El Dr. Jorge Pintos, abogado de Alika Kinán, dio a conocer su participación en el documental desde la óptica jurídica de lo que denomina “un caso testigo”. Por primera vez una víctima de trata acciona penal y civilmente contra quienes la sometieron y espera el juicio oral para el próximo año.
Río Grande.- El Dr. Jorge Pintos fue consultado ayer por Radio Universidad sobre el documental “Cuerpo a Cuerpo”, que se verá a partir de abril de 2016 y aborda la trata de personas. Las últimas imágenes se rodaron en Ushuaia y la protagonista fue Alika Kinán, víctima de trata y titular de la fundación Sapa Kippa.
Como abogado de Alika, destacó que “es la primera víctima en querellar a quienes la explotaron” y explicó que el contacto fue realizado por Mathieu Orcel, “que lleva adelante este documental y es prácticamente una película: tiene cuatro capítulos para transmitir en el país y 13 capítulos que se van a transmitir en Europa y África. Mathieu Orcel está a cargo de la productora y el objetivo ha sido visibilizar la trata de personas en nuestro país. Es un fenómeno que se da en distintos lugares del mundo, también en Europa con el movimiento de los países del este. Pero él quiso enfocarse en la problemática de nuestro país junto con el canal Encuentro”, detalló de esta producción que pone al desnudo el horror de la explotación sexual en la región.
Dijo que “recorre toda la problemática de trata, comenzando en el primer capítulo con el caso de Marita Verón, a quien se sigue buscando, y avanza sobre otros casos, con detalles desde cómo se capta a una persona para ser esclavizada con fines sexuales, la situación personal, familiar, judicial, la asistencia estatal”.
El equipo del canal Encuentro recorrió Tucumán, Misiones, Buenos Aires y terminó en Ushuaia, “porque el caso de Alika es el final de todo este círculo de la problemática de trata en cuanto a las víctimas: Alika es el único caso que tiene a una víctima que se ha recompuesto y ha enfrentado a los tratantes del punto de vista judicial. Pasó de víctima a querellante y acusadora, junto con la Fiscalía, y dentro de la misma causa penal se transformó en actora civil, es decir que también reclama los daños y perjuicios cometidos por estos tratantes y por el estado”, precisó.
Pintos indicó que hay otros casos de víctimas rescatadas que se han insertado en la sociedad, pero remarcó que “Alika es un caso de libro, desde cómo la captan, cómo la trasladan, le dan alojamiento para la actividad, y termina inserta en la sociedad de una manera positiva para la sociedad y para ella misma. Alika está trabajando en la Universidad de Tierra del Fuego y está ayudando a otras víctimas de trata y violencia de género”, dijo de su presente.
La estrategia judicial
El Dr. Pintos dio algunos detalles de la estrategia judicial que debió seguir para que Alika tuviera la contención que necesitaba, para terminar siendo lo que hoy es: una referente que está abriendo el camino al resto.
“El recorrido del documental termina acá porque puede mostrar cómo se puede salir y cómo se puede recomponer una vida. Alika ha conseguido mucho apoyo por parte de la fiscalía federal y de autoridades federales, y la parte judicial tiene un peso importante, porque le encontramos la vuelta a través de una causa testigo a nivel nacional, dado que no hay antecedentes en el país respecto de una víctima que se transforma en querellante y actora civil”, afirmó.
“En el documental cuenta su historia, la muestran con su familia, y me toca a mí contar la parte jurídica y la estrategia seguida para que pueda salir adelante. He sido entrevistado en el estudio, charlamos bastante con Mathieu. Y yo le pongo la visión jurídica y estratégica de cómo se fue haciendo con Alika, porque el estado no le podía dar una asistencia directa. Hoy estamos transitando ese camino porque, por ejemplo para darle una asistencia en vivienda, significaba pasar por encima de otros casos sociales o del registro de demanda habitacional”, explicó.
“Hubo que buscar herramientas jurídicas y tratados de derechos humanos para hacerle comprender al estado la necesidad de una política trasnacional por la que se le debe asistencia. En este caso se hizo a través de una persona jurídica, no física, como la fundación que la adopta. Por eso se crea el instituto de género Sapa Kippa, para que pueda ayudar a otras personas que necesitan apoyo. A través de la fundación se está intentando lograr resultados que tienen que ver con la asistencia de vivienda y económica también, porque tiene cinco hijos. Es necesario darle asistencia porque atrás de Alika hay tres hijas menores que bajo ningún punto de vista pueden siquiera arrimarse a transitar cualquier opción que tenga que ver con el pasado de Alika. Hay que sacarla a ella y toda su familia de ese círculo”, enfatizó.
El juicio oral
El Dr. Pintos adelantó que este caso “desemboca en un juicio”, y que “en este momento entramos en la etapa de juicio oral y público, que calculamos puede ser el año que viene. En este juicio oral y público se va a determinar la responsabilidad, de estos hechos considerados delitos, que le cupo a cada uno de los acusados. Y se van a resolver dos cosas: la sentencia debe determinar la responsabilidad y la sanción a aplicar, como también el resarcimiento que le deben los tratantes en la acción civil”, dijo.
“Todo se desarrolla en un mismo juicio y se tiene que resolver en la misma sentencia”, destacó, como también la importancia de una penalidad pecuniaria, para desalentar a los tratantes a continuar con la explotación.
“Es un delito grave, representa la esclavitud del siglo XXI. Las víctimas siempre tienen mucho miedo, no pueden salir de la situación por lo traumadas que han quedado, les impacta en su futuro y es muy difícil que vayan a decir las cosas que pasaron delante la persona que las tuvo como esclavas tanto tiempo”, admitió, por cuanto la fortaleza de Alika en esta lucha es otro elemento que permitirá marcar la diferencia.
Para Pintos tanto este juicio como la condena económica “es una herramienta más para erradicar el delito y no sólo vamos por la sanción penal sino por los bienes de los tratantes”, reiteró.
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