El gerente técnico de la Cooperativa Eléctrica explicó que, ante la salida de funcionamiento de la turbina principal, están trabajando con dos más chicas marca Fiat, que son del año ’60 y no toleran una actividad las 24 horas todos los días. Habrá cortes de luz hasta que se logre resolver el problema de fondo y el gobernador está buscando recursos para adquirir un motor reacondicionado, que en un mes y medio podría estar en la provincia. El ingeniero García advirtió que la Cooperativa no tiene posibilidades económicas hoy de afrontar un costo que supera los seis millones de dólares, y enviar a reparar la turbina actual demanda alrededor de cuatro millones, más los meses de espera. Mientras tanto trabajan en paralelo las dos Fiat, la empresa Río Chico está colaborando con generadores propios para bajar su consumo en horas pico, pero no hay garantías de un servicio normal.
Río Grande.- El gerente técnico de la Cooperativa Eléctrica, Ingeniero Walter García, explicó por Radio Universidad 93.5 la situación crítica que se está viviendo en materia de generación eléctrica, tras la salida de funcionamiento de la turbina principal, que hoy es reemplazada con dos máquinas del año ’60.
De hecho ya hubo cortes de luz en la ciudad en los últimos días, debido a la necesidad de parar para ir haciendo ajustes, y la situación se va a mantener en estas condiciones hasta que se pueda instalar un motor reacondicionado, que gestiona el gobierno fueguino.
Indicó que la turbina principal nuestra, que es la General Electric y genera casi 29 megavatios, “tuvo problemas en los circuitos de aceite. Se detectó que un compresor estaba en proceso de deterioro que podía llevar a la destrucción del motor. La decisión fue parar la máquina para poder repararla. El año pasado se mandó a reparar a Alemania otra parte donde había problemas con un rodamiento. Esa parte la manejó la Cooperativa con un leasing y se pudo seguir generando normalmente. Esa parte está repuesta, pero el problema que nos afecta en este momento es un rodamiento del compresor de la otra punta de la turbina. El problema es que este elemento no se puede reparar en la zona e implica mandar a reparar la máquina a un taller especializado y no hay en el continente sudamericano. Hay que mandarla a Estados Unidos o Alemania”, dijo.
“La Cooperativa no tiene manera de pagar esto porque no solamente hay que enviar el equipo, sino que hay un costo mientras el equipo está afuera. Las reparaciones llevan cuatro o cinco meses porque entran en línea de espera. Esto implica que uno tenga que alquilar una turbina igual a la que se manda hasta recibir la reparada. Son cuatro o cinco millones de dólares por la reparación”, estimó.
Como alternativa se analiza “la compra de un motor reacondicionado con garantía de General Electric, que cuesta seis millones y medio. Conviene comprar un motor nuevo reacondicionado, con garantía, y esto permite quedarnos con un motor de repuesto. Cuando se repare el motor que hoy tiene problemas va a quedar como reaseguro del servicio. No tenemos otra fuente de suministro que no sea la generación propia”, señaló.
Costos imposibles
El ingeniero detalló lo que implica enviar a reparar la turbina, no sólo por el peso del motor, que “es de cuatro o cinco toneladas”, sino por “el volumen, porque requiere un contenedor de 40 pies. Tenemos que mandar un contenedor especial para que la turbina no se deteriore, con amortiguaciones, y por vía aérea para no perder tiempo. Esto tiene costos importantes de flete, más la reparación y el tiempo que hay que mantenerse generando sin la máquina activa”, explicó.
Comparó la reparación anterior, que “costó 900 mil dólares y la Cooperativa lo está costeando con fondos propios, a través de deuda, pero ahora estamos hablando de cuatro millones de dólares y es imposible pagarlo con recursos propios”.
Pensar en una turbina nueva todavía es más complicado, porque implica como mínimo 22 ó 23 millones de dólares.
Los paliativos
Dado que la General Electric produce 29 megas, se le consultó cómo se reemplaza. “Tuvimos que poner en marcha las dos Fiat, que son de 16 megas cada una. Las dos juntas reemplazan a esta. Desde el 20 de enero estamos en la misma situación y las dos Fiat están trabajando en reemplazo de la turbina parada. Si alguna de las Fiat se nos queda, no tenemos otra alternativa para generar”, sentenció.
Reconoció que es “como estar sin rueda de auxilio. Estos dos días falló una Fiat y no tenemos manera de dejarla afuera para revisarla porque no tenemos con qué cubrirla. La vamos reparando en los minutos que tenemos entre que arranca y para”.
“Con el gobernador estamos trabajando desde el primer día y estamos viendo la adquisición de una turbina semi nueva que podría estar en un mes y medio en Río Grande. Con eso se normaliza la situación y, en el momento que se pueda, se mandará a reparar el motor de la turbina grande, y nos quedaremos con dos motores”.
Colaboración de Río Chico
Respecto del consumo actual y los picos del año, indicó que “a nivel de demanda de la ciudad, tuvimos 53.2 megavatios de pico en el mes de julio. En ese momento pusimos a funcionar una de las dos Fiat para ayudar a la General Electric. Este año probablemente esa marca va a ser superada porque hay una demanda mayor, hubo más actividad en enero y febrero y esto va a ir creciendo, porque entendemos que va a haber una reactivación y las industrias necesitan producir. Necesitamos solucionarlo lo antes posible para estar preparados para brindar energía”, dijo de esta carrera contrarreloj.
“Lo que necesitamos es un repuesto del motor de la turbina, que cuesta alrededor de seis millones de dólares, reacondicionado. Una turbina nueva ronda los 22 ó 23 millones de dólares. Nosotros estamos suministrando toda la energía necesaria mientras las máquinas Fiat funcionen. La empresa Río Chico, que está enfrente de la usina, nos da una mano importante en los picos, al mediodía o la noche, cuando tenemos mucha temperatura, porque al tener 15 ó 16 grados de temperatura estos días, las turbinas rinden menos. Ellos bajan su consumo para que podamos alimentar a la ciudad, y la verdad es una mano grande. En situación normal ellos se alimentan totalmente de nuestra usina. Por contrato con sus clientes tienen que tener un backup con generación propia. En este momento nos viene muy bien porque gracias a esa generación pueden bajar su consumo en horas pico”, destacó.
En resumen, los cortes del domingo y lunes se debieron a problemas con las máquinas Fiat, “que son muy nobles pero son del año ’60 y no están preparadas para funcionar todas las horas del día, todos los días. Tenemos algunos inconvenientes, que no van a ser graves, pero podemos tener cortes que van a deteriorar la calidad del servicio. Estamos expuestos a eso”, previó el ingeniero.
“El presidente de la Cooperativa está en permanente contacto con el gobernador y entiendo que ahí está la posibilidad más grande de una solución. Le hemos presentado las opciones técnicas al gobierno, pero no tenemos la plata, y el gobierno está buscando la forma de conseguir los fondos”, concluyó.
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