El aumento de gravámenes a la importación de notebooks y tablets traerá “mayor inversión y trabajo”, según analizaron desde la entidad que nuclea a los fabricantes fueguinos. Los empresarios sostienen que el decreto que les devolvió una proyección del 16% en línea con el Mercosur, devolverá el equilibrio. Dicen que en un entorno en el que hay más productos importados los precios son más afectados por la volatilidad cambiaria.
Buenos Aires.- La industria de la electrónica de la Argentina recuperó la mitad de la protección arancelaria de la que gozaba hasta antes del que el Gobierno anterior los llevara a cero. Para los empresarios eso es alentador y suficiente como para ir pensando en nuevas inversiones.
Así lo señaló a Ámbito Juan Ponelli, CEO de Positivo BGH -una de las empresas referentes en el mercado nacional en materia de electrónica de consumo-, al referirse al decreto 136/2023, publicado en el Boletín Oficial el pasado martes.
La medida implicó una revisión parcial del decreto 117 de febrero de 2017, por el cual el Gobierno del ex presidente Mauricio Macri redujo a cero el arancel de importación de una serie de productos informáticos, decisión que fue prorrogada en 2021 por otros siete años por la actual administración.
En concreto, la medida eleva del 0% al 8% el arancel a las computadoras de menos de 3,5 kilogramos -notebooks- y del 0% al 16% para las menores a 350 gramos -tablets.
«Un arancel del 16% para este tipo de productos permite salir de la excepción que representaba el 0% que tenía hasta ahora, y de la excepción del 35% que tuvimos en el pasado”, explicó Ponelli, quien consideró que “es una medida madura y un punto de equilibrio muy saludable para todos los players de la Industria». El directivo de BGH añadió que «el decreto refleja un pedido que venía realizando la Industria desde hacía mucho tiempo”.
La medida del Gobierno pone en línea a la industria local con su contraparte de Brasil, en el sentido de que ahora comparten el mismo nivel de protección extrazona. “Que los productos informáticos importados vuelvan al arancel externo común del Mercosur nos permite a los fabricantes nacionales volver a un modelo de negocio mucho más sustentable”, indicó el empresario argentino.
La medida que se adoptó en 2017 significó que se desmontaran líneas completas de producción de computadoras y tablets en Tierra del Fuego. Quedan en pie las que se ensamblan en el territorio continental.
Los empresarios del sector señalan que el incremento de los aranceles no implica necesariamente que suban los precios internos porque consideran que no son la única variable a tener en cuenta. «Actualmente, una computadora Lenovo, con 0% de arancel de importación tiene un valor de $ 249.999, un 25% más de lo que sale en Estados Unidos, donde se consigue a u$s 523 con una tasa de cambio de $ 380 por dólar», afirman fuentes del sector. En contrapartida, dicen que un celular «fabricado localmente» como el Samsung Galaxy S23 Ultra «tiene un precio final de $ 499.999, un 11% menos si se compara con su valor en Estados Unidos donde se consigue a u$s 1.476 con impuestos incluidos».
Entre los empresarios se señala que si hay una mayor participación de importados en el mercado local, los precios quedarían a merced de las variaciones del tipo de cambio, algo que se contrarrestaría con mayor presencia de fábricas locales.
En la Asociación Argentina de Terminales de Electrónica (AFARTE) confían en que con el nuevo escenario arancelario a los fabricantes locales como Asus, Banghó, CX, Exo y Positivo BGH se le sumen marcas como Acer, Dell, HP, Lenovo y Samsung que ya poseen plantas de producción de notebooks y tablets en Brasil, y que resultarán afectadas por el incremento del arancel al importar directamente los productos terminados y no poseer, por su propia cuenta o en asociación, ensambladores locales.
En tanto, el asesor tributario Ramón Gallardo, quien trabaja con empresas de electrónica en Tierra del Fuego, señaló que “la medida es buena para la industria nacional”, aunque planteó algunas dudas respecto a si pueden volver a instalarse las ensambladoras de notebooks y tablets en la isla. “Hay que ver el detalle de cómo serán los aranceles de acuerdo con las posiciones arancelarias”, explicó Gallardo.
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