El senador Julio Catalán Magni planteó un diagnóstico totalmente negativo frente al rumbo de la gestión Macri y no ve salida en el corto plazo. No duda de que se va a plebiscitar la gestión en todo el país y espera que la ciudadanía se exprese en las urnas, para que la dirigencia nacional entienda que la gente no puede ser variable de ajuste. “Se creen dueños de una empresa y no se dan cuenta de que son empleados calificados”, dijo. Dentro del espacio que lidera Florencio Randazzo, aspira a construir una alternativa de gobierno y mencionó a Sergio Massa entre los convocados a participar. El objetivo es la provincia de Buenos Aires, para construir desde allí la propuesta para 2019.
Río Grande.- El senador Julio Catalán Magni aportó su diagnóstico del rumbo del gobierno, en absoluto auspicioso, y anticipó un castigo en las urnas en las elecciones de octubre, desde todos los puntos del país.
Por FM Del Pueblo, sostuvo que “día a día se ha ido diluyendo el discurso de Macri y de Cambiemos, primero en la etapa electoral, porque arrancó con una vara tan alta como la pobreza cero, hasta la promesa de llegada de inversiones, los brotes verdes, y ahora en esta última etapa del viaje a China, el Presidente hace alusión que la elección de octubre podría reafirmar o no la posibilidad de inversiones”.
“La situación es mucho más compleja y esta metodología de gestión de Cambiemos no la ve. Se manejan en un grupo empresarial donde no ven la realidad. No hay conciencia del lugar que ocupan ni de la responsabilidad que tienen”, cuestionó.
“La elección de octubre va a plebiscitar sin ninguna duda la gestión nacional en cada una de las provincias, y ojalá que el pueblo esté en la misma línea que uno cree. Hemos hecho todo como espacio político para estar a la altura y tratar de que nuestro pueblo esté lo más alejado de la variable de ajuste que intenta llevar adelante el macrismo. Estamos claramente diferenciados con esta gestión y veremos si el pueblo en octubre realmente lo ve de la misma manera y le da a nuestro espacio político la posibilidad de tener una opción”, deseó.
Recordó que “el Presidente dijo que en octubre se plebiscitaba volver al populismo o hacer una transformación profunda, pero yo creo que no es ni tanto ni tan poco. Nuestra gestión no ha sido populista. Debemos hacernos cargo de muchas cosas que se hicieron mal, pero hubo muchas cosas que se hicieron bien. Como espacio electoral tenemos que ser una alternativa que permita no dirimir sobre blanco y negro, que es lo que está planteando el Ejecutivo”.
De semestre en semestre
Ante las promesas de reactivación que se repiten desde el año pasado, con el primer semestre, luego el segundo, y ahora con posterioridad a octubre, el senador manifestó que “más allá de lo que vino diciendo en este año y medio el gobierno de Macri, hay una sola realidad, que la vivimos todos, fundamentalmente el trabajador, si tiene el privilegio de tener empleo, y ve cómo se le ha licuado el salario. La metodología de gestión ha perjudicado permanentemente al trabajador y todo lo que se había logrado. Ellos han quedado presos de un discurso y la realidad es completamente diferente. Claramente no hay ninguna posibilidad de que la Argentina se ponga en marcha en el corto plazo, con un nivel inflacionario tan alto, un poder adquisitivo devaluado, un mercado interno golpeado, una región no competitiva, un valor de dólar no competitivo y un déficit del estado muy alto, que este gobierno incrementó más”, afirmó.
“El nivel de endeudamiento es preocupante y complica un gran porcentaje del PBI. Es irresponsable la generación de endeudamiento para sostener el déficit y este gobierno lo ha hecho. En toda esta ecuación, no hay nada a la vista que indique que la economía vaya a funcionar en el corto tiempo. Hay que hacer un cambio profundo, que va de la mano de medidas económicas, pero fundamentalmente de un compromiso social. Hay que arrancar sin generar una división, como está haciendo el gobierno, ni poner al sindicalismo fracturado, al empresariado de un lugar y la gente del otro de la realidad”, planteó.
Consideró que desde el inicio de la gestión “se debió conformar una mesa con un compromiso político, sindical y empresarial. Este gobierno tuvo la oportunidad de hacerlo y no lo hizo, y creo que su propia soberbia los puso en el lugar en que están”, fustigó.
“Hay que trabajar en conjunto medidas integrales que permitan empezar a descomprimir esta situación de desempleo, de déficit y de falta de competitividad del mercado interno en nuestro país. Venimos en una andanada decadente y llega un punto en que el discurso se termina. Nosotros hacíamos todo mal, y seguramente debe haber una autocrítica, pero la gente estaba diferente”, comparó.
Puntualizó sobre tres aspectos en los que no debió avanzar nunca el macrismo: “Había tres cosas que no se podían modificar, que era sostener el mercado interno, sostener la competitividad de nuestros productos, y evaluar muy bien a la hora de quitar retenciones de qué manera se compensa esa falta de ingresos. La decisión política de que se avance sobre algunos temas fue del gobierno nacional. Se tiene a la gente como variable de ajuste, como una ecuación económica. El gobierno tiene como algo cotidiano que, si el número no cierra, hay que ajustar, no importa qué, cómo ni a quién. Hay una falta de sensibilidad social y ha sido una constante en la gestión de este gobierno”, expuso.
Provincia dependiente
Consultado sobre el interés usurario que cobra el gobierno nacional por los adelantos de coparticipación que solicita la provincia, y si lo ve operar como una financiera, coincidió con esta visión y lamentó la dependencia actual. “Nosotros no tenemos opción porque más del 98% del presupuesto está comprometido en gastos corrientes. No hay ninguna posibilidad de que la provincia funcione si el gobierno nacional no ayuda, más allá de la situación que se heredó”, dijo.
“Nos gustaría administrarnos con nuestros propios recursos, pero no nos queda opción. Excepto San Luis, todas las provincias están en la misma situación. Nadie está de acuerdo con el interés, pero el gobierno lo maneja de esta manera y no hay otra opción; de lo contrario, la situación es más compleja porque no se puede cumplir con los salarios ni lograr que la provincia funcione”, sostuvo.
La posibilidad de limitar este cobro de intereses con alguna herramienta legal quedó descartada. “El gobierno de Cambiemos nunca respetó la independencia de poderes. En la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri gobernó por decreto. Acá comenzó con la designación de jueces por decreto, la decisión de destinar recursos por decreto a la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Todos coincidimos en el diagnóstico, pero no podemos obviar el actor que tenemos enfrente y la forma en que se maneja, con la falta de sensibilidad y lo poco que le interesa el pueblo”, acusó.
“Nadie está de acuerdo con esta metodología, pero necesitamos pagar los sueldos y que la provincia funcione. Ellos fueron elegidos por la mayoría del pueblo de la Argentina y, más allá de que coincidamos en el diagnóstico, como eje de gestión de la provincia tenemos la decisión de no perjudicar al pueblo de la provincia”, argumentó, a favor de la decisión de la gobernadora de recurrir a esta asistencia nacional.
Golpe en las urnas
El senador avizoró que “seguramente por la irresponsabilidad de estos funcionarios van a tener un castigo muy fuerte de la sociedad”, en las próximas elecciones, y además anticipó “muchas caminatas por la escalera de tribunales”, previendo causas en contra de los funcionarios.
“Están llevando adelante una gestión sin el mínimo respeto a la independencia de poderes. Se creen que son dueños de una empresa y no se dan cuenta de que son empleados públicos calificados”, disparó.
La renovación con Randazzo
Finalmente, el senador se refirió al proyecto que encabeza Florencio Randazzo, con un fuerte anclaje peronista, y destacó que “siempre tuvimos una visión constructiva, responsable, de compromiso con el ciudadano. En nuestro espacio hay un anclaje peronista pero muchas formas de abordar de gestión. Es conocido el respeto a la palabra de Randazzo y, en esta etapa de renovación, Florencio es una alternativa. Estamos trabajando para ordenar la provincia de Buenos Aires, que es la mitad de la Argentina y el gran ordenador del país, y que a partir de ahí ese derrame en 2019 nos permita pensar en una Argentina diferente, con compromisos claros de gestión y siempre teniendo en cuenta que la gente no puede ser variable de ajuste”.
“Sin duda Florencio va a ser candidato a senador -aseguró-, que es donde se va a discutir la política fuerte de la Argentina y de nuestro espacio político en el futuro. Las PASO van a ser el gran ordenador, por eso convocamos a Massa y a todos los que creen que pueden ser una opción dentro de nuestro espacio político, para que formen parte de esta alternativa y podamos discutir el 13 de agosto quién representa mejor a la mayoría”, dijo de la invitación al Frente Renovador a sumarse.
Ante la observación sobre las encuestas que no favorecen a Randazzo, dijo descreer de estas mediciones “porque se han politizado demasiado. Cada encuestadora tiene un interés oculto detrás, y ya pasó en la elección de Donald Trump y del presidente Macri, porque ninguna encuesta los daba ganadores”.
En cuanto al candidato por la provincia, indicó que “hace más de dos meses le dije a la gobernadora que la persona que ocupe el lugar en las PASO tiene que estar comprometido con la gestión y mirando al futuro. En la elección anterior creímos que habíamos armado un escenario responsable, con los municipios, los concejales, los legisladores; pero, exceptuando los legisladores, los senadores y obviamente el Ejecutivo, tuvimos los mayores obstáculos dentro de nuestro propio espacio político. A partir de ahí tiene que haber una depuración en las urnas”, sentenció.
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