La secretaria de Obras Públicas del Municipio de Río Grande participó ayer de la reunión convocada en el Concejo Deliberante. Se espera ahora el informe técnico del gobierno, para analizar alternativas de solución y acelerar respuestas ante el impacto en toda la ciudad por el polvo en suspensión que proviene de la laguna Seca. Además de la situación ambiental, hay riesgo sanitario y de seguridad que afecta a los vecinos que viven en los barrios aledaños, por lo cual el edil propuso declarar la “emergencia sanitaria y ambiental”.
Río Grande.- La secretaria de Obras Públicas Gabriela Castillo participó ayer de la reunión convocada por iniciativa del concejal Raúl Von der Thusen, para acelerar respuestas ante el impacto en toda la ciudad por el polvo en suspensión que proviene de la laguna Seca.
Además de la situación ambiental, hay riesgo sanitario y de seguridad que afecta a los vecinos que viven en los barrios aledaños, por lo cual el edil propuso declarar la “emergencia sanitaria y ambiental”.
Presente en los estudios de Radio Universidad 93,5, la secretaria Gabriela Castillo marcó como primer punto “no solamente es tomar la laguna de los Cisnes, porque este es un problema del sistema hídrico que tiene que ver con el conjunto de lagunas de la zona. La laguna Seca está pegada a Los Cisnes y está largando polvo a la ciudad. Es el espejo de agua grande ubicado entre la circunvalación y el camino de entrada a María Behety. Luego está la laguna Redonda, la laguna del Peñón, la laguna Larga, que son parte del mismo sistema, y también remolinea viento en la zona. Hay un problema de erosión de suelo”, sostuvo, en gran parte por efecto del cambio climático.
“La gente de Recursos Hídricos dice que hay un estudio del ’99 y que hicieron una actualización en 2006. El Concejo se comprometió a solicitar ambos estudios. Nosotros entendemos que tiene que haber un estudio hidrológico profundo, un estudio geológico, calicatas que determinen cuáles son las capas y la altura de cada uno de los suelos, y cuánto es de fino el polvillo que vuela y de qué composición, para determinar el plan de intervención”, planteó.
Dio a conocer el pedido del municipio a los propietarios de la tierra donde se encuentra la laguna, para “intervenir y colocar pozos, pero desde María Behety plantean que no porque quieren resguardar el agua de la napa. No es una solución por mucho tiempo y queremos una que sea perdurable en el tiempo”, sostuvo.
Recordó que “el ejido urbano termina a la mitad de la laguna Seca, es decir que la otra mitad, más la laguna de los Cisnes y todas las otras lagunas, están dentro de un predio rural y el ámbito de aplicación es la provincia. Son 2.600 hectáreas en total del cuerpo de lagunas y la superficie estricta de lagunas son 1800 hectáreas”, precisó.
Múltiples problemas
La funcionaria manifestó que además de la molestia para los vecinos de la ciudad, el polvo en suspensión “interfiere con los vuelos y recientemente no pudo bajar un avión por este motivo”.
“Hay una necesidad real de toda la ciudad de garantizar que no haya polvillo y también bajar el nivel de alerta, porque el polvillo trae inflamación de los ojos, entre otros problemas de salud. El Dr. Abregú -Secretario de Salud municipal- plantea que las personas hipersensibles en términos de vías respiratorias, pueden hacer broncoespasmo y se profundiza el cuadro preexistente de EPOC, de ASMA, etcétera. El problema es real”, insistió.
Agregó que “la Cooperativa Eléctrica se ve afectada porque tienen filtros cerca de la ruta, que se tapan por el polvo”.
Alternativa inviable
Respecto de la propuesta del gobierno de llevar agua del río Grande, lo consideró inviable “porque en verano baja el caudal y va a afectar la cantidad que necesita la planta potabilizadora para la ciudad. Tenemos que garantizar un ingreso de 3.000 metros cúbicos por hora, que es el óptimo ingreso de caudal para las dos plantas de agua, en una proyección a 30 años. Es fundamental el informe técnico y por otro lado hacer el análisis ambiental de las consecuencias de cualquiera de las medidas que se quieran tomar”, reclamó.
No omitió el impacto causado por algunas obras que agravaron el problema, dado que “originalmente la laguna Seca y la laguna de Los Cisnes tenían como una de las fuentes de agua la que venía del lado de Chacra XI, y cuando se hizo la circunvalación esto interrumpió el paso natural del agua. Del lado de Chacra XI tenemos problemas de humedad y se nos junta agua; se inunda entre el bajo que tenemos entre Chacra XI y la circunvalación. Ahora está por comenzar a hacerse una colectora de esta agua de pluvial, que va a cruzar por la circunvalación y vamos a recuperar un poco de agua, que no es toda la que la laguna necesita. Es agua de lluvia que colectamos en el pluvial y la pasamos para el otro lado”, explicó.
“Al borde de la laguna hay vegetación natural que debemos preservar y sobre la calle podemos hacer una cortina arbolada, que sería una barrera natural”, apuntó Castillo.
Trabajo conjunto
La secretaria marcó la necesidad de que participen todos los entes, porque “la responsabilidad también es de la provincia. Este es un problema que tenemos como ciudad hace veinte años y se debe dar una respuesta política. Hay una ordenanza del año 2000 que habilitaba al municipio a trabajar en conjunto con los dueños del campo, pero esa intervención terminó cuando dijeron que querían que les pagáramos por el uso del suelo para poner la reparación de pastos híbridos en el lugar. Ahí ya no es facultad del municipio, porque la expropiación le corresponde al ámbito provincial y la Legislatura. El municipio no se está desligando del problema. Hay que pensar entre todos y buscar la mejor solución”, remarcó.
Recordó también impedimentos al municipio para intervenir en el tema, porque “en 2016 Recursos Naturales de la provincia dijo que era su ámbito y que el municipio no tenía jurisdicción. Si está el trabajo de investigación -del gobierno-, fantástico, y queremos conocer los resultados. En su momento hablaron de 300 millones de pesos destinados a la solución del problema, que eran fondos que venían a la provincia para temas hídricos”, observó sobre fondos nacionales que no llegaron para resolver este problema.
Ahora esperarán el informe de las áreas del gobierno “para analizar las alternativas a partir de esos datos. Cualquier decisión que tomemos tiene que ser la menos invasiva. Si no, estamos solucionando un problema y ocasionando otros. Como municipio pedimos una respuesta integral al grupo de lagunas, que sea posible en términos ambientales y económicamente viable, para no crear una falsa expectativa en la comunidad que después no pueda concretarse. Es un problema real, recurrente, y hay que buscar una solución”, sentenció.
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