El propietario de la Estancia Pirinaica expuso la situación del sector, frente a la imposibilidad de hacer uso del suelo donde hay bosque, por la marcación en rojo en su mayoría de los que están en tierras privadas, sin ninguna compensación a cambio. Aseguró que con cada relevamiento se extiende más esta marcación en rojo “y nunca bajamos de categoría”. También remarcó que hace 25 años vienen luchando contra los perros asilvestrados, que se han comido “más de la mitad” del ganado lanar. El castor es otra plaga que no se logra combatir y en su caso ocupa el 12% de la estancia, con el riesgo que implica la parasitosis propia del animal, que se vuelca a los cursos de agua. El viernes hubo una reunión con la Ministra de Producción para efectuar los planteos y avanzar con el laboratorio de genética, un tema sobre el que ya avanzó la estancia con grandes perspectivas de exportación y generación de mano de obra.
Río Grande.- El propietario de Estancia Pirinaica, Jorge Sevillano, expuso por Radio Universidad 93.5 la problemática del sector y las perspectivas de desarrollo a partir de la puesta en marcha del laboratorio de genética, que quedó trunca en la gestión Ríos.
“Nos tuvimos que reconvertir a la actividad bovina hace unos seis años, debido a los perros asilvestrados, que se comieron la mitad de la población lanar de la provincia. No es tan rentable como la actividad ovina y de hecho los números no cierran de ninguna manera. A raíz de eso hubo pérdida de trabajo, reestructuraciones y un aprendizaje de manejo distinto”, dijo.
Indicó que dentro de la estancia tiene zonas de bosque que no puede tocar, por la clasificación realizada por el gobierno de la provincia, que seguiría avanzando con la categorización 1. “La ley nacional se promulgó en 2008 y hay una ley provincial de bosques que regula el uso y el manejo. Con la ley nacional y la regulación de la provincia se da una restricción al uso dominial de la tierra. Ningún titular en que tiene pastoreo la isla hizo estragos con el bosque. Seguramente en los 150 años de historia ganadera de la provincia se han cometido errores, pero menos gravosos que los del sector maderero, que no hacen bien el trabajo con las herramientas que tienen. Son los errores que comete cualquier persona que hace algo”, expresó.
“El bosque es un techo que da la naturaleza, que da pastoreo y nadie lo quiere destrozar ni mal utilizar, mucho menos destruir. Hay una conciencia ambiental respecto del bosque en el sector. Desde el 2012 tenemos una restricción dominial, con la categoría 1, que es el famoso color rojo. Ahí no podemos entrar ni hacer uso ni aprovechamiento del pasto. Entiendo que se restrinja el uso del árbol, que es un recurso de la provincia, pero no del suelo. Esto genera conflictos”, advirtió.
Recordó que “el 60% de la masa boscosa es de la provincia y eso no se da en ninguna otra parte del país. En la reglamentación de la ley provincial se hace un uso distinto de los recursos que fija la ley nacional. La provincia optó por hacer un consejo consultivo y los fondos se designan a través de un plan de manejo. El Estado tiene la facultad de aprobar o no ese plan. Se escucha al consejo consultivo pero la potestad es del Estado. El único que está explotando el bosque en forma privada es Lenga Patagonia, porque no hay ningún establecimiento rural que hoy tenga dentro explotación forestal”, afirmó.
“Hace unos días hubo una reunión que generó el Ministerio de Producción a través de la Asociación Rural. Con otro grupo de gente buscamos otra reunión aparte, porque los titulares con bosque somos 16. El viernes estuvimos en esta reunión con la Ministra Castiglione, también estuvo Leonardo Collado y un par de funcionarios de gabinete. Nadie desconoce la ley, pero lo que se plantea es que es una exageración la marcación en rojo en un predio privado”, expuso.
“Para cortar un árbol se necesita autorización del Estado, aunque sea un establecimiento privado, porque el bosque es un recurso del Estado y de eso somos conscientes. Lo que es un abuso es que en la parte privada la marcación sea en categoría 1, porque inhibe el uso, el pastoreo, y sigue el flagelo de los perros asilvestrados. Es un tema que se trata en cuanta oportunidad hay, porque ya comieron la mitad del ganado de la provincia”, reiteró”.
Apuntó que el perro no sólo ataca las ovejas sino a los terneros. “Hace unos tres años encontramos hacienda bovina arrasada por perros asilvestrados y también destrozan a los guanacos. Nadie le pone el cascabel al gato a este tema, aunque hay presupuesto y hay leyes; y si yo mato un perro asilvestrado me hacen una denuncia penal, pero nadie se responsabiliza por el daño que provocan”, cuestionó.
“El guanaco hasta hace un tiempo era una especie protegida y, si alguien choca un animal mío en la ruta, la responsabilidad es mía por la marca; pero si alguien choca un guanaco, que es común según la época del año, la responsabilidad no es de nadie. En realidad el responsable del cuidado del animal, ya que es protegido, es el Estado, pero ese mote no se lo pone nadie. Hay un estudio en la provincia que dice que la población de guanacos es de 35 mil individuos”, estimó.
También dio cuenta de la revisión quinquenal de la marcación del bosque y dijo que “siempre es por más, nunca por menos. Esto quiere decir que, si el ingeniero consideró que deberían haber marcado una zona de rojo, en la próxima revisión va a ir por más. De categoría no se baja nunca”.
Laboratorio de genética
Por otra parte se le preguntó sobre los avances en genética bovina en la estancia. “En Pirinaica arrancamos con un plan de genética en 2015. Cacho –Sevillano- había arrancado con un plan de mejoramiento genético a través de inseminación artificial y yo di el paso siguiente, de la mano de cabaña Las Tranqueras, que tiene una trayectoria impecable y me han dado una gran ayuda. En la gestión de Fabiana Ríos se habían logrado los fondos a través de la Asociación de Criadores de Hereford para armar el laboratorio de genética en la provincia. La ventaja que tenemos en Tierra del Fuego es la calidad sanitaria, que abre las puertas a cualquier parte del mundo”, destacó.
“Yo tengo congelado el semen de un toro de primera línea que ganó en Palermo en 2018. Este año empezamos a sacar embriones nosotros, independientemente de la provincia, y esto abre la puerta a poder exportar y agregar una cantidad de mano de obra que no existía, porque requiere de técnicos y de veterinarios especializados. La provincia tiene condiciones especiales por ser libre de brucelosis y de aftosa, y esto abre las puertas para poner genética en cualquier parte”, aseveró.
En el caso de Chile “hay una restricción sanitaria y la genética argentina les llega a través de Canadá. Es un tema de buena voluntad poder destrabar esto. Hay un mercado para trabajar y generar un montón de mano de obra paralela, independientemente del productor. Es una forma de agregar más puestos de trabajo”, expresó.
Agregado de valor
Respecto de la posibilidad de llegar al autoabastecimiento de carne, planteó las dificultades para el engorde local del ganado y dijo que de hecho mucha carne que entra enfriada de Trelew es de origen fueguino. “En estancia Pirinaica, como en otras estancias, lo que generamos es el ternero, que hoy se está vendiendo en pie a Trelew, donde se produce materia verde. Allí se hace el engorde y luego el animal viene faenado. Parte de la carne que entra enfriada tiene origen en Tierra del Fuego. Un ternero en pie tiene un promedio de 230 kilos, con seis meses, y el valor por kilo en mayo se cerró en 190 pesos, menos flete y gastos aduaneros. El flete debería pagarlo el que lo compra, pero lo terminamos pagando nosotros. Eso lo transforman en 400 kilos en un poco más de seis meses, y lo vuelven a enviar enfriado al valor que ya vemos en las carnicerías”, señaló.
“Acá se produce novillo que se vende a dos o tres carnicerías y está a 160 ó 170 pesos el kilo. En este caso tienen más de 300 kilos y faenados quedan al 50%”, agregó.
Castores y parásitos
Finalmente se refirió a la plaga de castores, que “son una problemática como consecuencia de aplicación de protecciones que no correspondían. Se transformó en una especia invasiva que destroza el bosque, porque incluso en el curso de agua donde hay una castorera aparecen los parásitos que tiene el castor y son muy difíciles de erradicar. Es complicado si se ingiere ese parásito y de hecho Canadá tiene un problema profundo con parasitosis por esta causa. Nosotros tenemos el 12% del establecimiento inundado por castoreras, a pesar de que hacemos un control de la especie cuando podemos. Hubo una experiencia con el CADIC y el CONICET y vinieron fondos para erradicar la especie de una cuenca, pero tiene que ser un abordaje más profundo. La cuenca que tenemos duró limpia dos años y otra vez proliferó el castor”, concluyó.
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