La gobernadora Rosana Bertone inauguró oficialmente este miércoles el Laboratorio del Fin del Mundo, Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM) creada por el Gobierno fueguino para incursionar por primera vez en la industria farmacéutica. Fabricará Atazanavir, medicamento retroviral para el tratamiento del VIH, producción que será adquirida por el Estado nacional para abastecer a los pacientes del Programa de VIH del Ministerio de Salud.
Ushuaia.- Acompañada por el ministro de Salud de la Nación Adolfo Rubinstein, el titular de la cartera homónima fueguina Guillermo Ruckauf; el presidente del flamante Laboratorio, Carlos López; y autoridades de Bristol-Myers Squibb -firma que realizó la transferencia de la tecnología- la mandataria agradeció el apoyo de todos los actores involucrados en la concreción de este proyecto, que forma parte de un plan estratégico de la provincia para diversificar la matriz productiva.
Tras señalar que “el desafío mayor que tenemos los fueguinos es tornar nuestra Provincia sustentable desde todo punto de vista” Bertone recordó que “en la búsqueda de generar propuestas que diversifiquen la matriz productiva de Tierra del Fuego, con alto valor agregado, presenté desde el Poder Ejecutivo el proyecto de ley de formación del Laboratorio del Fin del Mundo, que fue aprobado en diciembre de 2016”.
“Así se planteó la producción de medicamentos como uno de los ejes de la diversificación y como factor altamente estratégico en el reposicionamiento industrial a nivel nacional”, sostuvo la Gobernadora, además de que “se busca regular, desde el Estado, un producto que involucra a la salud y la vida de sus usuarios”.
“Éste es un desafío, un nuevo emprendimiento innovador del que se obtiene un producto de alto valor agregado, que requiere mano de obra altamente calificada” remarcó la Mandataria y que “con la producción de antiretrovirales cerraremos el abordaje integral del HIV, cuestión completamente innovadora en Tierra del Fuego y, creo, a nivel nacional”.
Bertone celebró también la “alianza estratégica cooperación mutua público-privada” entre el Laboratorio del Fin del Mundo y el Bristol-Myers Squibb “cuyo objetivo es aportar valor al proceso productivo de un medicamento antirretroviral”.
Por su parte, el ministro de Salud de la Nación Adolfo Rubinstein no descartó que Tierra del Fuego “se convierta en un ‘Polo de desarrollo innovador, productivo, disruptivo y muy necesario para nuestro país”.
En ese marco destacó el hecho de que “se haya incorporado un nuevo jugador, que es el Laboratorio del Fin del Mundo”, cuyo proceso “de participación público-privada iniciado, permite generar capacidad en una economía que claramente empieza a diversificarse”.
Subrayó que este nuevo laboratorio “proveerá medicación para miles y miles de pacientes que la necesitan” situación que “nos permite, por un lado lograr el objetivo de fortalecer el desarrollo de un laboratorio público, y por el otro mejorar el precio de los medicamentos y tener la capacidad de llegar a cada vez más población necesitada”.
“Significa empleo y ampliación de la matriz productiva”
La legisladora provincial Angelina Carrasco expresó que la puesta en marcha de la institución «significa empleo y ampliación de la matriz productiva, esto es futuro para los fueguinos».
Vale la pena recordar, que la que la sociedad anónima de participación estatal mayoritaria (SAPEM) fue creada durante el 2016, a través de la Ley Nº 1136, que contó con el acompañamiento unánime de los legisladores y que había sido enviada por el Poder Ejecutivo a la Legislatura. Para la parlamentaria la medida «se trata de una política pública que va a trascender a la actual gestión de gobierno y que modificará significativamente el futuro de la Provincia».
El año pasado se firmó un convenio de transferencia de tecnología entre el Laboratorio del Fin del Mundo SAPEM y la empresa Bristol Myers Squibb para la producción de medicamentos, firma que lleva más de 103 años en la industria farmacéutica. Sobre ese acuerdo la letrada recordó que «posibilita que nuestro incipiente laboratorio público avance en la producción de medicamentos, en el desarrollo tecnológico e investigación científica».
Además, al tratarse de una empresa estatal «la renta que el laboratorio público genere es una renta social, por lo que podrá invertirse en investigación científica e innovación tecnológica, con el objetivo de avanzar, no solo en una producción que garantice el abastecimiento interno provincial y nacional, sino con perspectivas de poder alcanzar los mercados regionales e internacionales».
Finalmente, la parlamentaria recordó que el primer medicamento que producirá el laboratorio público, serán los retrovirales que necesitan los pacientes de HIV que se pretende comercializar en el mercado interno nacional.
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