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La gobernadora Rosana Bertone firmó este miércoles un acuerdo con la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) para construir su sede gremial, y con la Asociación de Taximetristas Unidos de Río Grande (ATURG), para la construcción de un SUM.

Las empresas a cargo de las obras son Canga y Wagner, respectivamente, y comprenden una superficie de 260 metros cuadrados en el caso de la APA y poco más de 717 m2 para la ATURG.

Río Grande.- Las empresas a cargo de las obras son Canga y Wagner, respectivamente, y comprenden una superficie de 260 metros cuadrados en el caso de la APA y poco más de 717 m2 para la ATURG.
Durante el acto, la mandataria hizo un raconto de los pasos que se fueron dando a lo largo de diez años hasta hoy, que se concretó un viejo anhelo de ambas instituciones.
Recordó que fue el ex presidente Néstor Kirchner quien en un viaje a Río Grande, se comprometió a dar respuesta al requerimiento del personal aeronáutico y de los taxistas.
Desde entonces se llevaron adelante distintas gestiones que por diversos obstáculos burocráticos se fueron dilatando, a tal punto que los expedientes debieron recomenzar de cero en cinco oportunidades.
Por tal motivo, Bertone agradeció la confianza que ambas instituciones depositaron en su gestión, porque «en diez años, otros se hubieran dedicado a sacarme pancartas o a escribirme por las redes y siempre he sentido el acompañamiento» de los representantes de APA y ATURG.
La Gobernadora destacó que las dos obras -que estimó demandarán un año- se afrontaron con fondos provinciales, debido que “transferimos 120 millones al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) para complementar este tipo de situaciones”.
Elogió también la labor del secretario general del Personal Aeronáutico, Edgardo Llanos, «quien se encargó de gestionar y de hablar por los dos expedientes. Siempre se mostró muy afable, accesible y dispuesto a acompañarme en estas gestiones».
En cuanto a las obras, puso de relieve que «van a ser algo preciado para la comunidad, no solo para los asociados. Hay muy pocas instituciones que tienen espacios para prestar a la comunidad. Es impresionante la cantidad de solicitud de espacios para reuniones», recalcó.
Tras agradecer a las autoridades del IPV y a sus trabajadores, señaló que desde su gestión se le está dando vital importancia «a la obra pública, que en Río Grande nos era mucho más difícil porque no teníamos tierra. Ahora contamos con 80 hectáreas».
«Necesitamos reactivar la obra pública en Río Grande -insistió-. En Ushuaia ya es muy grande y la hemos sostenido durante el invierno. Acá la situación es algo más complicada y la vamos a revertir. El Instituto tiene previstas obras de hábitat, tenemos que continuar con las viviendas, el Ministerio de Obras públicas está permanentemente llamando a licitaciones. Necesitamos estas obras para que haya más trabajo en Río Grande. Me obsesiona que la gente que es de Tierra del Fuego no haya tenido oportunidad de conseguir un trabajo».
En el caso concreto de las obras de APA y ATURG se demandarán unos 40 puestos de trabajo. «Para nosotros -reconoció Bertone- cada puesto vale. Es importantísimo. Son 40 trabajadores más, son corralones que venden sus materiales, es algo que activa la economía de nuestra provincia».

La obra pública, como «protagonista»

Por su parte, el presidente del IPV Luis «Lolo» Cárdenas, aseguró que el organismo «está cumpliendo con un pedido expreso de la gobernadora Bertone» en el sentido de que «la obra pública sea protagonista en esta provincia».
Remarcó que «Río Grande cuenta con cerca de 80 hectáreas para la demanda habitacional», y recordó que «en 2015 era casi nula. No fue fácil la herencia con que en materia de tierra se encontró esta gestión».
Además, puso de relieve la «decisión política de hacer obras que no se ven. Hay una gran inversión pública en se sentido: agua, cloacas, a niveles históricos».
«Esto se complementa con obras como las que estamos haciendo el día de hoy», finalizó Cárdenas.