El secretario general del gremio de la construcción calificó como “un fracaso” la temporada de obra pública por el nivel de ocupación de mano de obra y el estancamiento de muchas por falta de pago, según argumentó. Desde la Cámara de la Construcción habrían decidido “cortar el diálogo” con la Ministra Gabriela Castillo y dirigirse directamente al gobernador. Cuestionó la supuesta digitación de obras, como el caso de la ampliación del muelle de Ushuaia, adjudicada a la empresa que “más caro cotizó”, mientras que la de menor oferta, que fue Cóccaro junto a una socia nacional, quedó de lado. Para el dirigente hay animosidad con Cóccaro en particular por su relación con la ex gobernadora Bertone. También fue crítico del Municipio de Río Grande por tomar una empresa de Buenos Aires para hacer la bicisenda, en lugar de dar trabajo a las locales, que emplean mayor mano de obra.
Río Grande.- El secretario general de la UOCRA, Julio Ramírez, evaluó por Radio Universidad 93.5 la temporada de obra pública y la calificó como “un fracaso”. Se mostró desilusionado y expuso que los desocupados siguen con la misma desesperación de la pandemia cuando, en función de los anuncios, esperaban tener todos trabajo.
El fin de semana realizó una recorrida por distintas obras en marcha en la ciudad, como la planta de tratamiento de la margen sur, que “no está con el avance que debía tener. Quedé un poco desilusionado porque va a ritmo muy lento. Es una obra que tendría que tener 20 ó 30 trabajadores y están con 8 ó 10 personas”, dijo.
Esta obra la realiza la empresa Cóccaro, con la que tiene una importante deuda el gobierno. La ministra Castillo dijo que iba a cancelar deudas para poder reactivar obras hace algunas semanas. “Quisiera saber qué semana es la que dice la ministra que va a pagar. Ella habla la semana que viene, pero no sabemos de cuándo. Ese es el problema de las empresas. Yo necesito trabajo, no que me diga que le va a pagar a las empresas en una semana y según ellas no reciben nada”, fustigó.
“En toda la provincia no estamos llegando a un 60% de los trabajadores ocupados, contando las tres ciudades, y serán 500 trabajadores como máximo en toda la isla de un padrón de mil”, estimó.
Demoras y más demoras
Citó que en el hospital de Río Grande “se anunció que salió adjudicado y empezábamos la obra. Eso pasó hace un par de meses largos y la empresa no empieza a trabajar todavía. Yo les pregunto cuándo van a empezar y me dicen que cuando les den el anticipo financiero. Se ve que no se lo dieron todavía y están dando vueltas, porque estoy seguro de que si la empresa tiene la plata empieza a trabajar”.
Consultado acerca de si hay diálogo con la ministra Castillo, reveló que “la Cámara de la Construcción cortó el diálogo con la ministra y se dirige directamente al gobernador. Esas son las versiones que tengo de empresas que no voy a dar el nombre y me lo dijeron. Esto se debe a que no se cumple con lo que dice la ministra. Se ve que las empresas se cansaron y dicen que con la ministra no se puede hablar porque nunca dice la verdad y hablan directamente con el gobernador”.
Con fondos de sobra
Dado que el gobierno cuenta con la autorización legislativa para usar fondos de los bonos y pagar obras, Ramírez no encontró explicación para que no estén desembolsando el dinero. “Esto es así y nosotros tenemos que tomar una definición. La ministra dijo que luego del estudio en el hospital Ushuaia estaba todo bien con las columnas y esa obra ya tendría que haber empezado si está todo bien, pero no empieza. La obra del hospital de Río Grande salió adjudicada –a PROALSA-, salió por la radio y la televisión, y está totalmente parada. La empresa dicen que si no les dan la plata no empiezan a trabajar y no es sólo esa empresa, sino que son todas”, subrayó.
“Con el microestadio, para no pararlo del todo, siguen con el gimnasio a media marcha, mantienen la gente, les pagan la quincena, pero creo que la empresa quisiera trabajar de una forma más acelerada. Volvemos a lo mismo, que según la empresa no le cierran los números para tomar 20 personas más”, dijo.
Laguna Seca y voladuras
También se le preguntó sobre la obra de remediación en Laguna Seca, dado que la semana pasada hubo ráfagas de 80 y 90 kilómetros, y nuevamente voló polvillo en la zona, que se fue hacia el centro de la ciudad. “Eso se podría evitar si le pagaran a la empresa para que termine todo y ponga en marcha las bombas, para que no se levante ese polvo. Mientras no paguen para poner en marcha las bombas y tiren agua, siempre que haya viento vamos a tener este problema”, advirtió.
“La solución es fácil: el gobierno paga, la empresa conecta, hace el trabajo y no vamos a tener más tierra. La obra está terminada, hay que hacer conexiones de las bombas y pagarle a la empresa NACONSUR. A mí me consta que la empresa hizo todo, puso los caños, hizo un montón de cosas, y se frenó al final cuando estaban por terminar. La única manera de evitar que no levante más tierra la laguna es pagarle a la empresa para que conecte las bombas. No sé cuánto le deben, pero lo que me informan a mí es que falta un 10 ó 15% de la obra, pero que si no está la plata no van a conectar”, afirmó.
Agregó que “en el río Pipo empezaron a hacer cordón cuneta en varias cuadras, pero hace una semana vino la orden de Obras Públicas de que se pare la obra. Dejaron 19 personas en la calle porque el gobierno no quiere seguir con el cordón cuneta. Así como esa obra, se pararon siete que estaban en actividad. Las empresas despiden a la gente y empezamos con la desocupación otra vez”.
Ampliación del muelle
Respecto de la licitación para ampliar el puerto de Ushuaia, Ramírez remarcó que “primero ganó Cóccaro con Supercemento, con el mejor precio. Ahora aparentemente no se la quieren dar a Cóccaro sino a Naconsur con una empresa de Buenos Aires. Hay una pelea y Cóccaro plantea para qué licitan, porque sale primero y no se la dan, sino que la adjudican al que salió tercero, que pasó el valor más alto. La decisión la tomó la Dirección Provincial de Puertos con el gobierno, parece que hubo un llamado telefónico y le tocaba a tal la licitación por lo que me comentaron. Para eso, que no liciten. No importa que haya ganado Fulano, la obra es para tal empresa”, criticó.
Explicó que Cóccaro intentó hacer una presentación judicial, pero esto lo obliga a pagar una tasa del 1% de los 900 millones de la obra. La presentación se hizo ante la Dirección de Puertos y están a la espera de que regrese el presidente y se analice en conjunto, dado que ni el presidente ni el vicepresidente de Puertos forman parte de la comisión evaluadora.
“Lo que va a pasar acá es que no se la van a dar al que salió primero. Cóccaro nunca dejó tirada a la gente, siempre trató de mantenerla todo lo que pudo y, si no podía pagar todo, lo pagó en dos veces. Todas las otras empresas no ha hecho ni una cuarta parte de lo que hace Cóccaro. Por eso si hay una adjudicación, ojalá la gane Cóccaro porque toma gente de la bolsa de trabajo del gremio, no tiene inconvenientes. A las otras empresas hay que andar pidiéndoles por favor que nos tomen la gente o hacerles un paro para que tomen la gente de la bolsa de trabajo”, comparó.
Consultado acerca de si cree que hay una persecución política a Cóccaro por su buena relación con Bertone, respondió que “yo pienso que sí y para mí puede ser eso. No estoy seguro pero algo de eso puede haber”.
Un fracaso
Como evaluación de la temporada que ya está en su tramo final, fue contundente: “Yo creo que fracasamos, esperábamos una temporada bien arriba, con mil compañeros trabajando a full por todos lados y estoy muy desilusionado. Para mí es un fracaso porque no se dieron las cosas como debía y no está trabajando la gente como debía. Para mí fracasaron porque la gente sigue desesperada como estaba en la pandemia, tengo un montón sin trabajo que me llaman todos los días y le tengo que dar explicaciones a todo el mundo de por qué no toman gente. Algunos lo entienden y otros no”, manifestó.
Además expuso su malestar con el Municipio de Río Grande por no tomar empresas locales. “El viernes tuve una reunión con el Subsecretario de Obras Públicas de Río Grande y lo primero que dije es que no estamos de acuerdo con la obra de la bicisenda, por 24 millones de pesos, porque viene una empresa de Buenos Aires, que es Dos Arroyos. Es una empresa vial que hace muchos años trabaja en la isla, siempre hizo el arreglo de la ruta 3 y ahora está haciendo 11 kilómetros de asfalto en San Sebastián. Es una empresa nacional muy grande y creo que pagarle 24 millones no le mueve la aguja. Yo planteé que tenemos empresas locales para hacer esta obra y la podríamos haber partido en dos, para tener 20 personas trabajando. Hoy hay dos máquinas con cuatro personas”, lamentó.
“No estoy de acuerdo con que le den obras a empresas de Buenos Aires que se quieren meter a trabajar en la ciudad. Una vez que se meten no los sacamos más. Si es una empresa local, la plata se gasta en Río Grande. Estas empresas de Buenos Aires se la llevan”, observó.
Unión de gasoductos sin avance
Finalmente se le preguntó sobre la unión entre el Gasoducto Fueguino y el San Martín, y todavía no hay ningún avance: “Parte de la plata que le pagaron a la empresa es para que compren los compresores, no es que les dieron 330 millones y se termina la obra. Eso le tenían que dar sí o sí para la compra de los materiales. Con lo poco que sobra la empresa contrató una local que va a hacer un alambrado olímpico y movimiento de suelo en la zona de Las Violetas. Los caños del gasoducto todavía no están comprados y la empresa los tiene que adquirir con el adelanto del 30%. Creo que los van a comprar este mes para empezar a fines de marzo. En esa obra a pleno vamos a tener 40 compañeros pero hoy no tenemos nada. Hay 4 compañeros trabajando con la contratista local en movimiento de suelo. Hasta mediados de marzo no va a pasar nada”, concluyó.
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