El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, José Luís Iglesias, admitió una lenta recuperación de los distintos rubros pero el marco sigue siendo de gran incertidumbre, sobre todo en la zona norte donde hay una gran dependencia de la actividad industrial. La facturación es similar a la de 2019, pero con los costos de 2021, dijo, y se suma el endeudamiento que fueron tomando los comerciantes para seguir pagando los gastos de personal y costos fijos durante la pandemia. Septiembre no fue un buen mes y la facturación en Río Grande fue menor a julio y agosto, y hay una señal de alerta por la caída de circulante con las vacaciones anticipadas en las fábricas y la paralización de actividades por falta de insumos. Hoy se reunirán con el directorio del Banco Tierra del Fuego para analizar nuevas operatorias de asistencia.
Río Grande.- El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, José Luís Iglesias, fue consultado por FM La Isla sobre la recuperación de la que habló el ministro de Trabajo Marcelo Romero, a partir de la difusión del INDEC de los índices de desempleo del último trimestre, menores a los arrojados para el primero. El ministro sostuvo que todavía sigue muy afectado el comercio minorista y sobre este tema Iglesias ratificó que el sector “se está recuperando y uno es optimista. Los casos de COVID están bajando y eso es auspicioso, pero tenemos toda la problemática de lo que pasó, porque al estar tanto tiempo cerrados, la facturación de los comercios no es acorde con el nivel de compromisos a asumir de lo anterior y lo nuevo. Los puestos de trabajo se trataron de mantener, pero muchas veces fue a costa de endeudamiento y distintas moratorias, y se hicieron planes de pago. Estamos transitando un sinceramiento de las variables y en los meses que restan del año se está terminando el auxilio del programa PROGRESO y las moratorias a fin de año”, advirtió.
“La facturación está a un nivel similar al 2019 pero con los nuevos costos y hay muchos rubros que la están pasando muy mal. La situación de Ushuaia es distinta porque tuvieron un aluvión de turistas que hizo que morigeraran las pérdidas que venían teniendo en el sector gastronómico y hotelero sobre todo. Estamos mejor pero transitando un camino difícil de estabilización”, definió sobre el panorama.
“Muchos rubros tenían trabajadores en la casa, otros tuvieron planes de emergencia y no pagaban los aportes por acuerdos con el Ministerio de Trabajo. Esa emergencia la están dejando de lado y, si bien no se ha despedido gente, está costando sostenerla. Septiembre fue un mes bastante difícil para el comercio en general en Río Grande. Con respecto a julio y agosto la facturación ha decrecido, y eso es porque hay menos circulante, además hay mucha gente que está empezando a pagar las deudas que tomó”, dijo.
Hoy esperan la presencia en la Cámara del directorio del Banco Tierra del Fuego con funcionarios de la banca empresa. “Vamos a evaluar la normativa del Banco Central, y ver si hay líneas de auxilio para la emergencia, porque estaría disponiendo el 7% de la capacidad de la masa prestable con una tasa del 30 ó 35%. Vamos a ver si se adecuan las líneas del BTF a esa normativa y ver cómo siguen las operatorias, porque el banco de la provincia es el que nos ha permitido ayudar a sostener los puestos de trabajo, con la ley PROGRESO”, valoró.
“La relación con el banco es buena, pero tenemos problemas con los tiempos, los turnos, el armado de legajos, de carpetas, la presentación de certificados, que se hace engorroso. No es lo mismo tener el cheque entrando por la ventanilla y justamente queremos ver cómo ayudamos para superar esta emergencia. Pensamos que el 2022 va a ser un poco mejor, en tanto se controle la pandemia. Nos va a traer nuevos desafíos, pero por lo menos necesitamos estabilidad en el aspecto sanitario, porque muchas veces no sabemos con qué personal contamos”, observó.
“Hubo que hacer adecuaciones, usar la tecnología y ayer nos encontramos con que se plantó whatsapp. Todos los días aparece un problema nuevo. Tenemos vacaciones anticipadas en las fábricas y va a haber un gran impacto al no tener más de mil personas trabajando, más el personal de limpieza y las empresas que dan servicios. La gente que se va de vacaciones también resta circulante en la ciudad y esto hace que cualquier número que se pueda proyectar hoy sea incierto. No hay seguridad tanto por la situación de las fábricas, por la demora en la prórroga de nuestra ley, por la falta de insumos que necesitan para producir, y son muchos frentes para atender”, concluyó.
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