Celulares, televisores y equipos de aire acondicionado vienen padeciendo la baja en las órdenes de compra de cadenas de retail. Por el menor dinamismo, el mercado laboral se achicó un tercio en un año. Empresas apuestan a un avance en las negociaciones con el Gobierno para mejorar la productividad.
Río Grande.- El mercado de la electrónica está padeciendo una situación ambivalente en la Argentina. Sucede que si bien las ventas minoristas en el mercado interno están mostrando los primeros síntomas de recuperación, la realidad es que este impulso todavía no está sintiéndose en la producción.
Las plantas fueguinas son responsables de abastecer más del 90% del mercado de televisores, equipos de aire acondicionado y celulares. Por eso lo que suceda con la demanda es vital para estas compañías, que vienen de recibir un revés cuando el Gobierno decidió eliminar los aranceles de importación a las tablets y notebooks para bajar precios.
Esta medida no fue inocua: en la isla llegaron a producirse más de 1 millón de equipos por año, lo que representó cerca del 30% de share.
Ahora, con esa unidad de negocios totalmente desactivada, las plantas del sur enfrentan otro duro desafío: sobrellevar un 2017 que, hasta ahora, sólo arroja números en rojo.
Esto, en un contexto en el que, además, se ve demorado el arranque de la mesa de competitividad sectorial, similar a la que el Gobierno ya implementó con otras industrias, tales como automotriz, construcción, textil y hasta petrolera, y que tiene por objetivo bajar costos y mejorar los niveles de productividad.
Sin embargo, la principal urgencia que tiene hoy esta rama de actividad está vinculada con la caída de las órdenes de compra por parte de los principales retailers.
Por eso, cuanto más demore en llegar el «efecto derrame» al polo electrónico emplazado en esa provincia austral, más se deteriorarán los indicadores de producción y empleo.
El subibaja de la demanda
Al analizar el tablero de juego, los empresarios observan hoy dos mercados «partidos» al medio: el minorista, que empieza a recuperarse, y el mayorista, que está demorando en recibir ese impulso.
Según datos de la consultora especializada en consumo GfK, durante el primer cuatrimestre el mercado de productos electrónicos y de artículos del hogar, experimentó un incremento del 13% en volúmenes en las cadenas de retail.
Al analizar al interior de cada categoría se observa que:
-Los argentinos compraron un 13% más de televisores (en unidades) que en igual lapso de 2016.
-Las compras minoristas de equipos de aire acondicionado, en tanto, treparon un 3,5% (también en volúmenes).
-Mientras que la comercialización de smartphones a través de estos comercios subió un 34%, medido en cantidades.
Sin embargo, este creciente dinamismo todavía no trajo aparejado un rebote en las órdenes que los retailers hacen a los fabricantes fueguinos.
Por el contrario, tanto los despachos a los centros de consumo como los niveles de producción registran números en rojo. En algunos casos, las tasas de variación muestran derrumbes preocupantes.
Según datos provistos por Afarte, la cámara que nuclea a firmas que operan en el polo fueguino, las categorías que hacen al corazón del negocio cerraron el primer cuatrimestre con caídas:
-Televisores: la producción acumula una baja interanual del 6% en volúmenes.
-Celulares: la contracción ascendió al 8%.
-Equipos de aire acondicionado: empresas alertan que el desplome superó el 40%.
La caída de la producción responde a los menores despachos desde la isla hacia los canales de venta minorista, según se desprende de datos oficiales a los que accedió iProfesional.
Sucede que los despachos mayoristas realizados por las empresas fueguinas a las cadenas de retail figuran como operaciones de importación, ya que el polo electrónico está enmarcado en un régimen especial.
En este sentido, los registros de Aduana son contundentes y reflejan claramente el achicamiento de la facturación que están sufriendo las principales marcas de electrónica en la Argentina:
En el caso de celulares:
-Entre enero y abril de 2016 ingresaron al circuito comercial 3,6 millones de equipos por un valor (previo pago de impuestos) de u$s683 millones.
-Este año, en cambio, se despacharon 2,8 millones de teléfonos, lo que representó un derrumbe del 22%, mientras que en divisas el negocio se achicó casi u$s250 millones (baja del 36%).
En el caso de los televisores LED la torta a repartir entre los grandes players del mercado argentino también sufrió una contracción:
-En 2016 habían ingresado al circuito de consumo casi 970.000 equipos. Este año, en cambio, apenas entraron 780.000, lo que implicó un desplome del 20%.
-Medido en dólares, mientras que en el período previo este volumen de LED equivalió a u$s272 millones, la «factura» a pagar se redujo a u$s214 millones (-21%).
«Las ventas minoristas se están moviendo en sentido positivo pero esto todavía no está alcanzando para hacer traccionar a la industria», afirma el gerente comercial de una de las principales marcas instaladas en la isla.
Esto, tal como sucede con los televisores, está vinculado con que «había un importante nivel de sobrestock en el canal comercial y, hasta que no se vaya limpiando, entonces van a pasar unos meses hasta que la demanda de los consumidores se traduzca en más producción».
El experto agrega además que las tasas de crecimiento de las ventas que se observan este año «están tomando como comparación lo que ocurría a comienzos de 2016, cuando el consumo era bajo, tras la devaluación que propició el Gobierno».
En este contexto, Federico Hellemeyer, presidente de Afarte, asegura que es clave que, de ahora en más, la demanda minorista de artículos electrónicos gane dinamismo.
«Hoy, nuestro principal problema es que el nivel de gasto de las familias sigue estando controlado. Notamos una actitud conservadora», recalca.
Temor por la pérdida de empleo
Tras la decisión del Gobierno de terminar con el proyecto de contar con notebooks y tablets con sello argentino, en Tierra del Fuego debieron desmontarse todas las líneas dedicadas a esa unidad de negocios.
Si bien no era el principal core de la isla y parte del personal afectado pudo ser relocalizado, igualmente terminaron perdiéndose puestos de trabajo, dado que la isla llegó a abastecer el 30% de la demanda doméstica de portátiles, con cerca de 1,3 millón de equipos.
En este contexto, según Afarte, el empleo industrial electrónico en la isla hoy alcanza a unas 7.000 personas, cuando en igual lapso de 2016 el polo daba trabajo a más de 10.000.
«Se ha producido una caída del 30% en los niveles de empleo», alerta Hellemeyer.
El plan «achique de costos», demorado
En momentos en que el Gobierno está saliendo a tejer acuerdos con diferentes sectores empresarios y con gremios, para las firmas radicadas en el polo fueguino establecer una mesa de competitividad como la que se logró para Vaca Muerta o actividades como la construcción y el rubro automotor, es de vital importancia.
Sin embargo, la negociación viene demorada. Sucede que, por estas horas, las compañías están en plena discusión de paritarias con la UOM Tierra del Fuego, que puede extenderse durante lo que resta de junio.
«La idea es, apenas culmine, podamos retomar el diálogo por la competitividad con todas las partes: con el Gobierno nacional, el provincial y los gremios», detalla Hellemeyer.
Para las empresas que están radicadas en la isla fueguina, este espacio de negociación es clave porque supone la continuidad del diálogo con el Ejecutivo, luego de que la cartera que conduce Cabrera decidiera desincentivar la fabricación de computadoras en el sur.
Fuentes muy cercanas a la negociación detallaron a iProfesional que el acuerdo, en el que se viene trabajando desde hace comienzos de año tiene como objetivos principales:
1. Reducir el costo laboral
Uno de los principales problemas del sector es el índice de ausentismo y las horas improductivas. Por eso, se comenzaron a discutir variables que hacen al costo laboral.
La tasa de ausentismo ocupa un lugar central: en la isla, hoy llega al 12%, un nivel que las firmas consideran demasiado elevado. El objetivo es reducirlo a menos de la mitad. Concretamente, a un 5%.
Además, según supo iProfesional, se busca revisar otro capítulo sensible: reducir la proporción de delegados por número de empleados.
En off, un empresario asegura que el problema de la conflictividad gremial ha ido en aumento en los últimos años, “especialmente en Río Grande, donde la situación es más difícil que en Ushuaia”.
En paralelo, se busca introducir un concepto que, con matices, se logró incorporar al plan de Vaca Muerta: una mayor productividad.
En este caso, se está negociando una meta de cantidad de unidades fabricadas por hora, de modo de reforzar la eficiencia de las líneas de montaje.
2. Facilitar importaciones
Para estas empresas, el manejo del stock es crítico y un problema de inventario se traduce en pérdidas. Por eso las mejoras en la facilitación del comercio es una pata fundamental.
Para ello, la idea es trabajar en la implementación de una ventanilla única de comercio exterior, por lo que en este capítulo buscan dialogar con técnicos de AFIP, Aduana y hasta del Banco Central.
3. Incorporar nuevos productos
El objetivo es que las plantas fueguinas se lancen a fabricar bienes de otras ramas de actividad, diversificando así el “menú” de ese polo.
Esta propuesta la llevó en las últimas reuniones el gobierno de Tierra del Fuego, comandado por Rosana Bertone, con el apoyo de empresas y el visto bueno de los sindicatos.
La idea -que deberá estudiar el Ministerio de Cabrera- es lograr una reapertura del régimen de promoción industrial, amparado en la ley 19.640 y sus normas complementarias, para incorporar nuevos sectores.
Una de las cuestiones centrales que deberá discutirse e es la posibilidad de abrir el espectro de empresas y permitir que nuevas compañías se instalen en el polo y se beneficien con las ventajas impositivas y aduaneras.
4. Luchar contra el contrabando
Es el gran flagelo que sufren las empresas del sector.
Desde AFARTE alertan que, en base a las estadísticas de los primeros cinco meses, este año se prevé que el mercado negro de celulares alcance los 3 millones de aparatos.
Esto implica un salto de 500.000 unidades con respecto a 2016.
Los empresarios destacan que los controles en puertos han mejorado mucho, pero que todavía hay serios problemas en la frontera con Paraguay.
Directivos ya llevaron una propuesta concreta en uno de los últimos encuentros: plantearon que las plataformas de comercio electrónico sean “responsables solidarios” sobre la venta ilegal.
“Eso incrementaría el nivel de control y reduciría enormemente la mercadería de contrabando que hoy se ve por la web”, acota la fuente consultada.
Como se ve, la agenda es muy ambiciosa. Sin embargo, el acuerdo viene demorado.
En el corto plazo, lo urgente para los empresarios es que levante más el consumo. Pero a largo, saben que es fundamental contar con un plan estratégico que les permita bajar costos y ganar en eficiencia.
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