La presencia de pequeños fragmentos plásticos en los océanos se señaló por primera vez en los años setenta. Estos pueden formarse a partir de la descomposición de macroplásticos debido al efecto de la radiación ultravioleta (UV), la oxidación y las fuerzas mecánicas; o directamente incorporados al medio como tales, como es el caso de las fibras sintéticas textiles, productos cosméticos, y el degaste de neumáticos, entre otros.
Durante la última década, un renovado interés científico por los microplásticos ha revelado que estos contaminantes están presentes en todos los mares con potencial de causar daño a la biota. Debido a su pequeño tamaño (˂5 mm), los microplásticos se consideran disponibles para los organismos en la base de la cadena trófica. La gran proporción superficie/volumen sugiere que pueden concentrar contaminantes orgánicos persistentes hasta 1.000.000 de veces respecto del agua de mar y, a su vez, pueden absorber metales. Asimismo, pueden contener plastificantes tóxicos y aditivos utilizados durante su fabricación. Por lo tanto, la ingesta de microplásticos podría introducir toxinas en la base de la cadena alimentaria, las que podrían acumularse (proceso conocido como bioacumulación) y también transferirse a niveles superiores. .
Si bien en los últimos años el interés científico y el número de publicaciones dedicadas a estudiar las interacciones entre la biota y los microplásticos se han incrementado exponencialmente, en nuestro país los registros son aún escasos, centrándose en el estuario del Rio de la Plata.
Investigadores de la Universidad Maimónides (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y del CADIC (Ushuaia) trabajan conjuntamente con el objetivo de monitorear la presencia de microplásticos en Tierra del Fuego, a fin de identificar una o más especies indicadoras que faciliten el biomonitoreo espacio-temporal del contaminante. Nuestros resultados preliminares indican la presencia de microplásticos en invertebrados marinos (lapa Nacella cf. magallánica y mejillón Mytilus edulis chilensis) y en el pez Galaxias maculatus, provenientes del Canal Beagle y de Arroyo Negro (Parque Nacional Tierra del Fuego), respectivamente.
El desecho plástico en el mundo
El uso de los plásticos se encuentra ampliamente difundido debido a sus diversas cualidades: son baratos, ligeros y fáciles de producir. Además, en la mayoría de los casos han sido diseñados para ser duraderos, por lo que son resistentes a la degradación.
Actualmente, sólo el 9% del plástico que se produce es reciclado. La ONU ha indicado que de mantenerse esta tendencia, de no tomarse medidas al respecto, para el año 2050 existirán cerca de 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos repartidos en vertederos y en el océano.
Autores: Dra. Analía Pérez (Universidad de Maimonides-CONICET) y Dr. Ignacio Chiesa (CADIC-CONICET).
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