El proyecto estaría poniéndose en marcha en un año y medio. Así lo estimó el ingeniero Sebastián Andino, integrante del equipo técnico de la Cooperativa Eléctrica de Río Grande, quien ponderó este tipo de energía alternativa para mitigar el calentamiento global y coadyuvar a la economía. La actual generación se alimenta a gas, combustible que está dolarizado y paga IVA. “Hablamos de que un 10 por ciento de la generación del año pasaría a ser eólica”, destacó el especialista en una entrevista a Radio Universidad.
Río Grande.- El ingeniero Sebastián Andino, integrante del equipo técnico de la Cooperativa Eléctrica de Río Grande, fue entrevistado por el programa ‘Dos Preguntan’ que se emite por Radio Universidad (93.5 MHZ) donde explicó los detalles técnicos del proyecto del parque eólico de Río Grande.
“Acá tenemos un parque generador bien armado, de hecho debo confesar que cuando llegué acá fue toda una sorpresa porque el nivel es bastante mejor de lo que yo me hubiera imaginado”, destacó el ingeniero.
En ese sentido precisó que “nosotros estamos trabajando con turbinas de gas aeroderivadas para la generación de base. Decimos aeroderivadas porque son turbinas de avión adaptadas para la generación eléctrica y es ahí donde encajo para trabajar con este equipo”, compartió Andino quien es justamente ingeniero Aeronáutico familiarizado con estos turbofan.
“Hay muchísima similitud en lo que yo trabajaba en Aerolíneas Argentinas con lo que estoy haciendo acá; hay mucha compatibilidad”, recalcó al respecto.
Sobre ambas turbinas, el entrevistado recordó que “están funcionando las 24 horas del día; son dos turbinas LM 2500 que son de General Electric, una es un modelo base que se llama y que tiene una potencia máxima de veinte megavatios y la otra es una que está repotenciada con una obra que se hizo en su momento, oportunidad que se la modificó para obtener un poco más de potencia y puede generar entre 28 y 29 megavatios. Las dos funcionan con gas natural”.
Observó que Tierra del Fuego tiene una particularidad y es que no está interconectada “y las tres ciudades, Río Grande, Tolhuin y Ushuaia, funcionan cada una con una red aislada porque ni siquiera tenemos un interconectado provincial y a su vez, aislada del continente. Esto hace que cada ciudad dependa de su generación, lo cual hace que se de una situación bastante compleja porque es un costo muy alto y un nivel de responsabilidad –a nivel técnico y demás- muy grande. En el interconectado se para una máquina y entra otra a reemplazarla, entonces no hay ningún problema. En cambio acá, se para una máquina y se corta la luz, eso es lo que hace la diferencia”, contrastó el ingeniero Andino.
Asimismo, recordó que “en el continente, las redes interconectadas se gestionan de distinta manera en sus transacciones energéticas y demás”.
El parque eólico fueguino
El ingeniero Andino resaltó que el proyecto de generación eólica “es muy importante para Río Grande y para la provincia también; es un parque eólico de seis megavatios generados por tres aerogeneradores de dos megavatios cada uno y va a estar ubicado en la zona del Cabo Domingo, pasando la curva hacia la izquierda. Es una zona muy buena porque hay un terreno enorme y sumamente llano”.
Agregó que “los generadores estarán ubicados en línea recta, van a estar todos ‘mirando’ hacia el Oeste desde donde tenemos los vientos casi permanentes y a una distancia de 350 metros cada uno y a unos 350 metros también, desde la ruta 3. Es una franja de un kilómetro y sería el primer parque eólico fueguino”.
Valoró que “lo bueno de este terreno es que es mucho más grande de lo que nosotros realmente vamos a utilizar por lo que el parque tiene un potencial de expansión importante y se pueden incorporar más molinos y previendo que también se puede interconectar en el futuro, tanto con el continente como a nivel provincial”.
Asimismo destacó que “el parque eólico hoy está pensado para la demanda energética que tiene actualmente la ciudad. Si quiere ampliar, hay que hacerlo en función de que esa demanda crezca”.
Andino reconoció que el parque eólico es un proyecto que viene de un trabajo anterior que la Cooperativa Eléctrica venía desarrollando junto a la Universidad de Tierra del Fuego -UNTDF-. “Hace dos años, en 2015 la Cooperativa presentó el mapa eólico -el mapa de vientos de la provincia- tomados en distintos punto y a partir de ese mapa se obtuvieron valores muy buenos, que demuestran que en la zona hay un potencial eólico muy importante, principalmente en la zona del Cabo Domingo donde estará finalmente instalado el parque. Esta medición se hizo con rigor científico y nos valores altos de viento y con poca turbulencia; son vientos constantes, por muchas horas en el año”.
De esta manera recalcó que “los vientos son óptimos, es un número bastante bueno que se obtiene de la constancia de los vientos a lo largo del año, nosotros tenemos registradas más de 5 mil horas al año con vientos favorables para generación y es un porcentaje muy bueno”.
Recordó que para estas mediciones “se colocaron torres en distintos puntos de Norte a Sur, torres que siguen tomando mediciones del viento en dos alturas distintas –a 30 y a 60 metros- y no solo miden la velocidad, sino también la intensidad, la dirección y las turbulencias de las corrientes de aire. Nosotros utilizamos las mediciones del primer año para el proyecto, sumado a otros datos estadísticos de estaciones meteorológicas que ya existían se hizo el análisis, se utilizaron programas de cálculo específicos por parte de la Universidad y es ahí que nos dio este mapa de potencia del viento y de ahí es que pudimos saber cuáles son las zonas con mejores y peores potenciales”.
Observó que “la turbulencia es un factor fundamental que incide negativamente en la generación eólica; acá los vientos son bastante fuertes y nos dio un promedio anual de diez metro por segundo que equivalen a 36 kilómetros por hora el promedio anual y nos dio más de cinco mil horas al año por encima de esos valores; es decir, que de ocho mil horas al año, cinco mil tienen buenos vientos para generar energía eólica”.
Molinos de cien metros de altura
Sobre las características de los tres aerogeneradores, destacó el ingeniero que “son de grandes dimensiones y de gran potencia; desde el suelo hasta la punta de la pala estamos hablando de cien metros de altura. Son los aerogeneradores que se usan hoy en todos los parques modernos de grandes potencias”, subrayó.
Según Andino, “el mapa de vientos lo que hizo fue confirmar la presunción que teníamos de que los vientos son muy buenos para generación eléctrica, pero esto no basta y por ello era muy importante mensurarlo, saber de qué valores hablamos, saber qué tan turbulento es este viento, qué dirección tiene, y el mapa permitió determinar dentro lo que es Tierra del Fuego, cuáles son las mejores y peores ubicaciones para un parque eólico, lo que finalmente se decantó por la zona del Cabo Domingo, que es en resumen el lugar más apropiado porque es una zona limpia donde no hay árboles ni construcciones y eso favorece mucho. Pero además es propicio por la cercanía a la red de media tensión de la ciudad”.
Parte de esas tierras pertenecen a la Misión Salesiana y Andino entendió que se podría hacer un convenio de uso y recordó que este tipo de parques eólicos “tiene aerogeneradores que son bastante amigables, y salvo sectores específicos el área sigue siendo utilizable para otros fines”.
Sobre la producción eléctrica, el especialista explicó que “una cosa es la potencia; en el horario de menor consumo, que es por la madrugada, se estaría insertando estos seis megavatios que sería el 20 por ciento de la actual generación y en el momento de máximo consumo, sería de un 10 por ciento. Esos números no son caprichosos ni aleatorios, sino que surge de un análisis eléctrico de estabilidad; es decir, hablamos de que un 10 por ciento de la generación del año pasaría a ser eólica”.
Agregó que “si las redes están preparadas, es la cantidad justa de energía que se puede insertar y es por eso que no se habla de un parque mucho más grande, porque no podríamos insertar toda esa energía en la red”.
No obstante, el ingeniero Andino recordó que “la construcción del parque eólico incluye una obra eléctrica en la cual hay que hacer una extensión de la línea de 33 kilovolts para que esa energía justamente llegue a una estación y se ingrese a la red, además para que no haya pérdidas técnicas. Son once kilómetros de líneas las que se van a hacer desde una subestación nueva que tiene la Cooperativa Eléctrica -ubicada en el barrio Las Barrancas- hasta el parque eólico, ahí hay que hacer un tendido, salvo ese tramo, estaría todo complementado”.
Andino estimó que este parque “estaría funcionando dentro de un año a un año y medio; la amortización de la obra ronda entre los ocho a los diez años” y observó que “el precio del gas es alto y la alimentación de los generadores pagamos el gas en boca de pozo; es decir, no es el gas residencial que la gente ve en las facturas y que puede ser bajo. Además de pagar el precio de gas en boca de pozo, también tiene otros gastos muy importantes como la distribución, el transporte; además es un precio en dólares que sube y además, los hidrocarburos pagan IVA. El precio del gas es significativo y va a seguir siéndolo aún más”.
Admitió que todavía no tienen los aerogeneradores ni establecida su procedencia. “Lo que sí tenemos, son las especificaciones técnicas y hay varios proveedores que la cumplen; hay algunos nacionales y hay algunos extranjeros, por lo cual aún no está definido el proveedor del equipo, puede que adquiramos nacional y extranjeros. Lo que primero se hace es un análisis técnico. Los aerogeneradores tienen una curva de potencia que el fabricante ya establece como capacidad de energía en función de la cantidad de viento y para ello se insertan los datos en una simulación de cálculo -con los datos de vientos que tenemos nosotros- y allí se compara cuál aerogenerador se comporta mejor con los vientos de acá”.
Un fueguino nacido y criado en Río Grande
El ingeniero Sebastián Andino nació en Río Grande en 1983; estudió en el CIERG, al cumplir 18 años se fue al norte del país a estudiar Ingeniería Aeronáutica en la Universidad Nacional de La Plata; al egresar trabajó en Ingeniería de Operaciones en Aerolíneas Argentinas y por este motivo vivió cuatro años en Buenos Aires. “Tuve la suerte de viajar a los Estados Unidos donde recibí diversas capacitaciones”, confió.
“Al riograndense siempre le tira volver a la tierra de uno, además es otra vida la de Buenos Aires; acá puedo volcar todo lo que aprendí con la gente Río Grande”, agregó.
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