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En el marco de los 40 años de la creación de la Universidad Tecnológica Nacional en Tierra del Fuego, el ingeniero Francisco Álvarez, Vicedecano reelecto de la Facultad Regional Tierra del Fuego, dialogó con Provincia 23 donde reflexionó sobre cómo se fue consolidando la tecnológica en nuestra provincia.

RÍO GRANDE. – En el marco de los 40 años de la creación de la Universidad Tecnológica Nacional en Tierra del Fuego, el ingeniero Francisco Álvarez, Vicedecano reelecto de la Facultad Regional Tierra del Fuego, dialogó con Provincia 23 donde reflexionó sobre cómo se fue consolidando la tecnológica en nuestra provincia.

“A los 18 años finalicé el colegio secundario e inmediatamente comencé el servicio militar cuando termino el servicio militar, pedí permiso para hacer el curso de ingreso en la tecnológica y lo hice en ambas universidades. En la Universidad del Sur y en la UTN. Después opté seguir en la UTN por los horarios ya que era de Punta Alta y me resultaba conveniente ir y volver dos veces en el día”, recordó.

Confió que “una de las peores preocupaciones era ver cómo mi padre trabajaba denodadamente en la Base Naval a la mañana y a la tarde en su taller mecánico y mi peor preocupación era recibirme lo antes posible para poder dejar de ser una carga de mi padre porque había muchísimos costos que afrontar. Mi objetivo siempre fue recibirme lo antes posible y por suerte pude lograrlo ya que finalicé la carrera en tiempo y forma.

Mi ilusión era estudiar Ingeniería Electrónica, pero en ese momento no había esa oferta académica en Bahía Blanca y tuve que optar por electricista. A los 24 años, a pesar de realizar el servicio militar, me recibí el 29 de diciembre de 1983 como Ingeniero Electricista”.

“Mi padre -continuó el ingeniero Álvarez- lo primero que me dijo es que en Bahía y en Punta Alta no había trabajo y me sugirió que busque otro destino en Tierra del Fuego donde se venía trabajando. Lo primero que hice fue dar clases durante el primer cuatrimestre de 1984 en la EPET y luego junté algo de dinero me vine a Tierra del Fuego en julio de 1984. Primero llegué en un avión de marina a Ushuaia donde no conseguí nada y el 9 de julio, en pleno invierno, llegué a Río Grande. Estuve un mes buscando trabajo hasta que ITC me realizó una entrevista y comencé a trabajar en el equipo técnico donde conocí a mi esposa y nos casamos”.

“Debido a nuestro casamiento me tuve que ir de ITC por un conflicto gremial y primero pidieron que se vayan los matrimonios y una vez que me fui, ingresé como jefe de control de calidad en un área técnica bastante bien definida en otra empresa (Carcaixent). Fue una empresa donde también hubo muchos conflictos”, recordó.

“En 1985 comencé a dar circuitos eléctricos en la tecnológica. Ya llevamos 38 años junto a Eduardo González quien ya estaba en ese entonces. También estaba el Ing. Ferreyra, Jorge Moreno y José Abraham, quienes somos los cuatro antiguos”.

Comentó que “en esa época éramos muy pocos en Río Grande. El frío era mucho más frío, los lugares que se conseguían para vivir no eran muy agradables y los comienzos fueron muy complicados. Una vez que conseguí trabajo, el escenario cambió porque tenía la posibilidad de un buen ingreso. Mi mujer no entendía por qué iba a la Universidad a dar clases por mucho menos dinero, pero lo hacía por vocación a la profesión. Todos los alumnos eran mayores que yo”.

“En esa época, quienes venían a estudiar, era aquel trabajador y trabajadora que estaba en la fábrica y cuando tenía tiempo venía a estudiar”, dijo y agregó que “luego de la intervención en la tecnológica, fueron los mismos alumnos eligieron a Mario Ferreyra como nuevo Decano de la Facultad porque ya tenía una trayectoria política y un buen vínculo con el Municipio. Los estudiantes consideraron en que había mejores posibilidades y desde ese entonces estamos hasta la actualidad junto a Mario Ferreyra como Decano y Vicedecano respectivamente”.

“Desde 1998 al 2000 fui ministro de Educación de la Provincia. El Gobernador le ofreció al Ing. Ferreyra de que proponga a alguien para que se haga carga de la cartera educativa para implementar la reforma educativa, hecho que hice desde el 98 al 2000. Fueron en los dos últimos años de Estabillo. En el 99 aplicamos la reforma total y no gradual”.

Inicio de FUNDATEC

“Nosotros comenzamos a tener problemas de convivencia con la EPET porque comenzaron a tener cursos nocturnos y luego necesitaban tener espacios que en ese tiempo los ocupábamos nosotros con la tecnológica. En esa necesidad de cubrir espacios, tuvimos el famoso desalojo de la sala de informática. Éramos la única institución que teníamos ese tipo de sala y un día nos encontramos con los aparatos en el pasillo porque tenían que usar el aula”, recordó el Vicedecano.

“A partir de ese hecho, el Ing. Ferreyra sostuvo que había que encontrar una solución de fondo a esta problemática y decidió realizar un convenio con el Gobierno de la Provincia para realizar mantenimiento a los edificios públicos. Con 17 alumnos y algunos docentes, salimos a la calle a realizar los trabajaos de los 82 edificios públicos (desde la cárcel hasta las escuelas y pasando por todos los edificios) que incluía San Sebastián y Tolhuin. Realizábamos trabajos de gas, agua y calefacción. También manteníamos la casa del Gobernador de YPF y así comenzó FUNDATEC”.

“Luego pasamos a un galpón donde esta Hipertehuelche y en ese momento alquilamos una fábrica vieja y la adaptamos como establecimiento educativo hasta que surgió la posibilidad de comprar el edificio donde estaba el Offen Plaza en muy cómodas cuotas. Los ingresos que generábamos se destinaban para pagar la cuota del edificio y el resto para los sueldos. De aquellos 17 estudiantes, 12 se recibieron”.

“Cuando nosotros nos reunimos con el entonces Gobernador José Estabillo para ver cuál era la estrategia para poner en marcha la reforma educativa, nos juntamos a almorzar con Mario y Feullade, el Gobernador expresó la necesidad de que existiera en Ushuaia una institución como el CIERG, el Jardín Rosarito Vera, la escuela primaria y la secundaria que ya estaban en marcha en Río Grande”.

“Poco tiempo después, comenzó la carrera de Ingeniería Pesquera y el colegio secundario en Ushuaia”, añadió.
Precisó que “en la actualidad, en todas las instituciones, tenemos 3.000 alumnos y alumnas y 520 que se desempeña como personal docente, administrativo y de maestranza”.

“Como es de público conocimiento el conflicto que tenía la ex gestión de la entonces gobernadora Fabiana Ríos, de la noche a la mañana, se les ocurrió pasar el profesorado a otra institución y eso obviamente terminó en la Justicia que nos dio la razón y en el mientras tanto, un montón de alumnos perdieron su educación porque muchos no quisieron cambiarse de institución. Muchos docentes también tuvieron problemas.

En este contexto, a Mario se le ocurrió hacer un convenio con UCES para ofrecer las carreras de contabilidad y abogacía y fue así que se afianzó la relación con la UCES. Primero empezó en Río Grande y luego en Ushuaia”.

“En nuestra Facultad se recibieron entre 150 y 160 ingenieros e ingenieras. Es un número que afortunadamente se va actualizando todos los años. Hay que tener en cuenta que, entre el profesorado y la universidad, estamos hablando de más de 1.500 graduados. Actualmente, me desempeño como Director Académico del CIERG”, concluyó.