Tierra del Fuego, provincia más austral de Argentina, apunta a crear un Polo Logístico Antártico para fortalecer su presencia en el continente blanco. Andrés Dachary, secretario provincial a cargo de asuntos de la Antártida, dijo a Sputnik que el emprendimiento también será clave para defender los recursos naturales antárticos y del Atlántico Sur.
Ushuaia.- Argentina es una verdadera potencia en la Antártida. De los 14 millones de kilómetros cuadrados del continente blanco, el país reivindica su soberanía sobre un territorio de 1,4 millones de kilómetros cuadrados, de los cuales más de 965.000 son de tierra firme y en las que se asientan nada menos que seis bases científicas permanentes y otras tantas temporales.
El territorio es, además, una zona clave de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, la más austral del país y que incluye al Sector Antártico Argentino dentro de sus límites y sus planes estratégicos. En ese marco es que, tras más de un siglo de presencia ininterrumpida en la Antártida —la primera base argentina se instaló en 1904— Tierra del Fuego aprieta el acelerador para construir en su capital, Ushuaia, un Polo Logístico Antártico que puede tener un impacto crucial en el Atlántico Sur.
¿Qué es un polo logístico antártico?
Conocida como la puerta de entrada a la Antártida, Ushuaia se encuentra a unos 1.000 kilómetros del continente blanco. «Cuando uno habla de 1.000 kilómetros parece una distancia importante pero obviamente la proximidad del continente antártico al resto de los continentes tiene otras dimensiones», explicó a Sputnik Andrés Dachary, secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales del Gobierno de Tierra del Fuego.
Por eso, desde hace décadas, la provincia argentina tiene el sueño de «capitalizar» de mejor manera la ubicación estratégica de Ushuaia para científicos y demás proyectos que tienen la Antártida como base, anotó Dachary.
En efecto, si bien la capital fueguina ya es un punto logístico importante para varios programas antárticos, las autoridades provinciales tienen la convicción de que «hay toda una posibilidad de incrementar la infraestructura» para mejorar los servicios que la ciudad puede ofrecer a esos emprendimientos.
Según Dachary, es posible que Ushuaia ofrezca «más y mejores muelles, servicios portuarios, zonas aduaneras primarias y servicios de abastecimiento de combustible». La idea de un polo logístico con los ojos puestos en la Antártida también debería incluir, de acuerdo al funcionario, «un espacio multimodal en el que puedan interactuar transportes aéreos, marítimos y terrestres».
Instalar un polo logístico en la capital de Tierra del Fuego permitiría reducir el traslado que deben realizar los aviones Hércules de la Fuerza Aérea Argentina que abastecen a las bases argentinas en la Antártida. Hasta ahora, las aeronaves militares que van hacia el continente blanco deben partir desde Buenos Aires y realizar una escala en Ushuaia o, en ocasiones, en Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, más de 500 kilómetros al norte.
Desde el punto de vista logístico, el polo logístico no solo abarataría los costos de asistir a las bases argentinas sino que, según prevé Tierra del Fuego, habilitaría a Ushuaia a proveer servicios a delegaciones antárticas de otros países.
La Antártida, una cuestión geopolítica
Concretar la construcción de un Polo Logístico Antártico permitirá, según Dachary, «ampliar la matriz productiva» de la provincia más austral de Argentina, de forma de generar oportunidades económicas en un momento en que el país sudamericano requiere superar el impacto de la crisis provocada por el COVID-19.
Sin embargo, el secretario provincial reveló la existencia de otros dos objetivos que se conjugan en la base del proyecto, y que trascienden a lo económico. Uno de ellos es incrementar las comunicaciones entre la Antártida y Ushuaia para reforzar «la integralidad territorial» de la provincia, que suma al territorio continental argentino su jurisdicción sobre la Antártida Argentina y las Islas Malvinas.
Dachary remarcó, en ese sentido, la importancia de «trabajar el concepto de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur como un todo y no como departamentos disociados».
Malvinas: los británicos también quieren su polo
La urgencia de construir el Polo Logístico Antártico tiene que ver con los planes británicos en las Islas Malvinas, que hacen parte de la provincia de Tierra del Fuego pero que se mantienen ocupadas por el Reino Unido desde 1833. Dachary explicó que el proyecto serviría para «complejizar las tareas que están haciendo los británicos en Malvinas, donde se está haciendo un esfuerzo similar, obviamente con una lógica de competencia».
En efecto, los británicos proyectan la construcción de una terminal portuaria de 400 metros por 60 metros en Puerto Argentino (denominado por los británicos como Puerto Stanley) destinada a funcionar como polo logístico con vistas a la Antártida y el Atlántico Sur. El proyecto, que requeriría una inversión de 85 millones de dólares, permitiría operar a buques de agua y combustible y estaría operativo en 2024.
Dachary advirtió que permitir que los ocupantes británicos de las Malvinas desarrollen servicios logísticos para proyectos antárticos no solo crea «el riesgo de que nazca un nuevo actor» en la vida antártica sino que también alentaría a los británicos «cada vez más a perpetuarse en esa parte que tienen invadida de nuestra provincia».
Por si fuera poco, tanto la Antártida como el Atlántico Sur aparecen cada vez más como una zona del planeta apetecible para las grandes potencias del mundo.
El secretario del Gobierno fueguino recordó, además, que en 2048 podría rediscutirse el Protocolo Ambiental del Tratado Antártico permitiendo, quizás, la explotación de recursos naturales en el continente blanco, algo vedado por el momento.
Para Dachary, tener en consideración estos aspectos permite comprender «por qué una intervención de estas características, que en primera instancia tendría que tener solo una dimensión nacional, pasa a tener una dimensión geopolítica, con representantes públicos y privados de distintos países, con intereses en conflicto».
¿Participación de China o Rusia?
La idea de Tierra del Fuego de avanzar en un Polo Logístico Antártico no pasó inadvertida en el concierto internacional. La posibilidad de que capitales chinos intervengan en el proyecto incomodó a Estados Unidos, que según consignaron medios argentinos intentó hacer gestiones para evitar el avance de Pekín en territorio austral.
Sin embargo, el Gobierno de Tierra del Fuego reafirmó su decisión de llevarlo a cabo, en sociedad con el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas. El propio presidente Alberto Fernández colocó al proyecto como una prioridad durante un encuentro de camaradería con las Fuerzas Armadas argentinas, el 16 de julio de 2021. «Se avanzará en la construcción del Polo Logístico Antártico en la ciudad de Ushuaia, de manera que pueda ser aprovechada su estratégica ubicación geográfica para abastecer a las bases antárticas nacionales de forma rápida y eficiente», indicó.
Dachary puntualizó que, por el momento, el proyecto se encuentra en la etapa de «acceso al financiamiento» necesario, en un emprendimiento que podría llegar a totalizar una inversión de más de 200 millones de dólares.
De todos modos, el monto total requerido dependerá de cuál es el proyecto final que se concreta en la capital fueguina. «Contamos con más de un proyecto: uno en un espacio tradicional y otro con tierras ganadas al mar. Son dos alternativas muy interesantes», indicó.
Además, el proyecto podría variar dependiendo de si logra complementarse con otras iniciativas a estudio de las autoridades argentinas como el traslado de la base del Área Naval Austral, repartición de la Armada Argentina dedicada a la custodia de los pasajes bioceánicos y las operaciones argentinas en el continente blanco.
Dachary remarcó que el capital público de la provincia de Tierra del Fuego será parte fundamental del proyecto, aunque no en su totalidad. Por eso, el gobierno provincial apunta a financiar el polo con una asociación público-privada, mecanismo que ya ha captado la atención de los gobiernos y empresas de países como China y Rusia, con quienes las autoridades fueguinas ya han mantenido reuniones.
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