirigente de la UOCRA Julio Ramírez comenzó el año con mejores perspectivas que el 2016, que calificó de “catastrófico”. Espera la pronta reactivación de la obra del gasoducto y el inicio de la construcción de viviendas en margen sur. También habría importante mano de obra en una nueva planta petrolera que encara Total. Aunque haya reactivación, siguen las dudas sobre la continuidad, por la demora en el pago de certificados y reconocimiento de mayores costos de parte del gobierno nacional.
Río Grande.- El secretario general de la UOCRA se refirió con más optimismo que el año pasado a las perspectivas del 2017 en materia de obra pública.
Por Radio Universidad 93.5, luego de un balance negativo a raíz de la paralización del primer año de gobierno de Mauricio Macri, dijo que encara el año con esperanza de reactivación pero con dudas sobre nuevas paralizaciones de continuar la demora en el libramiento de pagos de certificaciones.
“Terminamos un 2016 catastrófico y empezamos el 2017 con algunos trabajos que vamos a empezar a realizar esta semana. Está viniendo la empresa CONINSA para seguir con la red del gasoducto que falta y son unos cuantos puestos de trabajo”, dijo.
Recordó que “la empresa reclamaba unos pagos extras al gobierno, lo querían dolarizar y el gobierno pagaba en pesos. Fue el problema que hubo y por eso se atrasó todo”.
En este caso estima empezar “esta semana” a trabajar con la empresa. Explicó que la obra por realizar es “un caño que sale de Punta María, hay una planta pasando Tolhuin, cerca del paso Garibaldi y faltan cuatro o cinco meses para terminar. Falta un montón para llegar al Garibaldi y lleva tiempo, porque hay que subir montaña, hay piedras. Falta lo más difícil, pero empezamos tarde, porque se tendría que haber hecho de noviembre a febrero. Ahora creo que vamos a tener que laburar con el frío y el invierno, que empeora la situación”, advirtió.
Sobre la mano de obra por ocupar, aclaró que “la empresa no va a tomar gente nueva, son unas 15 personas menos de las que tenía antes, que eran 120. Ahora andaremos en unas cien personas, más los especializados. La gente que ya estuvo trabajando va a volver a entrar en la misma empresa”, señaló.
Además, dijo que son trabajadores de Río Grande, que son trasladados a Tolhuin. “Es la misma gente que estaba, porque continúa el trabajo que estaban haciendo”, reiteró.
Esperando la capacitación
Por otra parte, cifró expectativas en lograr capacitación para soldaduras de precisión, que las empresas locales reclaman. “Algunas empresas le dan una mano a los compañeros que empiezan a soldar. Lo que pasa es que las empresas no quieren perder tiempo y pagar honorarios por todo eso. Hace rato venimos hablando con Nación y con el gobierno, y en algún momento se va a dar la posibilidad de conseguir un espacio físico y las máquinas soldadoras, para empezar a capacitar a los compañeros”, confió.
Hoy el principal problema es el espacio físico “y lo necesitamos, pero me parece que vamos a ir a buen puerto con el gobierno. Hay que esperar y esto lleva tiempo”, señaló, con señales que le permitirían anticipar que este invierno tal vez se pueda ofrecer esta capacitación.
La gran obra de Total
La principal empleadora en materia de construcción es Total, que lanzó la licitación para su nueva planta, con grandes chances de que sea adjudicataria la empresa Astra Evangelista.
“Hay un 70 u 80 por ciento que es la obra de la Total y puede llegar a ser la empresa Astra Evangelista. También había licitado Techint y había también una empresa española que estaba por venir. Eran cuatro empresas, pero hasta ahora creo Total va a tirar más para el mejor número, que lo ofreció Astra Evangelista”, dijo Ramírez.
“Hay que ver si está la capacidad para hacer la obra. Es importante, porque es una planta nueva que va a llevar dos o tres años, con unos 400 compañeros empleados. Si eso se da, vamos a andar muy bien. Esperemos que se adjudique pronto”, deseó.
La obra se realiza “a unos 170 kilómetros de la ciudad de Río Grande. La gente se tiene que quedar a dormir allá y bajar los fines de semana. Pero es muy buen trabajo y pagan muy bien”.
Estimó que “más del 50% del personal va a ser de Tierra del Fuego”, sobre todo ocupado en tareas de “ayudantes, para obras civiles que llevan hormigón, y es gente de Río Grande”.
Viviendas por comenzar
También se mostró optimista por el plan de viviendas que comienza este mes en margen sur. “Hay dos empresas y van a hacer 54 viviendas cada una. Hay una mano de obra importante también, aunque a medida que la obra va avanzando, se va achicando la gente”, dijo.
Las demoras de pago
Respecto de las demoras de nación para reconocer los mayores costos y pagar certificados, espera que no se repitan las experiencias de 2016. “Ojalá que los certificados se paguen sin problemas. Con el gasoducto no fue así y la obra se paró porque a la empresa no le pagaban. El viceministro de Nación tendría que haber pagado esa obra, pero no pagaba”, cuestionó.
Apuntó que “esta semana tendría que estar el anticipo financiero para que empiecen a trabajar a fin de mes” en esta obra.
“Uno espera que esto mejore, pero hasta ahora sigue igual. Tenemos paritarias en marzo o abril, y si se abre una paritaria con un 25 ó un 30 por ciento más, a las empresas no le reconocen ese porcentaje. A lo sumo les reconocen un 9 ó 10 por ciento y se lo pagan en 120 meses. La empresa así no puede aguantar”, manifestó.
No obstante reconoció que la situación de los obreros de la construcción en Tierra del Fuego es “mucho mejor que Santa Cruz, que está en situación crítica, sobre todo en Piedrabuena donde hay unos tres mil puestos de trabajo involucrados. Hablé con el secretario general de Santa Cruz y le pedí si podía tomar unos 20 ó 30 compañeros de Tierra del Fuego. Dijo que si la obra empieza no va a haber problema”, indicó, ante la posibilidad de reubicar trabajadores locales si se reactivan los trabajos en la provincia vecina.
Inversiones chinas
Caducado el convenio chino, Ramírez fue consultado respecto de si cree que se dará alguna inversión. En principio aseguró que el adelanto “se lo gastaron” durante la gestión Ríos, pero cree que “los chinos no se van a quedar con las manos en los bolsillos y van a querer hacer algo. En algún momento eso se va a reflotar. Si es para bien, que vengan y hagan la obra”, sostuvo.
Edificios en Río Grande
Por otra parte, vio con agrado el proyecto de construcción de tres nuevas torres en la ciudad, que sumarían once en total. “Para la UOCRA es positivo porque tenemos mano de obra. Es importante por el crecimiento y va a tener más valor la ciudad. Para nosotros nos sirve”, dijo.
Caminos parados
Finalmente se lo consultó sobre las obras viales, que siguen paralizadas. “Hablé con el ministro hace una semana, que todavía es secretario”, dijo del responsable de obras públicas, que asumiría la cartera en marzo, cuando cumpla con el requisito de antigüedad.
“Las obras viales en las rutas complementarias están paradas. Están viendo qué se hizo, qué falta y qué plata pagaron, para poder seguir. Había algo de la ruta de la frontera, empezó la empresa Canga a hacer movimiento de suelo y quedó en la nada. Están viendo si se puede seguir esa obra. Los chilenos vienen avanzando una barbaridad y nosotros ni tapamos los pozos que tenemos”, comparó.
“Creo que esa obra se va a hacer, averigüé y me dijeron que la obra está en estudio”, aseguró Ramírez.
En síntesis, manifestó que “si empiezan los trabajos de viviendas, del gasoducto, arrancamos bien. Vamos a ver hasta cuándo dura. La empresa ya dijo que, donde no cobre el segundo certificado, va a parar la obra”, concluyó.
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