El ingeniero Enrique ‘Quique’ Schoua, ya jubilado y quien hoy no tiene ninguna relación ni interés con la industria local, brindó una visión totalmente objetiva de la importancia de preservar la promoción industrial en Tierra del Fuego. “Cuando abundaba la oferta de empleo, muchos calificaban a Tierra del Fuego como ‘la isla de la fantasía’. No es fantasía tener un buen trabajo bien remunerado, es un derecho”, remarcó Schoua, quien entendió que las gestiones de la Ministro Sonia Castiglione con su par nacional Matías Kulfas “es tardío” y que la ampliación de la matriz productiva tantas veces declamada “debe ser incorporada de una vez” .
Río Grande.- El ingeniero Enrique ‘Quique’ Schoua, quien es considerado un actor de la industria electrónica fueguina en su tiempo, brindó por Radio Universidad 93.5 una visión objetiva de la realidad del sector y de la importancia capital de mantener la promoción industrial.
Observó que el Estado “no es que tenga que poner dinero, sino que deja de percibir ciertos impuestos para alentar la radicación de empresas”. Schoua estuvo en Panoramic en Ushuaia en 1977 y luego se pasó a Dewo.
“Las políticas de promoción industrial tuvieron su aparición a nivel mundial, como uno de los intentos para salir de la gran depresión de los años 30”, recordó.
En ese sentido, puntualizó que “los Estados Unidos y el Reino Unido fueron los precursores en la materia, con el objeto de subsanar los problemas económicos, en particular la elevada tasa de desempleo de las regiones más deprimidas o desfavorecidas por su alejamiento de los grandes centros urbanos”.
Ante la consulta de la promoción económica en Manaos Brasil y la de Tierra del Fuego en nuestro país, observó que “ambas nacieron por una norma de promoción, en el caso de Manaos fue por el Decreto Ley 288 de 1967 cuando se crea su Zona Franca con el objeto de transformar un páramo selvático en un moderno polo de desarrollo industrial, comercial y agropecuario, generador de empleo y empresas para fortalecer la economía regional y asegurar la integración de esa zona fronteriza al resto del territorio brasilero”.
Recordó que esa zona brasileña vivía de la industria del caucho, “pero cuando este producto comienza a caer, se vieron en la necesidad de promover la industria a través de una promoción”.
Reparó que “la población de Manaos crece rápidamente de 42.000 habitantes en 1967 a 2.300.000 en la actualidad. Más de 800 empresas, instaladas en el parque industrial, crean 120.000 empleos entre directos e indirectos. Allí se encuentran instaladas Panasonic, Toshiba, Honda, Fuji, Goldstar, Gillete, Coca Cola, Yamaha, entre las más importantes”.
“La SUFRAMA (Superintendencia de la Zona Franca de Manaos es el ente autárquico (público-privado) que administra y controla el cumplimiento de las normas a cumplir por las empresas instaladas al amparo del régimen de promoción”.
“En nuestro País, en 1972 (durante el gobierno del general Agustín Lanusse) se crea por ley 19640 el Área Aduanera Especial (AAE) de Tierra del Fuego, con el objetivo de poblar esa zona geopolíticamente sensibilizada por litigios limítrofes”.
Agregó que “recién comenzó a tener efecto a partir de 1976 con la idea de nacionalizar el territorio fueguino que en ese tiempo tenía unos 13.500 habitantes”.
“El desarrollo de ambas zonas fue totalmente dispar, mientras en Manaos crece en industria y mano de obra, en Tierra del Fuego creció la desocupación porque nosotros entre 1988 y 1989 (finales del gobierno de Raúl Alfonsín) teníamos en la industria entre 8 a 10 mil empleados directos. Hoy, 30 años después, tenemos 11 mil, es una vergüenza, es nada”, lamentó.
Agregó que “nosotros debimos haber mantenido la ocupación en Tierra del Fuego y no lo hicimos por mil motivos; primero, por las idas y vueltas y la falta de definición con respecto a la prórroga que se pedía una y otra vez. En la época de Estabillo, por ejemplo, se estaba hablando igual que ahora, cuando el Gobierno nacional estaba en contra de la continuidad del régimen y tal es así que en 1992, por decreto de Menem se derogó la ley, pero debido a la presión popular en Tierra del Fuego, se dio marcha atrás, pero la ley quedó en letra muerta porque bajaron los aranceles de importación, bajaron las exigencias a las condiciones para importar” (ver más abajo).
Todas las comparaciones son odiosas
Schoua observó que “la población de Tierra del Fuego crece de 13.700 habitantes en 1972 a 173.000 en 2020. Actualmente cuenta con 60 empresas que generan 11.000 empleos directos”.
“Una serie de acontecimientos debido a una política de Estado inexistente, plagada de idas y vueltas hacen mella en el fin perseguido en Tierra del Fuego, que experimentará una trayectoria muy diferente a la de Manaos”.
“En 1976, comienzan a instalarse las primeras plantas en Tierra del Fuego. Si bien la ley de promoción fue promulgada en 1972, el proceso de presentación de proyectos e instalación de plantas en nuestra actual provincia se inicia luego del golpe de 1976 que de la mano del Ministro de Economía (José Alfredo) Martínez de Hoz y su llamada apertura económica, comienza a hacer estragos en toda la industria electrónica nacional”.
“Las empresas Argentinas subsistentes instaladas en Buenos Aires, ven como único camino para competir con la importación, instalarse en la zona de promoción de Tierra del Fuego. Y así llegan a la isla, Panoramic, Hitachi, BGH, Dewo, Sharp Kenia, ITT Drean, Aurora Grundig, Philco, Noblex, Toshiba, Sanyo, Zenith, National Panasonic, Elecrotrofueguina (Frávega), Digital Fueguina, Crown Mustang, JVC, Nova (Akai), Audio Welton, Karkai, Casio, Mirgor, Famar, Continental, Philips, Solnik, Fabrisur, Textil Río Grande, San Andrés Fueguina, Teo Grande, Australtex, Iatek, Plásticos Río Chico, entre otras”.
“En 1982, la ley 19640, cumplía sus primeros 10 años, y a fin de diciembre, vencía. Para ese año ya estaban instaladas casi todas las plantas de las empresas mencionadas anteriormente. El gobierno del Proceso (Proceso de Reorganización Nacional) no mostraba intenciones de prorrogar el régimen de promoción. El Ministro de Economía Jorge Whebe, no se definía, y faltando 60 días para el vencimiento declara: ‘No vamos a permitir que Tierra del Fuego se transforme en otro Taiwan’. Ese fue el detonante de una movilización masiva de la población fueguina, el 3 de diciembre de 1982, logrando así la primera prórroga del régimen de promoción por diez años más”.
“En 1989, durante el gobierno de (Carlos Saúl) Menem, la ley de emergencia económica Nº 23.697, cierra el régimen de la ley 19640 para nuevos emprendimientos y/o nuevos productos para las empresas existentes y se toman medidas similares a las de la época del proceso, que comienzan a favorecer la importación de bienes, esta vez con Domingo Cavallo en lugar de Martínez de Hoz como Ministro de Economía. Domingo Cavallo se muestra abiertamente enemigo de la industria fueguina”, recordó Schoua.
“En 1991 los impuestos internos que gravaban los productos electrónicos con un 7% para tanto la producción nacional como para la importación, bajan a cero para la fabricación nacional y se mantienen en el 7% para la importación. La condición para mantener esta ventaja para la producción en Tierra del Fuego, era que las empresas suscriban acuerdo que implicaba un compromiso de incremento de los volúmenes a producir, generando así mayor empleo. Las empresas suscribieron el acuerdo, muchas de ellas, endeudándose para aumentar el capital de trabajo. Seis meses después, con el argumento de que ‘alguna empresa’ no habría cumplido con el incremento de producción, el Gobierno nacional deja sin efecto el acuerdo y vuelve a aplicar la tasa del 7% a la producción fueguina de electrónicos”.
“En 1992 Menem deroga el régimen de la ley 19640 por decreto de necesidad y urgencia. Desde el Gobierno nacional se sostiene que la economía de Tierra del Fuego se tiene que reconvertir. Que Tierra del Fuego debe hacer foco en el turismo la pesca y la madera. Si bien el Gobierno provincial aceptaba muy callado el golpe, los sindicatos, -en particular la UOM- luego de fuertes reclamos y movilizaciones populares consiguen que se anule el decreto”.
“En 1994 la profundización de una serie de medidas impulsadas por Domingo Cavallo, que sostenía que eliminando las exenciones impositivas de la promoción industrial se podría mantener a toda la población fueguina cobrando sueldo sin trabajar, dejan la ley de promoción en letra muerta debido a la apertura indiscriminada de importaciones, la baja de aranceles, la eliminación de los aforos aduaneros, lo que junto con las altas tasas de interés, el atraso cambiario, y la laxitud de los controles de la Aduana nacional. Todo lo cual afecta muy negativamente en las economías de las empresas promocionadas”.
“En1995, la crisis derivada del contagio de la devaluación mexicana denominada ‘Efecto Tequila’, hace estragos en las famélicas economías de las plantas fueguinas y así se inicia la debacle: cierran sus puertas, Drean, Dewo, National Panasonic, Toshiba, Akai, Noblex, Sony Continental, Aurora Grundig, Zenith, Sharp Kenia, San Andrés Fueguina, Viscosud, Teo Grande, Karkai, Crown Mustang, entre las más importantes.
Ese mismo año, el Ejecutivo nacional promulga el Decreto 479/95, denominado, Sustitución de Productos, el cual suponía un paliativo, ya que como la ley de emergencia económica no permitía la aprobación de nuevos productos para las empresas existentes, de esta forma estas podrían tener la posibilidad de sustituir un producto aprobado que tecnológicamente estaba obsoleto, por un nuevo producto. Pero no produjo resultados por lo siguiente:
1) Para acogerse a este decreto las empresas interesadas debían restituir su dotación a los valores de 1993. Este requerimiento fue un condicionante muy fuerte, dado que en 1993 la UOM sola contaba con más de 6.000 afiliados, y en 1995 ya había caído a 1.600, producto de la crisis y de las medidas de apertura indiscriminada de importaciones con aranceles bajos, y sin precios de referencia, es decir sin aforos aduaneros. Por lo tanto muy pocas empresas estaban en condiciones de cumplir este requerimiento, y de aquellas que se animaron a comprometerse a cumplirlo, con tal que se les apruebe alguna sustitución, nunca llegaron a poder hacerlo, haciéndose pasibles de sumarios y cuantiosas multas por incumplimiento.
2) Los tiempos de aprobación de los proyectos presentados, promediaron los 300 días, contados desde la fecha de presentación hasta la aprobación por la Secretaría de Industria de la Nación. Ejemplo fuera de este promedio Audio Welton 600 días para aprobar las sustitución de audio por TV. Siendo que el plazo para expedirse era de 30 días hábiles. Pero la Secretaría de Industria podía interrumpir este plazo, cada vez que requería alguna aclaración sobre el nuevo producto.
3) Los productos a sustituir y los nuevos a producir debían ser de la misma familia. Por ejemplo no se podía sustituir equipo de audio por un micro ondas, ya que uno es un electrónico de entretenimiento y el segundo un electrodoméstico.
Así las cosas, solo se aprobaron 23 proyectos de sustitución. Y al sustituir un producto que debe dejar de producirse por uno nuevo a producir, no se generan nuevas fuente de trabajo, sino que a lo sumo se mantienen”, detalló el ingeniero Enrique Schoua.
“En 1998 la crisis derivada de la caída de los 4 tigres de oriente (Korea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur) y la fuerte devaluación de Brasil, hace caer el consumo, y deteriora aún más la estabilidad económica de las empresas fueguinas”.
“En 2001 Continúa el cierre de empresas, debido a la crisis generada por la salida de la convertibilidad, y por el incremento de los impuestos internos que del 7% pasaron a ser del 17%: Cierran Philco, Olimpic y Audio Welton, Auduvic (JVC) se presentan en convocatoria cerrando sus puertas tiempo después. Cae así fuertemente la cantidad de empleados en toda la industria Fueguina llegando apenas a 900 personas. Pasando así del pleno empleo a la tasa de desocupación más alta de todos los tiempos cercana al 35%”.
“En 2003 el Poder Ejecutivo Nacional promulga el Decreto 490/2003, que fija un plazo hasta el 31 de diciembre de 2005 para que puedan presentarse nuevos proyectos industriales, o nuevos productos para las empresas existentes. Durante este período, la depresión era tal que se presentaron, aprobaron e instalaron solo cuatro proyectos fabriles: Brigthstar (celulares), Carrier (Aire Acondicionado), Aires del Sur (Aire Acondicionado Electra) y Digital Fueguina (Garbarino)”.
“En 2005 se comienza a recuperar la producción fueguina debido a un leve repunte del consumo interno, las cuatro empresas nuevas que se instalaron por el Decreto 490/2003 y el hecho de que la tasa de Impuestos Internos del 17% que gravaban los productos electrónicos, baja al 7% para la producción fueguina, pero se mantiene en el 17% para la importación de productos terminados, por lo que inclina la balanza en favor de la producción nacional, debido a esa diferencia de 10% en menos, y sumando a esto la apertura del régimen para producir computadoras, netbooks, notebooks, monitores, continua en alza la producción fueguina”.
“En 2013 la industria de Tierra del Fuego llega a emplear unas 16.000 personas.
En 2015, comienza de nuevo el embate contra la promoción en Tierra del Fuego. La nueva administración, pone en marcha el plan de achique, poniendo en foco los viejos mitos: El costo fiscal y el proceso de ensamblado presentado como producción nacional. (Oscar) Aguad, siendo Ministro de Comunicaciones, sin saber ni de qué se trata, sostiene que Tierra del Fuego es un problema. Federico Sturzeneguer, sostiene que abriendo más el grifo de las importaciones mejorarían los precios al consumidor.
En 2016, Enrique Szewach, el 8 de agosto de 2016, siendo Vicepresidente del Banco Nación, repite las mismas consignas de Domingo Cavallo: Eliminando el régimen de promoción se puede mantener a todos los empleados de las fábricas cobrando $50.000 sin trabajar. Llegando a decir que como el 25 % del costo fiscal equivale al valor de los sueldos de los operarios de las empresas fueguinas, pagándoles el sueldo todavía sobran $15.000 millones para el fisco nacional”.
“En 2017 comienzan a bajar los aranceles de importación de los electrónicos, y en particular el 32 % que gravaba a las computadoras, notebooks y monitores, desde el Gobierno planean bajarlo a la mitad (16%), pero finalmente lo bajan a cero, y así cierran de un día para otro, todas las fábricas que producían estos productos. Sumado a esto, bajan los impuestos internos a cero. A los productores fueguinos del 7% se les baja al cero. A los importadores del 17% se les baja al cero. Cero por ciento para todo el mundo. Se pierde así esa ventaja del 10 % en favor de la producción nacional, y la importación re conquista una importante porción del mercado”, lamentó.
“Entre 2018 y 2019, en dos años la población empleada en fábricas baja de 16.000 a 11.000 personas. Marcos Peña sostiene que Tierra del Fuego se tiene que reconvertir; que hay que cambiar la matriz productiva; que Tierra del Fuego tiene que vivir del turismo, de la pesca, de la madera y de la logística de la Antártida. Que la reconversión de la matriz productiva en marcha compensará los puestos de trabajo perdidos. Cosa que nunca sucedió. El economista Lucas Llach oficializado vicepresidente del Banco Central de la República Argentina, se suma a los que cuestionan la continuidad del régimen. Es la misma persona que el 2 de abril de 2012 escribió en su cuenta de twitter: ‘Yo entregaría no sólo Falklands, sino todo Tierra del Fuego a England, así nos sacamos ese apéndice que le encarece la vida al pueblo’. Parecería no ser el único en compartir este pensamiento”.
“En 2020 vuelve a cambiar la administración. Matías Kulfas Ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, sostiene que si bien la ley de promoción tuvo como objetivo afincar en Tierra del Fuego población argentina, esto ya estaba cumplido, y que el problema era el gasto de divisas que el funcionamiento de las plantas genera, habida cuenta de que la mayoría de los componentes, partes y piezas, son importadas. Es obvio que lo que no entienden es que, si en lugar de producir en Tierra del Fuego se importan los productos terminados, las divisas también se gastan”.
“El Gobierno actual (PJ) al igual que la administración anterior UCR/PRO, se muestra esquivo respecto de la continuidad del régimen que vence en 2023. Ningún funcionario público de la nueva administración, ahora kirchnerista aboga en favor de la continuidad de la promoción industrial fueguina”.
“La Unión Industrial Fueguina, no quiso enfrentarse con el gobierno de Macri, y con el de Fernández tampoco. Todo el 2020 se fue, y no pudieron conseguir del Gobierno la extensión del régimen como lo hizo Brasil en Manaos hace ya mucho tiempo, extendiéndolo hasta el 2073”.
“Los impuestos Internos de los productos electrónicos vuelven a cambiar. Nuevamente se aplica el 7% para la producción fueguina y el 17% para la importación. Es el tercer cambio en tres años”.
“En 2021, continúa el Gobierno sin expedirse respecto de la continuidad del régimen de promoción. El Presidente de la Nación de visita en la ciudad de Río Grande, expresa respecto de este tema: ‘Tierra del Fuego tiene que dejar de necesitar la ley de promoción 19640’, queda claro que la traducción es, que el Gobierno no tiene en sus planes prorrogar el régimen de promoción más allá de 2023”.
La ‘Aduana Paralela’
Schoua abundó sobre la derogación el régimen de la ley 19640 por decreto de necesidad y urgencia del entonces presidente Carlos Menem. “No existían más los precios de referencia; es decir, los aforos aduaneros. Un importador podía ingresar un televisor a 20 dólares con el argumento de que eran colas de producción o productos discontinuados. Lo que era mentira y por lo tanto pagaban muy bajos aranceles y precios irrisorios. Esa importación descontrolada generó la destrucción del empleo local y estoy hablando de lo que se importaba por derecha. Por izquierda, sin embargo, estaba ingresando a la Argentina mediante lo que se denominó la ‘Aduana Paralela’, diez kilómetros de contenedores por día, mercaderías que eran introducidas a nuestro país por contrabando cien por cien; se confeccionaban en una imprenta las estampillas y los despachos de importación y así se revendía esa mercadería contrabandeada. El resultado fue el cierre de muchas fábricas fueguinas”.
“Eso provocó que los 8 ó 10 mil empleados que teníamos a fines de los ’80s sea prácticamente igual a los que tiene la industria hoy, pero con la novedad de que la población se multiplicó. Hoy tendría que haber 20 ó 30 mil empleados directos en la industria fueguina”, planteó.
“La dirigencia política no hizo nada para sostener el empleo fueguino”
El ingeniero Enrique Schoua cuestionó severamente a la dirigencia política por no sostener los niveles de empleo. “No hicieron absolutamente nada, en cambio lo que sí hicieron, fue generar empleo público que tenemos que pagar entre todos. Por ejemplo, un legislador en los ’80s, tenía cada uno un solo empleado a cargo; cada bloque tenía una sola oficina; no había despilfarro de gastos como hay hoy cuando los legisladores viajan para todos lados; una vez viajaron a Canadá para traer una refinería de petróleo para HIFUSA porque teóricamente íbamos los fueguinos a producir combustibles de uso corriente, en cambio solo generaron una Sociedad Anónima del Estado con directores que estuvieron diez años cobrando sueldos sin que se generara un solo litro de combustible”.
“Hoy los legisladores fueguinos son los más caros del país, con más de cinco millones de pesos por legislador”.
Dijo que “lo que sobresale es que nadie tiene apuro. Ni la Nación ni la Provincia. Parece ser que nadie está preocupado, excepto los 9.000 desocupados de Tierra del Fuego. Tranquilamente se puede definir ya, la continuidad del subrégimen industrial por 10 años tal como está. Y si surge alguna actividad nueva a incorporar al régimen, se podría estudiar y elaborar luego”, entendió.
Finalmente dijo que “tenemos la tasa de desocupación más alta del país y no escucho a ninguna fuerza política hablar sobre el tema y actuar en consecuencia. Gobernar es poblar y también crear trabajo. Tener trabajo no es una fantasía, es un derecho”.
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