radiouniversidad.com.ar

Se cumplieron 40 años de la gesta de Malvinas, el tiempo transcurrido y mis años, me invitan a esta reflexión, fue necesario derramar tanta sangre en Malvinas, hace casi 200 años que los ingleses la usurparon, en la escuela primaria me enseñaron que las Malvinas son argentinas, pero la tienen los ingleses, luego me enseñaron historia y geografía universal pero nada de Malvinas.

Creo sin temor a equivocarme, que muchos argentinos ignoraban a nuestras Islas, pero el 2 de abril de 1982 desde la Quiaca a Ushuaia, todo argentino supo de Malvinas, hoy entrado en años recuerdo que con poca tecnología y con medios casi obsoletos, pero con mucho valor, profesionalismo y mucho amor a la Patria, se hizo pata ancha a una potencia mundial con abierta ayuda de la primera potencia, perdimos la batalla, pero hoy tenemos argentinos que llevan el nombre de Malvinas, Abril y también calles, plazas y pueblos, los niños portan con orgullo sus guardapolvos con el logo de Malvinas, veteranos de guerra toman a nuestra niñez la promesa de lealtad a nuestra bandera, hoy todo argentino sabe de Malvinas.

Entonces me digo, la sangre derramada “sirvió”, hoy Malvinas está presente en el corazón de todo argentino y uno de los objetivos nacionales debe ser recuperarlas.
Soy Carlos Patrocinio Cabrera de 74 años, nací el 1 de abril de 1947, en el Brete, Provincia de Jujuy, por línea materna mi familia es Robles Quipildor, eran oriundos de Maimara, Tilcara y Yaquipampa, mis tatarabuelos estuvieron presentes en los eventos armados entre Unitarios y Federales, poseían ovejas, cabras y tierras. Por parte de mi padre la familia es de Salta, Rosario de la Frontera, El Naranjo, La Junta.

Yo nací y me crié en el campo, entre vacas, caballos y sembradíos de maíz, papas y otras hortalizas, se araba con yuntas de bueyes, por el año 1952, llegó el tabaco, desde temprana edad aprendí a usar la escopeta, me gustaba cazar y pescar, en la zona del viejo Rio Blanco y en la Serranía del Zapla, allí había pumas, monos, corzuelas, pecaríes, pavas del monte , patos, palomas etc., trabajé con el tabaco, con vacas, cortaba adobes, estudié en la escuela industrial de Palpalá, pero yo deseaba conocer otros lugares, el mar y a los 16 años ingresé a la Marina, más precisamente a la Infantería de Marina, después de estudiar 3 años, me recibí y fui destinado a las unidades de combate, estuve en Puerto Belgrano, Baterías, Ushuaia, Río Grande encargado del Batallón N° 5 y en el edificio Libertad en la escuela de Inteligencia, también dos años en la Misión Naval en La Paz, Bolivia.

Fui el primero en lanzar un misil de combate antitanque, le pegué al tanque, se usaron en Georgias y Malvinas.

Para el año 1982, estaba destinado en la Compañía Antitanque, con la jerarquía de Suboficial segundo de Infantería de Marina y como tal intervine en la recuperación de Malvinas, mediante la “Operación Rosario” yo desembarqué en helicóptero y cubrimos el frente del Secretariado Colonial “la casa de gobierno”, los ingleses continuaban combatiendo, fue emocionante ver flamear nuestro pabellón en nuestras Islas. La suerte con las armas fue adversas, pero el valor y el profesionalismo de los que combatimos fue reconocido por nuestros adversarios.

Hace 25 años que estoy retirado de la Infantería de Marina, tengo a mi esposa Olga, mis tres hijos, Carlos Raúl de 51 años, Fabián Guillermo de 48 años y Andrea Anabel de 39, además tres nietas, Antonella Anabel 16 años, Candela Abril 14 años y Juana Malvinas 4 añitos.

Ahora me dirijo a mis nietas y sus descendientes y les dejo este mensaje, mi generación recupero Malvinas por medio de las armas, las volvimos a perder, ahora Ustedes tienen el testimonio de Malvinas y deben seguir bregando por ellas, hasta lograr que nuestro pabellón flamee para siempre en nuestras Islas Malvinas, me permito decirles que mi generación recupero brevemente Malvinas por medio de las armas, Ustedes recuerden el Himno a Sarmiento, “Por ver grande a la Patria tu luchaste con la pluma, la espada y la palabra” nosotros lo hicimos con la espada, es decir las armas, ustedes háganlo con la pluma y /o la palabra, quizás algunos de mis descendientes sean políticos o diplomáticos y defiendan a Malvinas en el Congreso o en los foros internacionales, o bien escritores y/o pensadores quienes plasmen con su pluma los legítimos reclamos sobre nuestras Islas , Ustedes tienen el deber, la obligación de luchar por ellas, háganlo por la memoria de los que dieron su vida por defender la patria recuerden a los cientos de marinos, cuyas familias no tienen el consuelo de depositar una flor una lágrima en sus tumbas, ellos duermen el sueño eterno en las gélidas aguas del Mar Austral y sus familiares se consuelan mirando al cielo y rogando a Dios por el eterno descanso de sus almas, en Malvinas permanecen en sus tumbas muchos argentinos, que ofician de eternos centinelas de ese irredento pedazo de suelo Patrio, ellos continúan velando por nuestra Malvinas.

Carlos P. Cabrera
Suboficial Mayor I.M
Veterano de Malvinas