La obra del Centro CONIN Río Grande viene avanzando paulatinamente y las responsables de la entidad cifran sus esperanzas que en mayo “o un poco antes” ya puedan trabajar en la casa propia. Esto les permitirá quintuplicar su actividad centrada en la lucha contra la desnutrición infantil y la promoción social de familias en estado de vulnerabilidad. Agradecieron a las tres instancias de gobierno, Municipio de Río Grande, Provincia y Nación por cristalizar este proyecto de ampliar la red creada por el Dr. Abel Albino.
Río Grande.- Valeria Ochoa y Cristina Goodall, actual presidente y ex presidente del Centro CONIN Río Grande, destacaron el avance de la obra de su sede en la zona de la Margen Sur (frente a La Oveja Negra) y la reciente inauguración de la plaza integradora contigua a esta sede.
Cabe destacar que dicha edificación, en plena construcción y con gran avance, fue visitada recientemente por el intendente Gustavo Melella, la gobernadora Rosana Bertone y el ministro del Interior Rogelio Frigerio, justamente los tres estamentos gubernamentales que apoyan este gran emprendimiento a favor de una institución de bien público que combate la desnutrición infantil desde la primera etapa del embarazo.
“La obra viene avanzando muy rápido, esperamos que se termine antes del tiempo estipulado, según se desprende del anuncio del ministro Rogelio Frigerio de que Nación tiene la voluntad de culminar las obras a tiempo y que había obras que se terminaron antes del plazo, así que estamos muy ansiosos porque es una obra muy importante para nosotros”, dijo Valeria Ochoa.
Agregó que esta importancia radica en la función que esta institución de bien público realiza por los niños y familias en estado de vulnerabilidad social. “Contar con nuestra sede significaría contar con más días a la semana y poder, por lo tanto, incorporar más niños al programa CONIN”.
Sobre la inauguración de la plaza integradora, Valeria Ochoa destacó que “ha sido una decisión muy importante inaugurarla porque a cualquiera hora que uno pasa, se la ve llena de chicos y realmente tiene una impronta de lo que es estimulación, de lo que es integración y lo que es la parte social en el barrio, hacía falta un espacio de juegos y lo que es CONIN y lo que hace CONIN está muy vinculado al desarrollo de los niños y una plaza es un poco un símbolo de todo esto y que esté al lado de nuestro edificio, nos pone muy contentos por eso”.
Valeria Ochoa agradeció el apoyo institucional de distintos estamentos gubernamentales, desde el propio Municipio de Río Grande, como el Gobierno provincial y el Estado nacional, además de diversas personas particulares, profesionales y entidades. “Con el Municipio de Río Grande tenemos un convenio por la tierra para nuestro Centro CONIN y la plaza, es una cesión de uso; la obra de la sede está financiada por Nación y está siendo construido por el IPV (Instituto Provincial de la Vivienda) por gestiones de la gobernadora Rosana Bertone. Esto es un claro ejemplo del trabajo en equipo y del compromiso de estos tres gobiernos (municipal, provincial y nacional) y de la comunidad en general por el trabajo que realiza CONIN”.
CONIN: Una institución fundamental
Cristina Goodall, en tanto, detalló que actualmente el Centro CONIN Río Grande “atiende a unas veinte familias actualmente y también estamos trabajando con incorporaciones nuevas en el marco de las actividades anuales y tenemos un listado de familias para ingresarlas al programa; pero eso lleva todo un proceso que tiene que pasar por el consultorio de Pediatría, de Atención Temprana y Atención Social para ingresar a los talleres y de ahí comprometerse a vivir una vez por semana con nosotros”.
Hace siete años que CONIN funciona en Río Grande, más precisamente en el Centro de Capacitación Laboral ‘Manuel Belgrano’ del barrio CAP y en distintas escuelas; nació como Fundación DAR y luego calificó para integrar la red que fundó el famoso pediatra doctor Abel Albino –cuya obra fue reconocida por el Congreso argentino-.
“Queremos agradecer al Ministerio de Educación de la provincia que siempre nos ha dado una mano brindándonos un espacio y la verdad es que lo valoramos muchísimo porque sin este apoyo no hubiésemos podido trabajar constantemente estos siete años ininterrumpidamente porque en invierno paramos un solo día y en verano solo el mes de enero y por eso queremos agradecerles a las escuelas por brindarnos el espacio ya que nosotros siempre hemos dentro de una escuela”, reconoció Goodall.
Destacó asimismo que el hecho de contar con un espacio propio, a la sazón, el Centro CONIN más austral del mundo, “nos permitirá ampliar nuestra capacidad de atención y contar con más tiempo para nuestras actividades porque trabajamos con niños que no son atendidos por ninguna otra institución, recordemos que el sistema escolar recién captan a los niños cuando hay sala de 3 años en el nivel inicial, pero antes de esa edad, cuando es fundamental que tengan una atención adecuada en esta etapa de crecimiento, es cuando necesitan de mayor cuidado justamente”.
En ese sentido explicó que el Centro CONIN “atiende desde el año cero, desde cuando están en el vientre de la mamá y es ahí donde temas como la lactancia materna, cuidado del embarazo, la alimentación y todo lo que significa criar a un chico en la primera infancia y que tengan un crecimiento óptimo para poder desarrollar su cerebro y poder después llegar a niveles educativos y a la universidad”.
Con la sede propia para atender a las familias y a los pequeños, “en el Centro CONIN Río Grande podemos atender cinco días a la semana; esto es que podremos quintuplicar la capacidad de atención que tenemos ahora, serían cien familias por semana, aproximadamente; CONIN siempre se caracterizó por trabajar con pocas familias, pero de manera intensa; hay que tener en cuenta que todos los niños que están en riesgo nutricional tienen que ser medidos y pesados y tienen que pasar por un consultorio una determinada cantidad de veces, puede ser una vez por semana o cada quince días, dependiendo del grado de desnutrición que padezcan”.
Cabe destacar que el Centro CONIN Río Grande se financia a través de vecinos voluntarios que donan mensualmente una cuota, pero a partir de un convenio firmado con Nación el 15 de noviembre pasado, ingresan a un subsidio de Nación que coadyuvará al mantenimiento de sus actividades, no hay que olvidar que una vez a la semana, CONIN entrega bolsones comunitarios de alimentos para las familias del programa.
“Queremos agradecer al Voluntariado por estos siete años de apoyo porque sin ellos, esto no hubiese sido posible, porque realmente el trabajo es intenso, ya que dividimos a los niños en cuatro salas y hay que tener personal; tenemos talleristas a cargo de cocina, costura y otras; son unas 30 a 35 personas voluntarias que suman su trabajo desde hace siete años; también desde hace muy poco, hemos tenido profesionales remunerados”, dijo finalmente Cristina Goodall.
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