Pesar por el fallecimiento del antiguo poblador Lorenzo Aníbal Miranda

Lorenzo Aníbal Miranda, suboficial Mayor (RE) decano de la policía de Tierra del Fuego y decano del Batallón de Infantería de Marina Nro. 5, también condecorado por actos de servicio, se destacó por su compañerismo, dedicación y compromiso. Este pasado domingo pasó a la inmortalidad a los 92 años. Del Territorio de La Pampa central a la Tierra del Fuego, Lorenzo hizo la Patria de a caballo.

Río Grande.- Este domingo se conoció la triste noticia del fallecimiento del antiguo poblador Lorenzo Aníbal Miranda, suboficial Mayor (RE) decano de la policía de Tierra del Fuego y decano del Batallón de Infantería de Marina Nro. 5, también condecorado por actos de servicio, se destacó por su compañerismo, dedicación y compromiso. Este pasado domingo pasó a la inmortalidad a los 92 años. Del Territorio de La Pampa central a la Tierra del Fuego, Lorenzo hizo la Patria de a caballo.

CONDOLENCIAS

El intendente Martín Perez y trabajadores municipales expresan su profundo pesar por el fallecimiento del Antiguo Poblador Lorenzo Aníbal Miranda.

Lorenzo ha sido Suboficial Mayor (RE) Decano de la Policía de Tierra del Fuego y del BIM N° 5, quien será recordado por su gran compromiso y dedicación por los vecinos y vecinas de nuestra ciudad.

El Intendente y trabajadores municipales hacen llegar su acompañamiento a familiares y seres queridos, en este momento de profundo dolor, deseando que encuentren consuelo y paz.

Lorenzo Miranda un policía de a caballo, como se hizo la Patria

Expresamos nuestro más profundo pesar por el fallecimiento del antiguo poblador Lorenzo Aníbal Miranda (1932-2024).

Hace diez años, con motivo de conmemorarse un nuevo aniversario de la Policía de Tierra del Fuego, el 12 de mayo, el periodista Ramón Taborda Strusiat hizo una breve reseña biográfica.

Lorenzo Miranda desde niño soñaba con recorrer otras tierras de la Patria. Alguna vez quiso ingresar a la Infantería de Marina y al encontrarse con la negativa de su madre, debió posponer sus sueños de servir a su país. La vida le brindaría la oportunidad de concretar sus anhelos cuando fue incorporado por la Armada Argentina para cumplir con su servicio militar obligatorio, llegó a Baterías y de allí fue destinado al Batallón de Infantería de Marina N° 5 Escuela con asiento en Río Grande.

Un recorrido por puertos patagónicos a bordo de un buque de transporte de la Armada Argentina, tuvo como destino final Río Grande, donde junto con sus compañeros, como buen infante de marina, desembarcó en la costa fueguina.

Tuvo que soportar las intensas nevadas de esos años, y los intensos ejercicios que realizaba la unidad. Su función, abastecedor de munición de una pieza de mortero.

Tras dos años de recorrer la isla de Tierra del Fuego como soldado de la Patria, pensó en quedarse, en echar raíces, tener una familia e hijos.

Ingresó a la Policía de la Gobernación Marítima de Tierra del Fuego. Ushuaia y Lago Khami (Tolhuin) fueron sus primeros destinos, luego la Comisaría de San Sebastián, Destacamento Cullen, y la recorrida diaria de a caballo cuidando la frontera con Chile.

En aquellos años el policía se hacía de a caballo, como la Patria. No había medios de transporte. Montado en su caballo, y enfundado en su breech, botas de caballería, chaquetilla, gorra o birrete, con su pistola Ballester Molina 11.25 a la cintura, con su perro fiel, Lorenzo Miranda recorrió puestos, turbales, montañas, cruzó ríos, bordeó lagos. La nieve, la lluvia y el viento fueguinos fueron sus compañeros inseparables. Tuvo el privilegio de conocer personalmente a Lola Kiepja, Angela Loij y otros tantos paisanos.

Aquí conoció a una fueguina de Porvenir, la que hoy es su esposa Alba Inés Gómez Andrade, y en 1959 nació en la enfermería del Batallón 5 su primer hijo Jorge Aníbal, luego en 1966 nació Horacio Oscar y quince años después Ivana. Tiene 14 nietos y dos bisnietos.

Con su mujer y sus hijos recorrió todas las comisarías y destacamentos de policía, fueron muy pocos los destinos no estuvo.

Los antiguos pobladores, los pioneros, siempre se acuerdan del Sargento Miranda, como si no hubiera tenidos otras jerarquías posteriores. Será porque su etapa final en actividad la cumplió en el Frigorifico CAP entre 1971 y 1976. En 1977 finalizó su carrera como Suboficial Mayor en la Unidad Regional Zona Norte.

Su espíritu y su carácter le permitió sobreponerse a todo, aguerrido, honesto, abnegado, fue respetado por sus camaradas y sus superiores, por lo cual fue distinguido con la medalla de oro, Jefatura de la Policía Federal Argentina.

En 1978 cuando muchos se iban al norte del país por la inminente guerra con Chile, él eligió quedarse con su familia y prepararse para enfrentar lo peor. En 1982 nuevamente tuvo la oportunidad de demostrar de que están hechos los hombres que aman su patria, y en lugar de irse al norte, nuevamente decidió quedarse con sus hijos. Cumplio funciones en la Defensa Civil de Río Grande.

Nunca tuvo un reconocimiento por su labor durante la Guerra de Malvinas y solamente fue invitado con su esposa, en una sola oportunidad a la Cena de los Antiguos pobladores por el Intendente Martínez; tal vez por ser el padre del otro Miranda que heredó su carácter, posteriores intendentes lo borraron de la lista de antiguos pobladores y nunca más fue invitado.

Hoy es un policía retirado, antiguo poblador, que camina las calles de la ciudad y es merecedor del respeto y cariño de sus vecinos, especialmente de los pioneros de esta provincia, los verdaderos patriotas que construyeron esta provincia.

Poema

En Memoria de Sr. Lorenzo Miranda

En el susurro del viento y el canto del mar,

Se escucha tu nombre, Lorenzo Miranda, sin parar.

Fuiste luz en la penumbra, estrella en la noche,

Un faro de esperanza, un constante reproche.

Tus ojos como ventanas, llenos de sabiduría,

Diversos colores reflejan la vida con gallardía.

Dejaste huellas profundas en nuestros corazones,

Tus sueños, tu fuerza, son ahora nuestras razones.

Hoy recordamos tus risas, tus historias contadas,

Momentos efímeros, pero aún imborrados.