Tras el relajamiento gradual de la cuarentena y para sacudir al mercado, Samsung le puso fecha al lanzamiento de sus Galaxy S20, uno de los modelos más esperados del año. A partir del viernes 22 de mayo, la marca coreana pondrá a la venta (en rigor una preventa) las tres versiones de su smartphone de bandera, el S20, el S20 Plus y el S20 Ultra, con precios que parten desde los $ 89.000, $ 99.000 y $ 125.000, respectivamente. En Tierra del Fuego hay 29 fábricas de electrodomésticos que emplean a cerca de 8 mil trabajadores. En conjunto, facturaron 1500 millones de dólares en 2019. Allí se concentran la fabricación de teléfonos celulares (hicieron 7 millones en 2019) televisores (2 millones) y aires acondicionado (1 millón). Toda esta producción quedó en pausa por la cuarentena.
Río Grande.- El diario Clarín destacó este miércoles el lanzamiento del Galaxy S20, uno de los modelos más esperados del año, y sus tres versiones de su smartphone de bandera, el S20, el S20 Plus y el S20 Ultra, con precios que parten desde los $ 89.000, $ 99.000 y $ 125.000, respectivamente.
Es la primera movida de envergadura después de la reapertura parcial de la actividad en Tierra del Fuego, donde están radicadas la mayoría de las armadurías electrónicas. Motorola, principal rival de Samsung, también acelera los pasos para lanzar su familia Edge, que marcará su reingreso a la pelea en la gama premium del negocio. El Galaxy S20 Ultra es el más grande de los tres nuevos Galaxy. Tiene una poderosa batería de 5000 mAh y una pantalla AMOLED de 6,9 pulgadas, con una resolución de 1440 x 3200 píxeles. Lleva 4 cámaras y permite grabar videos en 8K, con una definición de 7680 x 4320. Además incorpora un zoom de 100x, lo que lo convierte casi en un telescopio móvil.
Tras el relajamiento gradual de la cuarentena y para sacudir al mercado, Samsung le puso fecha al lanzamiento de sus Galaxy S20, uno de los modelos más esperados del año. A partir del viernes 22 de mayo, la marca coreana pondrá a la venta (en rigor una preventa) las tres versiones de su smartphone de bandera, el S20, el S20 Plus y el S20 Ultra, con precios que parten desde los $ 89.000, $ 99.000 y $ 125.000, respectivamente. Es la primera movida de envergadura después de la reapertura parcial de la actividad en Tierra del Fuego, donde están radicadas la mayoría de las armadurías electrónicas. Motorola, principal rival de Samsung, también acelera los pasos para lanzar su familia Edge, que marcará su reingreso a la pelea en la gama premium del negocio.
El Galaxy S20 Ultra es el más grande de los tres nuevos Galaxy. Tiene una poderosa batería de 5000 mAh y una pantalla AMOLED de 6,9 pulgadas, con una resolución de 1440 x 3200 píxeles. Lleva 4 cámaras y permite grabar videos en 8K, con una definición de 7680 x 4320. Además incorpora un zoom de 100x, lo que lo convierte casi en un telescopio móvil.
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El mismo diario Clarín destacó que se volvieron una herramienta fundamental para los nuevos hábitos virtuales. Pero la pandemia paralizó la producción, primero en China y luego en Tierra del Fuego.
Más allá de los productos e insumos de primera necesidad existen otros elementos que resultan determinantes a la hora de pensar la vida en cuarentena por el coronavirus. ¿Cómo sería el aislamiento sin teléfono celular? ¿Cómo podrían dictarse clases sin computadoras? ¿Cuán menos llevadera sería esta extraña cotidianeidad? En este escenario, asoma un fantasma: debido al cierre temporal de las empresas productoras, el stock de teléfonos móviles, televisores y notebooks se redujo ampliamente.
El panorama se repite en las principales casas de electrodomésticos del país: la demanda creció y la oferta se estancó. “El nivel de inventario es el más bajo de la historia”, coinciden.
Tal como ocurrió con el Coronavirus, la cadena del conflicto encuentra su punto de inicio en China. Desde allí viajan hasta Argentina los eslabones necesarios para la confección de la mayoría de los electrodomésticos y principalmente de los teléfonos celulares. Ya en estas latitudes, el epicentro se encuentra en Tierra del Fuego donde funcionan las fábricas que confeccionan los aparatos.
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Justamente la isla fue uno de los primeros puntos del país en el que se diseminó el virus, por lo que debieron comenzar con el aislamiento de forma prematura, el 15 de marzo. En Tierra del Fuego hay 29 fábricas de electrodomésticos que emplean a cerca de 8 mil trabajadores. En conjunto, facturaron 1500 millones de dólares en 2019. Allí se concentran la fabricación de teléfonos celulares (hicieron 7 millones en 2019) televisores (2 millones) y aires acondicionado (1 millón). Toda esta producción quedó en pausa por la cuarentena.
El combo se refleja en las ventas. El mercado mundial de smartphones registró en febrero la mayor caída interanual de la historia con una merma del 38% en cantidad de unidades. Y en nuestro país, la semana del 23 al 30 de marzo (la primera completa con aislamiento obligatorio) fue la de menor cantidad de venta de teléfonos: 16.300 celulares. Para colmo, Argentina venía de un 2019 en el que el sector había sufrido la rentabilidad más baja de la década.
“Desde enero que las plantas de producción tienen problemas para recibir los suministros. A eso hay que sumarle que los primeros días de marzo se cerraron todas las fábricas pero que a su vez se siguió vendiendo. Entonces tenés 60 días de ventas sin abastecimiento, sin nuevos ingresos”, remarca a Clarín el director comercial de Frávega, Alejandro Taszma.
Ninguna marca tenía un stock de seguridad lo suficientemente grande para mantener el ritmo de oferta. Y eso redundó en los locales de venta.
“El nivel de inventario y de stock pasó a ser prácticamente cero. Esta semana arrancaron a trabajar las fábricas en Tierra del Fuego, pero lo hacen con el protocolo correspondiente y mucha menos gente en la línea de producción. Creemos que podrán llevar a cabo entre un 30 y 40% de la producción habitual”, describe Taszma.
Recién en un mes podría empezar a aceitarse el circuito con los traslados desde Tierra del Fuego al resto de las provincias.
«En las categorías más populares de televisión y celulares, los TV de 35 y hasta 40 pulgadas y los móviles gama media, hay un faltante de stock y probablemente ahí haya que reponer con un poco mas de urgencia», anticipó el titular de la Asociación de Fábricas Argentinas de Terminales Electrónicas (Afarte), Federico Hellemeyer.
Con las notebooks sucedió un fenómeno particular. Desde los comercios consultados por este diario afirman que la demanda fue aún superior a la de teléfonos. La explicación apunta al crecimiento obligado del teletrabajo y a las clases online de todos los niveles educativos. “Hay familias con dos o tres chicos en edad escolar que tenían una sola computadora en la casa y se terminaban peleando para usarla. Mucha gente que tiene la posibilidad económica salió al mercado a comprar una notebook”, advirtieron.
En este punto, para las casas de electrodomésticos hubo dos aristas vitales: poder otorgar financiación en cuotas sin interés y la transacción online con entrega rápida en el domicilio. “La venta de computadoras portátiles se triplicó por el aislamiento”, afirman.
Las empresas contactadas por este diario no quisieron difundir con precisión su stock actual de productos electrónicos «para no avivar a la competencia» pero coinciden en que fue vital la flexibilización de la cuarentena en Tierra del Fuego para iniciar nuevamente la cadena productiva y empezar a sumar oferta.
Luis Galli, presidente de la empresa Newsan que fabrica aparatos en exclusiva para Motorola admite que se produjo un desabastecimiento temporal y cree que «en alrededor de 90 días se normalizará la producción».
“Celulares es la categoría de electrodomésticos que mejor se defiende frente a las crisis. Hay una reposición contante, con alrededor de 50 millones de teléfonos. Es simple: si en una casa se rompe un televisor quizá tengan otro, van a ver la tele a otro ambiente y se arreglan. Pero si se te rompe el celular no podés usar el de tu mamá. El caso de las notebooks es más complicado porque no hay producción en Argentina y los exportadores van a priorizar a otros países antes que a nosotros. Por el home office hubo un nivel de demanda tremendo y el desabastecimiento va a ser mucho más prolongado”.
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