Así lo aseveró el propietario del aserradero Guaraní, quién afirmó que “no hemos cerrado todavía por una actitud de renegado”. Remarcó estar trabajando con “mucho menos del mínimo del personal necesario para que el aserradero funcione mínimamente”. Resaltó que la “situación viene siendo crítica desde hace seis o siete años”. También pidió al gobierno que no haga la “vista gorda ante el trabajo en negro y al desmonte de los bosques por muy pocas personas que le hacen mal a la economía de la isla, y genera una competencia desleal”. Además subrayó que la “situación no se soluciona con la venta de veinte escritorios a diferentes dependencias provinciales”. Asimismo indicó que “supieron tener 30 personas trabajando, 30 familias con bienestar, y hoy lamentablemente estamos a punto de cerrar”.
Río Grande.- Ante la crítica situación que vive el país en materia económica, el no comienzo de la reconversión productiva en la provincia, el tardío apoyo de parte del gobierno provincial para potenciar y fortalecer la actividad maderera de la zona centro de Tierra del Fuego, el cierre del aserradero “Don Castro”, ahora el dueño del aserradero Guaraní José Fregossini aseveró que la situación es muy crítica, y que no se encuentran muy lejos de cerrar.
Por FM del Sur afirmó que la situación es “realmente critica, esta cuestión de los muebles, donde se hizo el acuerdo con el gobierno de la provincia para poder surtir de muebles a las diferentes direcciones del estado provincial no es suficiente, la realidad es realmente critica, y si bien nuestra empresa no cerró todavía, no paró, se debe a una actitud de renegado, de no querer rendirse y cerrar las puertas definitivamente”.
En tal sentido mantuvo que “estoy trabajando con mucho menos del mínimo del personal que necesito para que el aserradero funcione mínimamente, estamos trabajando con tres personas solamente, los cuales son integrantes de mi familia, o sea tengo tres empleados, con lo cual no alcanzo para arrancar una máquina, de forma que esto no alcanza para que el aserradero funcione ocho horas por día”, dijo, al tiempo que agregó que el “hecho de no haber cerrado las puertas todavía es ponerse en tozudo, retobado, y no querer cerrar, aunque la situación que estamos pasando da para eso, a pesar de que esto no es nuevo, sino que tiene ya varios años”, indicó.
Asimismo manifestó que “el mercado a nivel general viene en franco declive, todo esto llegó a un punto que ya no hay otra solución, y forma de seguir llevándolo adelante como es el caso de Castro que anunció que cierra sus puertas, nosotros no estamos muy lejos tampoco, y hay muchos colegas que están en la misma situación”, sostuvo.
Puntualizó que está crisis que estamos viviendo se debe a que tiene mucho que “ver la situación del país a nivel general, la situación del mercado, clientes nuestros de toda la vida en el norte que tenían entre cinco y seis carpinterías entre Santa Fe y Buenos Aires, hoy están trabajando con una sola, lo cual genera que ellos tienen una demanda mucho menor de madera hacia nosotros, debido a que nuestros clientes se vieron obligados a reducir su producción, y personal”.
Fregossini recordó las palabras de Castro, quien había señalado que si “la gente no tiene para comer, menos va a tener para comprar muebles”, dijo, al tiempo que agregó que la “lenga es una madera que se debería utilizar principalmente para la producción de muebles finos, pero gran parte de nuestra producción, particularmente hablando del aserradero Guaraní, se destina a la producción de muebles finos, por lo tanto esta clase de productos son uno de los primeros que sufren su caída al momento de una crisis como la que estamos viviendo”, resaltó.
También remarcó la falta de políticas hacia el “sector maderero, es una materia pendiente, a pesar de que últimamente se ve una preocupación por el sector productivo a nivel general, es relativamente nuevo, independientemente del problema que tenemos nosotros”.
“Hace varios años que esto viene en franca decadencia”
El empresario maderero aseveró que “hace varios años que se viene en franca decadencia, lo que hubo hace un par de años atrás fue un resurgir, o un resurgimiento semi explosivo de la producción de pallets, a raíz de una resolución que hubo que facilitaba o abarataba un poco la obtención de materia prima para ese fin, y encarecía muchísimo la obtención de materia prima de árboles para otros cursos, entonces esto, sumado al buen momento que tuvo la industria electrónica, hizo que en Tolhuin surgieran algunos productores de pallets, que algunos aserraderos que producían algunos productos que hacemos nosotros se hayan volcado a esto, y con eso se pudieron mantener hasta ahora, pero no fue que hubo un repunte de la economía maderera, realmente hace ya varios años, entre seis y siete años que esto viene decayendo”, certificó.
Competencia desleal
Por otro lado se refirió a la existencia de una competencia desleal en la venta de lenga no regulada señalando que “existe, si bien el invierno lo aplaca bastante, dado que las condiciones en las que trabajan son bastantes magras, están a la intemperie trabajando en el monte, no pueden hacer frente a la temporada invernal, mientras que a nosotros nos cuesta muchísimo teniendo las máquinas, y teniendo todas las instalaciones correspondientes, por lo cual esperan que pase el invierno, y en el verano comienzan de vuelta”.
Por tal motivo fue crítico respecto de la “falta de políticas y de acciones que mantengan a las empresas que hace muchos años que trabajan, y que vienen invirtiendo seriamente en la producción de madera, no hacer la vista gorda cuando aparece dos, o tres, o diez personas a tumbar montes donde se le parezca, eso hace mucha mella en el mercado interno de la isla, en lo que respecta a la madera para la construcción es bastante nocivo para esta clase de mercado”.
“La situación no se soluciona con la compra de veinte escritorios”
Refiriéndose a la relación que se generó con el estado provincial a partir del convenio firmado, Fregossini dijo que la “idea fue buena, pero el momento ya paso, llegó tarde, quizás un poco antes hubiera tenido otro resultado, y hubiera sido mucho más aprovechable el proyecto de los muebles en particular, en este momento no tenemos un problema de disponibilidad de dinero, no tenemos simplemente un problema de falta de demanda de productos, es decir que a esta altura del partido tenemos serios problemas financieros, serios problemas fiscales, tenemos deudas en todas las dependencias del Estado, deudas de servicio, mientras que hace dos meses atrás tenia graves problemas con la AFIP y con mis empleados, por lo cual tuve que vender máquinas, bienes particulares para poder indemnizar a la gente como corresponde, además de hacer frente ante la AFIP por las deudas de las cargas sociales, o sea a esta altura la situación es bastante complicada, no se soluciona simplemente con la compra de veinte escritorios, no es esa la solución, es una ayuda, sirve, pero la solución debe de ser mucho más integral”, reflexionó el empresario maderero.
“30 familias complicadas”
Recordó que su empresa tenía trabajando a más de “30 personas, lo que significaba más de 30 familias, si tomamos ese número en función de los demás aserraderos de Tolhuin de la misma envergadura que la nuestra, verdaderamente son muchas las familias que se encuentran en una situación penosa”, dijo, señalando que son personas “capaces, de mucha voluntad, pero es un golpe duro a la economía de la ciudad, y nos toca mucho”.
En relación a la cuestión social, manifestó que “es muy importante, las personas se habitúan a su trabajo, nos encariñamos con nuestro trabajo, y tener que dejarlo de un día para el otro de manera obligada es muy duro, y no es grato para nada”.
“Más de un año sin mover los precios”
Finalmente Fregossini subrayó que más allá de la “inflación que hubo este último año, nosotros hace más de un año que no movemos los precios, eso comparado con la inflación, con el aumento de los costos de producción, comparado con las tasas que tuvimos que pagar, definitivamente esto es rebajar los precios”, concluyó el empresario maderero de Tolhuin.
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