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Como uno de los integrantes de la junta electoral municipal Guillermo Worman advirtió que la composición del Concejo Deliberante de Ushuaia colisiona con la carta orgánica. Claramente dispone un reparto equitativo de representación por género, pero esta vez habrá siete hombres. Consideró “posible” una adecuación a futuro, con una fórmula que combine preferencias y cupo de género.

3-07-2015 Río Grande.- Guillermo Worman, integrante de la junta electoral municipal, fue consultado ayer en el programa Buscando el Equilibrio, de Radio Universidad, sobre la eliminación en la práctica del cupo femenino en el Concejo Deliberante de Ushuaia, que estará integrado por siete varones.
La carta orgánica dispone un cupo mayor que el nacional, del 30%, avanzando al 50% de integración por género de las listas, pero en estas elecciones el género femenino quedó eliminado. “Es una contradicción lo que sucedió en el conteo de preferencias, porque tenemos un sistema de elección de concejales por lo cual uno elige la lista de un partido pero además tiene la posibilidad de alterar el orden de los candidatos. Acá elegimos con una cruz a los candidatos al Concejo Deliberante, dentro del partido que más nos gusta”, explicó.
Dijo que en el escrutinio “surgieron dos alteraciones: en el caso del FPV, Juan Carlos Pino estaba en quinto lugar y desplazó a Noelia Trentino que estaba en el segundo. Ahí perdimos a una de las mujeres que teníamos previstas; y en el caso de Gastón Ayala, que estaba en sexto lugar, desplazó a Carolina Cao, que estaba segunda de esa lista. El resto de los partidos ingresaron un concejal y encabezaba un hombre la lista”, detalló.
“Lo que terminó sucediendo es que por primera vez van a ser siete los hombres que van a ocupar las bancas”, señaló.

Letra muerta

Worman admitió que este escenario por venir en el deliberativo de la capital fueguina “es una contradicción con la carta orgánica, que dispone que al momento de la presentación de la lista, las mujeres deben tener el 50% de la representación. Las listas estuvieron encabezadas todas por varones y, si las preferencias no hubieran alterado el orden, hubiéramos tenido cinco varones y dos mujeres”, observó.
Aun así no quedaba cumplido el cupo del 50%, una conformación que tampoco se da en el Concejo actual. No obstante, no se había llegado a este extremo: “Por primera vez tenemos siete hombres y esto ha generado un debate fuerte en la ciudad, sobre todo de mujeres que tienen determinado nivel de representación social y política, que cuestionan un Concejo integrado totalmente por varones”, expuso sobre la puerta que se abre a una adecuación a las normas, que respete una larga lucha nacional por la participación de la mujer en todos los espacios.
Worman consideró que esta adecuación es posible por la vía de la reglamentación y “podríamos tener unas preferencias y alternar los más preferidos varones con las más preferidas mujeres. Esto podría ser una fórmula de preferencia más cupo, pero tenemos una fórmula de preferencia sin cupo y por eso sucede esto”, explicó.
“Obviamente entiendo que debe revisarse este sistema y realizar los cambios necesarios para garantizar, por lo menos, un 30 ó 33% de participación de las mujeres”, manifestó, a fin de respetar a la vez la ley nacional.

Una buena elección

En términos generales del desarrollo de los comicios, el saldo fue positivo. “Nuevamente tuvimos una elección donde no se sospechó de fraude electoral y eso genera seguridad institucional y mayor distensión al momento de llevar adelante una contienda. Hemos tenido una competencia electoral muy tranquila, y no pasó de situaciones que históricamente se repiten, como el robo de boletas”, señaló.
“Oficialmente no hubo impugnaciones a ninguno de los procedimientos y nuevamente podemos decir que el sistema electoral es confiable”, sostuvo tras la tarea realizada.
“El aspecto más positivo fue la implementación del doble cuarto oscuro con el biombo, porque se tardó mucho menos tiempo que en años anteriores; la incorporación de las cajas tuvo una gran aceptación en muchas mesas, aunque en otras fue percibida como un obstáculo”, apuntó sobre un sector minoritario.
Respecto del voto en blanco, realmente lo consideró un problema sobre el que “no hay una explicación, frente a la cantidad de opciones”.
En parte, puede deberse a “un divorcio entre representantes y representados, porque una enorme cantidad de electores decidió no optar por ninguna de las fuerzas”, pero además consideró “una locura tener tamaña cantidad de partidos políticos”.
“No puede haber tantas fuerzas, y además la división termina siendo funcional a los partidos mayoritarios, porque el FPV con el 16% se lleva la mayoría de las bancas”, citó como ejemplo para el caso de la composición del Concejo de Ushuaia.
“Mucha fragmentación termina generando un resultado inverso, de mucha concentración”, subrayó, siendo Tolhuin el caso paradigmático en esta elección, con los cinco concejales del oficialismo.