«Los fabricantes atados a la producción de electrónicos tenemos una tormenta perfecta»

El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer habló de «una tormenta perfecta» para el segundo semestre de 2018 y, como acto de fe, deseó que la recesión «termine lo antes posible», sin ningún dato de la realidad que aporte certeza de hasta cuándo se va a prolongar. Planteó la «descomunal» caída en las ventas, por la incidencia cambiaria, la inflación, la pérdida de poder adquisitivo, que se potenciaron en las últimas semanas. No esperan vender más televisores, porque «la gente no tiene un mango para comprar» y además están cayendo los planes en cuotas; las expectativas de los equipos de aire acondicionado no son optimistas, y lo único que se avizora es más caída de poder adquisitivo con el aumento del costo de vida y la suba de tarifas. No obstante ratificó la decisión de cumplir con el compromiso de sostener el personal empleado.

El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer habló de «una tormenta perfecta» para el segundo semestre de 2018, que espera no se prolongue hasta 2019, porque se plantea un derrumbe en las ventas y una agudización de la crisis por la pérdida de poder adquisitivo que se seguirá profundizando.

Río Grande.- El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer habló de «una tormenta perfecta» para el segundo semestre de 2018, que espera no se prolongue hasta 2019, porque se plantea un derrumbe en las ventas y una agudización de la crisis por la pérdida de poder adquisitivo que se seguirá profundizando.

Por FM La Isla, dijo que «lo que se estima para la economía en general se copia en nuestro sector en particular en lo que hace a ventas. Nosotros estamos en permanente diálogo con uno de nuestros canales comerciales, que son los retailers, y la realidad es que las caídas de ventas en los productos han sido estrepitosas», afirmó.

«En lo que es televisión, se han desplomado y se mezcla por un lado el pico del mundial en el primer semestre, y la recesión que se agudiza en el segundo. Básicamente lo que se estuvo vendiendo en el primer semestre fue stock que había en la cadena. En celulares la venta ha caído bastante y es el producto que más se ha sentido. Esto implicó disminución en los planes de producción», apuntó.
Lo atribuyó directamente a «los cambios que hubo en la economía, que han sido de una envergadura importantísima. La devaluación que hubo fue de un tamaño descomunal y la sospecha es que eso se va a copiar en la inflación de una manera muy grande. Eso va a reducir el poder adquisitivo de la gente y encima los fabricantes atados a la producción de electrónicos tenemos una tormenta perfecta, porque sabíamos que iba a haber un segundo más flojo», dijo.

De todas maneras, aclaró que nunca previeron este nivel de derrumbe: «El año pasado nos imaginábamos que la venta de televisores en el primer semestre de alguna manera iba a compensar con algún repunte con la venta de aire acondicionado que se iba a materializar en el segundo semestre. Está claro que el segundo semestre de televisores va a ser malo, porque la gente no tiene un mango para comprarse un televisor y además están desapareciendo las opciones de pago en cuotas. Los que se compraron un televisor este año, ya lo hicieron para el mundial. En aires acondicionados, donde las empresas pensaban que se podía dinamizar un poco la demanda y trepar a 1.3 ó 1.4 millones de equipos, ahora están más conservadoras, porque tampoco se quiere fabricar mucho para que quede en stock y se arranque un 2019 con un stock muy alto», explicó.

«No solamente se trata de saber que vamos a enfrentar un escenario recesivo, sino que la expectativa es que ese escenario dure lo mínimo que se pueda, porque no queremos incrementar el pesimismo si la recesión en 2019 fuera superior. Venimos de tremendos cambios macroeconómicos, como el tipo de cambio, las tasas de interés, la inflación, y queremos tener precisiones microeconómicas en nuestro sector. Desafortunadamente no estamos en este momento para precisar cuánto va a durar la recesión, cómo se va a comunicar a la cadena productiva, cuándo va a volver a haber demanda y de qué manera se va a reactivar la industria», admitió.
Sin ninguna certeza ni garantías del gobierno, lo que queda es una expresión de deseo de que «esta recesión que está entre nosotros dure lo menos posible. Nosotros teníamos pergeñado nuestro plan de competitividad para recuperar en volumen lo que íbamos a perder en precio, porque los precios bajaron y la apuesta era recuperar en volumen. Hoy no tenemos volumen para recuperar el esfuerzo que se hizo en precio», planteó.

Respecto de los acuerdos con los sindicatos, la provincia y la nación, para sostener la mano de obra ocupada y en consecuencia la paz social, dijo que «la garantía de mantener los puestos de trabajo tiene que continuar. Es cierto que el escenario cambió para peor, pero si implosionamos ese acuerdo, todavía tendríamos mayor incertidumbre».

Finalmente se lo consultó sobre la publicación de dos medios de la ciudad de Buenos Aires sobre el ajuste que viene para la Patagonia, régimen de promoción incluido. «Yo no voy a hacer comentarios sobre esa noticia porque no creo que sea cierto. Entiendo que apareció en dos medios electrónicos de la ciudad de Buenos Aires, y ningún otro medio se hizo eco. La noticia no está firmada y es una ensalada completa, porque están metidos los reembolsos patagónicos entre otros temas y se habla de la 19640 como si se tratara de transferencias de la nación a la provincia. No todo lo que aparece en los medios es cierto. Por la confusión de esa noticia y la escasa repercusión que tuvo, yo elijo no darle valor. Tirar versiones es gratuito, y hay que ser cautelosos con esto», concluyó.