El presidente de la Unión Cívica Radical, Alejandro Vernet, opinó sobre la fractura nacional y relativizó la importancia, en tanto se logren acuerdos y sobre todo vocación de poder para ir por los cargos ejecutivos en todos los distritos del país, y por supuesto la presidencia. Cuestionó que “sobren” candidatos a legisladores y concejales, aunque también se perdieron bancas y representación, pero no surgen candidatos para disputar realmente espacios de poder. En medio de la disputa entre Mario Negri y Rodrigo De Loredo, a título personal consideró que Negri debería dar un paso al costado, y reflexionar sobre su derrota en las urnas.
Río Grande.- El presidente de la UCR fueguina, Alejandro Vernet, dialogó con FM La Isla sobre la crisis del radicalismo, que derivó en una fractura en Diputados, luego del amplio triunfo en las elecciones del 14 de noviembre que le permitieron sumar bancas.
El sector que responde a Martín Lousteau decidió conformar el bloque Evolución, con 12 integrantes y la presidencia de Rodrigo De Loredo; y el resto continúa bajo la presidencia de Mario Negri que, según la opinión “a título personal” de Vernet, debería “dar un paso al costado”.
“Como opinión personal, y no del partido, realmente creo que Mario Negri tendría que haber dado un paso al costado, después de su fallido intento de ser gobernador. Yo tengo un aprecio personal por él y me parece una persona sumamente destacable en la UCR, con muchas cosas para aportar, pero no debemos olvidar que fue candidato a gobernador cuando se partió la UCR de Córdoba. Él fue con un sector y (Rodrigo) De Loredo fue con otro, que era candidato a intendente. Ahí hubo una mano del gobierno nacional, que tenía que ver con Mestre intendente para partir al radicalismo, y terminó por un lado Luis Juez como candidato y por otro Mario Negri”, recordó.
“El radicalismo que estaba representado por Mario Negri perdió por 200 mil votos en esas PASO y esa lectura hay que trasladarla al nuevo bloque que se genera. Hubo muchas provincias donde se ganó con candidatos de la UCR, como Corrientes, La Pampa, Santa Cruz, y no veo una lectura de la opinión de la ciudadanía de Córdoba. Cuando uno pierde, tiene que hacer una reflexión sobre qué está pasando, y Mario tendría que haber sido uno de los vicepresidentes de la Cámara de Diputados, por su experiencia y reconocimiento, pero alguien nuevo tendría que haber tomado el bloque”, manifestó.
“Cuando uno discute la presidencia en base a los votos, si pierde se debe ir, y por eso no estoy de acuerdo con la posición que se adoptó en el bloque que hoy preside De Loredo. Hay un espíritu de renovación y todos tenemos en claro que Negri es un hombre que ha recorrido todas las provincias argentinas, ha participado en todas las elecciones, en algunos casos ganó, en otras perdió, y también fue aliado del oficialismo nacional en algunas provincias; y ha tomado mucha fuerza el sector encabezado por Lousteau”, reconoció.
Tierra del Fuego también dividida
En lo que respecta al rol de los radicales fueguinos en la renovación de la conducción nacional por venir, Vernet indicó que “la elección de autoridades nacionales se realiza a través de los delegados al comité nacional, Pablo Blanco, Liliana Martínez Allende y Natalia Yáñez. En Tierra del Fuego no hay una posición uniforme tampoco. Natalia está comprometida con un sector que es de Lousteau, y Pablo y Liliana participan activamente con Gerardo Morales, que es el presidente de la UCR. Esto se va a dirimir con el prorrateo que siempre se hace antes y se termina definiendo alguna lista de consenso, con participación de todos los sectores. Espero que ocurra esto, porque el radicalismo necesita de todos los sectores y plantear un radicalismo totalmente federal, que cada día sea más fuerte y tenga vocación de poder, con ganas de gobernar provincias, municipios y el país también”, sostuvo.
“La UCR siempre se ha vanagloriado de ser un partido federal, con representación en todas las provincias y municipios. En cada pueblo siempre hay un comité que abriga el escudo del partido. Hay lugares donde ganamos con dirigentes del PRO y muchísimos lugares donde ganamos con dirigentes de la UCR. La provincia de Buenos Aires es fiel ejemplo, salvo algunos distritos como Mar del Plata donde ganó el PRO, hay más de 60 municipios donde ganaron radicales de reconocida trayectoria. Por eso necesitamos llamar a toda la dirigencia”, instó.
Falta de vocación
Si bien no es un tema menor la división, para Vernet no es tan preocupante como la falta de vocación de poder que ha llevado a la UCR a ceder espacios tanto a la oposición como a los aliados del PRO. “No me preocupa que haya dos bloques de la UCR y una disputa entre Morales y Lousteau, porque siempre estas discusiones se han dado. Alfonsín ganó la presidencia y había una fuerte disputa entre la junta coordinadora, la famosa línea Córdoba. Luego se llegó a un entendimiento con la fórmula Alfonsín-Víctor Martínez. Lo que me preocupa es que dejemos de tener vocación de poder. Me parece bien que todos quieran participar, pero no solamente para ser concejales o legisladores, sino para ser presidentes del país, gobernadores, intendentes, y es lo que tenemos que empezar a discutir en Tierra del Fuego: que el radicalismo tenga esa vocación de poder, que quiera gobernar las ciudades y la provincia”, enfatizó, dado que han transcurrido ya dos elecciones generales sin candidatos de peso, que le dieron dos triunfos sucesivos a Stefani. Tampoco se dio una construcción para la gobernación que pudiera responder a la polarización nacional y la gran disputa fue entre dos facciones del kirchnerismo.
Vernet estimó que “la renovación de autoridades seguramente será la última semana de marzo o la primera de abril, y apuntamos a un radicalismo con vocación de poder”, insistió, teniendo en cuenta que también en ámbitos legislativos perdieron bancas y representación. “Lo que tenemos claro es que debe haber dirigentes que quieran gobernar sus distritos, sus municipios. Eso es lo que se necesita, porque candidatos a concejales y legisladores sobran. Faltan candidatos a intendentes y a gobernadores, y estamos trabajando en ese sentido. Ya se empiezan a escuchar nombres de referentes que tienen experiencia y ganas, y habrá que formar los equipos. Esta elección de autoridades partidarias va a ser el primer paso de lo que tenemos que construir a futuro”, confió.
“Yo no me voy a presentar como candidato y creo que he cumplido un ciclo dentro de la conducción –adelantó-. Habrá otras personas, sé que hay gente que tiene ganas y los afiliados definirán el día de mañana. Nunca participé en la vida partidaria como delegado al comité nacional y, si puedo, participaré ahí”, dijo.
A nivel nacional “todo indica que Gerardo Morales va a ser el presidente del partido y no podemos soslayar la importancia que tuvo en la construcción del radicalismo de Juntos, desde que se empezó a vislumbrar con Ernesto Sanz. Fueron dos figuras vitales para la construcción de Juntos. Por supuesto es un hombre vehemente, duro, y es el autor de la frase que dice que en el pueblo más chico hay una interna, así que no nos vamos a preocupar por eso. Nos tenemos que ocupar de que el radicalismo cobre vida a lo largo y ancho del país, que tenga candidatos y las PASO son el ordenador común que debemos tener como primera referencia. Cualquier candidato que surja de las filas de la UCR o de Juntos debe surgir de las PASO. Lo vivimos en Tierra del Fuego recientemente, y todos pudieron participar. Es un ordenador de la interna y le damos la posibilidad a la gente de elegir a los candidatos que quieren que el día de mañana los represente”, consideró.
Del triunfo a la derrota
Por último analizó el resultado de las generales, que le cambió el color amarillo por el celeste a la provincia. “En las PASO la gente votó con total conciencia de lo que quería de un país, y en Tierra del Fuego votó en contra del gobierno de Alberto Fernández. Después de las PASO lógicamente los gobiernos provinciales y municipales apretaron las clavijas y vieron que no estaba en juego la gestión nacional sino las gestiones municipales y provinciales. Mucha gente que en las PASO votó por Juntos, cuando vino la general, tenían sus compromisos a nivel municipal y provincial, y se sumaron a la campaña del Frente de Todos. Lógicamente los gobernadores, intendentes, funcionarios, concejales, vieron que estaba en juego su gestión, no la de Alberto Fernández. Hubo un muy buen comité de campaña de parte del oficialismo que ganó, e ingentes recursos para movilizaciones y para poner todo el aparato en marcha, que en las PASO no se había hecho. Nosotros conservamos la banca en forma holgada y es algo positivo para nuestro espacio”, concluyó.
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