El Ministro de Industria aseguró que la incertidumbre es generalizada, tras contactarse con sus pares de otras provincias, y espera que a mediados de julio el ministro Dante Sica pueda dar más precisiones. Todavía resta mucho trabajo interno para ser competitivos y, de avanzarse en un acuerdo con Corea del Sur, sería terminal para las producciones fueguinas.
Río Grande.- El ministro de Industria Ramiro Caballero efectuó declaraciones ayer a FM La Isla y Radio Nacional Ushuaia, vinculadas con la preocupación que ha generado el acuerdo entre el MERCOSUR y la Unión Europea. Las primeras advertencias en la provincia provinieron de AFARTE, que encendió “luces amarillas” no sólo por este acuerdo sino por otro similar que se realizaría con Corea del Sur y “sería fatal” para la industria fueguina, según su presidente Federico Hellemeyer.
“Yo respaldo la nota que envío la gobernadora a la Cancillería, y uno no va a criticar un acuerdo cuando viene en beneficio de una región, de un país o en este caso del MERCOSUR. Pero al no participar las provincias en esto que se viene trabajando, uno pone puntos de alerta, frente a los distintos embates que hemos sufrido y las indefiniciones del gobierno cuando desde el inicio de la gestión la gobernadora propuso trabajar en competitividad. También desde el principio de la gestión pretendemos la ampliación del régimen y esta es una discusión general de políticas de estado que la Argentina tiene que resolver. Si se avanza en un acuerdo, queremos saber que se va a resguardar la industria argentina”, subrayó Caballero.
“En la comunidad europea no hay grandes productos que puedan impactar en la producción de Tierra del Fuego, podría ser Asia o Turquía, que no es parte de la comunidad, pero España produce muchas partes para el sector automotriz. Es un desarrollo que Tierra del Fuego pretende para la Argentina y tenemos la capacidad instalada. No sabemos si, dentro de este acuerdo, hay algo que se pretenda hacer en la comunidad europea y quiera invadir con productos la Argentina”, manifestó.
“Me he comunicado con muchos ministros de la Argentina y también tienen un grado de incertidumbre. Es importante que se escuche a las regiones para llegar al mejor acuerdo. El país tendría oportunidad de ofrecer productos al mercado europeo, pero también vamos con un socio importante que es Brasil, que tiene producciones de envergadura. Hasta ahora no hemos trabajado en el MERCOSUR con producciones mancomunadas para salir al mundo”, observó.
“La letra chica todavía no está escrita y no sabemos si se ha tenido resguardo de la industria de Tierra del Fuego y de la industria argentina en general. Cada región debe tener claro qué es lo que se viene. Falta tiempo porque este acuerdo tiene que ser tratado por el Congreso de la Nación, pero la realidad es que tanto el gobierno argentino como el de Brasil no han sido claros respecto de la industria electrónica, porque Bolsonaro también ha tenido críticas sobre Manaos”, sostuvo.
“Cada vez que suceden estas cosas uno se va enterando muy de a poco, y hay otro tipo de acuerdos que se quieren llevar adelante que son mucho más peligrosos, por ejemplo si se hace un acuerdo de libre comercio con Corea. Ese país produce la totalidad de los bienes que fabricamos y nos generaría un inconveniente mayor”, advirtió.
“Si vienen reglas nuevas, hay que ver de qué se trata y primero el país tiene que corregir todo lo que deba corregir antes de llegar a un acuerdo comercial con otros países. Debe haber reglas claras donde se apueste a la industria y todas las provincias presten su conformidad. Falta mucho trabajo por delante y mucha más información. Nosotros tenemos previstas reuniones con el Ministro de la Producción para mediados de julio, e imagino que el ministerio va a traer información más detallada. Antes de cualquier tratado, debemos atender las posibilidades de desarrollo interno que tenemos”, planteó.
“Hoy todos estamos tratando de salir adelante en un contexto adverso que nos ha tocado vivir durante tres años y medio. En Tierra del Fuego las empresas y los sindicatos están haciendo un esfuerzo enorme, porque si nos paramos en 2016, hoy hubiéramos desaparecido. Y hoy todos tenemos la dificultad de saber qué nos va a pasar de aquí en adelante, porque la recesión en Argentina ha sido muy extensa y es difícil que el próximo gobierno pueda resolverlo rápidamente. Hay regiones muy atrasadas por la desinversión y recuperar la matriz productiva es complejo. Tenemos un problema interno enorme, porque los salarios no alcanzan para consumir. Nadie discute que hay que tratar de hacer los mejores acuerdos internacionales de comercio, pero eso estaría bien dado si uno tuviera una política de estado donde se sabe claramente adónde ir, para que la gente empiece a confiar”, enfatizó el ministro.
Lo cierto es que “la economía argentina no mejora. Se hablaba de que era muy sencillo dominar la inflación y, si esto no se corrige, tenemos un problema. Necesitamos un gobierno nacional que estimule las inversiones y logre que el argentino tenga mejores posibilidades de desarrollo para que empiece a mejorar el sistema productivo”, concluyó.
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