La petrolera estatal realizó sísmica 3D en el bloque Calamar. El próximo paso será perforar tres pozos exploratorios para confirmar la presencia de hidrocarburos en cantidades comerciales relevantes y transformar esos recursos en reservas probables.
27-10-2015 Río Grande.– La petrolera estatal Enarsa realizó tareas de sísmica marina 3D en la cuenca Malvinas, frente a las costas de Chubut y Santa Cruz, y detectó 3,63 TCF de gas, cifra superior al 30 por ciento de las reservas actuales del país, según informaron fuentes oficiales a Página/12. La investigación permitió delinear dos prospectos en la parte oeste del bloque Calamar de la cuenca. El próximo paso será perforar tres pozos exploratorios para confirmar la presencia de hidrocarburos en cantidades relevantes desde el punto de vista comercial. De ese modo, lo que hasta ahora son solo recursos podrían convertirse en reservas probables, aunque eso dependerá de la voluntad del gobierno que asuma el 10 de diciembre.
Enarsa fue creada por la ley 25.943 en octubre de 2004 y posee la titularidad de los permisos de exploración y de las concesiones de explotación de todas las áreas marítimas nacionales que por entonces no se encontraban concesionadas. En noviembre de 2005, el gobierno argentino firmó un Memorando de Entendimiento con Venezuela para llevar adelante acciones conjuntas en materia de exploración y/o explotaciones de hidrocarburos en ambos países. A partir de ese convenio, surgieron dos proyectos en Argentina. El primero para analizar los bloques CAA-18 y CAA-20 de la cuenca del Golfo de San Jorge y el segundo, acordado en julio de 2012, para trabajar en las áreas Calamar y Salmón de la cuenca Malvinas. El trabajo conjunto no reportó mayores avances en el país hasta que a mediados del año pasado Enarsa convocó a una licitación internacional para la contratación de un estudio sísmico de tres dimensiones en 1349 km2 del bloque Calamar, donde se habían detectado afloraciones de petróleo y gas a través de imágenes satelitales.
La compañía francesa de geociencia CGG se adjudicó el contrato y realizó la sísmica con tecnología Broadseis entre el 21 de diciembre de 2014 y el 19 de enero de 2015 con el buque Oceanic Champion. “Es la primera vez que se hace sísmica 3D en el país con esta tecnología y es un orgullo, desde el punto de vista estratégico y geopolítico, que sea una empresa del Estado argentino la que esté explorando en la cuenca de Malvinas”, aseguró a este diario Walter Fagyas, presidente de Enarsa y hombre del ministro de Planificación, Julio De Vido.
El procesamiento de los datos se realizó en el centro de CGG en Buenos Aires entre enero y junio y la interpretación de la sísmica la llevó adelante CGG-Robertson en Londres entre junio y septiembre. A su vez, la interpretación de la información sobre gravedad y magnética se concretó en CGG-GravMag Solutions en Houston. Todos esos datos permitieron precisar formaciones de interés geológico y así poder definir las áreas probables en las cuales se pueden acumular hidrocarburos. “La información obtenida demuestra que es una cuenca con altas perspectivas”, sostuvo a Página/12 el geólogo Alfredo Prelat, que trabajó diez años en la división de tecnología de exploración y producción de Texaco y ahora coordina las actividades offshore de Enarsa.
Uno de los prospectos, ubicado en el sur oeste del bloque Calamar, tiene un área de 186 Km2 y la estimación inicial es que allí hay 2,20 TCF de gas, mientras que el segundo prospecto, en un área de 135 km2 al noroeste del mismo bloque, tendría 1,43 TCF de gas. Además, en ambas zonas también se identificó una cantidad marginal de petróleo (5,3 millones de barriles) El plan oficial consiste en perforar tres pozos exploratorios, para lo cual está presupuestado invertir 30 millones de dólares. Dos pozos en el sur oeste y el otro en el noroeste del bloque.
En caso de avanzar, no sería la primera vez que se perfore en aguas territoriales argentinas de la cuenca Malvinas. Dieciocho pozos de exploración fueron perforados en el flanco oeste de la cuenca, cuyo objetivo principal fue la arenisca de la formación Springhill. En 1981, la petrolera estadounidense ExxonMobil perforó dos pozos que produjeron 397m3/día de petróleo y 567.000m3/día de gas pero las reservas se consideraron no comerciales. Los pozos restantes resultaron estériles. En Enarsa afirman que se suelen hacer pozos cuando hay al menos un 10 por ciento de certeza respecto de la posibilidad de encontrar hidrocarburos en cantidades relevantes, mientras que en este caso la sísmica 3D, con la tecnología Broadseis, permitió elevar ese porcentaje al 30 por ciento.
La zona es propiedad exclusiva de exploración del Estado Nacional por estar a más de 12 millas de la costa (los pozos se perforarían mar adentro a unos 200 kilómetros del continente) pero aún resta acordar con PDVSA, socia en el emprendimiento, el contrato para ver cómo se repartirán los posibles beneficios, tomando en cuenta el dinero que los venezolanos pusieron hasta ahora, y fundamentalmente, lo que estén dispuestos a poner para seguir adelante. Esa negociación deberá cerrarse antes de avanzar con las perforaciones exploratorias.
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