El programa de sustitución de importaciones con insumos del continente, fabricados por pymes nucleadas en CADIEEL, no presenta buenas perspectivas. Desde la Cámara alertaron sobre “el silencio del Ministerio de Producción”, ante el reclamo por los procesos que no se ponen en marcha y la abrupta caída del único que había iniciado, con la fabricación de equipos de aire acondicionado. La política importadora del gobierno nacional haría peligrar una inversión de 300 millones en equipamiento y puestos de trabajo en el continente, para proveer de insumos a la industria fueguina.
Río Grande.- La Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas -CADIEEL- emitió un comunicado el pasado 24 de marzo, donde expresó la “profunda preocupación” ante la “indefinición” por parte del Ministerio de Producción para llevar adelante los procesos de sustitución de importaciones en las terminales fueguinas.
Expresaron que hay pymes afectadas, que “ven un horizonte muy oscuro”, por el cierre de líneas de producción y la caída de pedidos desde la isla.
De ocho procesos productivos que avanzaban en la incorporación gradual de insumos fabricados en Argentina a la industria fueguina, sólo está vigente el de los equipos de aire acondicionado, pero los pedidos se redujeron a la mitad desde el inicio de la gestión Macri.
Son 20 pymes que habían calificado como proveedoras, más otras cien que integran las cadenas de valor, y muchos puestos de trabajo en riesgo, por la reconversión de la fabricación nacional a la política importadora.
Desde la Cámara remarcaron que además “se pierde una oportunidad de apropiación tecnológica e innovación” que permitiría que las pequeñas y medianas industrias “mejoren sus procesos y ganen en competitividad externa”.
Por Radio Nacional Ushuaia, la titular del grupo sustitución e importaciones de CADIEEL, Paola Weber, hizo referencia al gran esfuerzo realizado para integrar la isla con el continente, y la decepción porque ahora los planes no se ponen en marcha.
“Nosotros estamos muy preocupados, porque más de veinte pymes hicieron una inversión muy grande, de 300 millones de pesos. Hay un silencio muy grande del Ministerio de Producción en cuanto a la sustitución de celulares, que es el proceso que tendría que haberse puesto en marcha en 2015. Es un proceso en el cual todas las empresas invirtieron y el silencio del Ministerio de Producción nos alarma muchísimo a todos”, sostuvo.
“CADIEEL está tras este tema porque todas las empresas están esperando una definición. El único proceso que hoy está en marcha es el de aire acondicionado, la resolución es del año 2013 y tuvo una caída en 2016 y 2017 del 50%”, afirmó.
Se le preguntó si esta caída es por disminución de consumo o porque las empresas fueguinas volvieron a comprar insumos importados: “Tenemos dudas y no sabemos qué pasó. Sabemos que hubo una caída importante en 2016 pero también entendemos que fue demasiada la caída de equipos y en 2017 debería haber otras condiciones. Creo que puede faltar control de lo que es el régimen”, barajó, dado que esta sustitución implica beneficios para las empresas, que podrían estar siendo apropiados.
Calidad certificada
Frente a algunos argumentos de las terminales fueguinas respecto de que los componentes del continente no cumplen requisitos de calidad exigidos por las marcas, Weber aseguró que no son válidos: “Siempre se dio esta discusión, pero puedo asegurar que las empresas que invirtieron y estuvieron en esta sustitución fueron habilitadas por empresas coreanas que tienen estándares de calidad que hay que cumplir. Los procesos fueron auditados y la calidad es tan buena o mejor que los insumos importados”, dijo.
Se inclinó más a pensar en el fenómeno importador, que se viene acrecentando con la quita de aranceles: “Nosotros necesitamos una respuesta y es lo que reclamamos al Ministerio de Producción. No tenemos contacto con la provincia y estamos esperando una respuesta por el proceso de equipos de aire acondicionado, para que nos contesten qué está pasando con esta caída que hemos sufrido; pedimos también que nos contesten cuándo va a comenzar el proceso de celulares, porque están todas las empresas ansiosas y esperando, con la gente que han tomado y el equipamiento e inversiones que han hecho. Sobre los otros procesos productivos, que son notebooks, netbooks, audio, video, videocámaras, microondas, hornos eléctricos y tablets, hay un silencio total y nunca fueron encarados”, subrayó.
Sin aranceles de importación para la informática, estos procesos se estarían descartando porque la producción nacional casi ha desaparecido, y los fabricantes se volvieron importadores. No obstante, Weber espera una respuesta oficial sobre este tema. “Como cámara tenemos que dar una respuesta a nuestros socios sobre lo que pasa con lo que está en marcha. Las empresas hicieron inversiones y tomaron mano de obra, y nosotros somos responsables de la comunicación con el gobierno”, sostuvo.
Inversiones paralizadas
“La mayoría de estas pymes están en provincia de Buenos Aires y también hay en el interior. El proceso requiere distintas cantidades por año y tiene que estar cubierta. Hay que cumplir con las producciones que exigen por año, entonces se debe tener el equipamiento y el personal. Todas las empresas fueron auditadas por el INTI y dio el visto bueno con el equipamiento y la cantidad de gente que corroboraron, para poder producir para la industria de Tierra del Fuego. Todas cumplieron los requisitos y estamos a la espera”, dijo Weber sobre la situación de estas pymes y la mano de obra que depende de ellas.
“Lo más alarmante son los celulares, porque desde 2015 está la resolución y hay un silencio total. Nos preguntamos si las empresas radicadas en Tierra del Fuego están tomando el beneficio fiscal, porque las resoluciones salen porque hay un beneficio fiscal que las empresas pueden tomar. Nos preguntamos si lo están tomando, si hay un control y necesitamos esa respuesta”, insistió.
“Hemos pedido audiencia y el silencio para nosotros no es bueno. Hay una desilusión muy grande frente a esto, porque cuando salieron estos procesos, el Ministerio de Producción nos pidió que como Cámara ayudáramos a las pymes a instalarse y a crear todo un clima de confianza. Ayudamos a buscar proveedores de insumos donde no había fabricación nacional, y el productor invirtió desde cero, se capacitó, trajo gente. Hoy no tienen respuesta”, cuestionó.
“Nosotros como cámara de fabricantes nacionales tratamos todos los días que haya más puestos de trabajo y más producción nacional. Siempre tuvimos muy buena comunicación con el gobierno y en este momento no sé cuál es la razón de este silencio”, concluyó, admitiendo que la sensación es que, lo que viene frente a este silencio, no son buenas noticias.
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