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Amelia Almirón, madre de Marcelo Fernández, quien falleció en el Sanatorio Fueguino hace exactamente una semana, encabezó la marcha pidiendo justicia. Desesperada clama respuestas tras la muerte de su hijo debido, según ella, a “mala praxis” y “falta de atención médica”. Expresa su dolor y frustración por la injusticia y la impunidad en el sistema de salud, exigiendo justicia. “Ni a un animal se tira como lo tiraron a mi hijo”, dijo. Por su parte la clínica, emitió un comunicado señalando que se va a hacer una auditoría interna.

Río Grande.- Tal como adelantara RED 23 Noticias, se realizó la marcha pidiendo justicia ante la incomprensible muerte de Marcelo Fernández en el Sanatorio Fueguino, el pasado viernes 18 de octubre.

Amelia Almirón, madre del fallecido, encabezó esta movilización que partió desde la Plaza de las Américas hasta la sede del Sanatorio Fueguino. “No hemos recibido ninguna respuesta, no nos dieron ninguna información, por eso hicimos esta marcha, para que nos den respuesta, pero no nos dieron ninguna, ni de la sala de emergencias, ni del anestesista; nadie nos llamó para dar respuestas, ni siquiera de la justicia todavía”, se quejó la mujer.

Agregó que “recién hoy nos mandaron a la policía, estamos destrozados, estamos muertos en vida porque él estaba bien, él estaba esperando una cirugía, él me decía, ya está mami, ya solucionó la obra social, me van a hacer la cirugía, y ya nos vamos a casa, me decía mi hijo”.

“Ni a un animal se tira como lo tiraron a mi hijo en una camilla, y nadie lo venía a recoger, nosotros tuvimos que pedir que vengan a sacarlo porque era inmenso la congoja que había dentro de la familia. Nadie se comunicó, no tenemos ninguna respuesta, por eso vamos a seguir”, prometió la infortunada madre.

Dijo en este sentido que “la muerte de mi hijo no va a quedar impune, por la muerte de mi hijo me van a tener que explicar qué hicieron con él, porque Marcelo estaba bien, él vino acá a buscar solución, no la muerte. Él vino aquí, yo le dije, vamos hijo, a otro lado, no mami, ya me van a operar, ya está todo, yo voy a estar bien mami, pero en cambio saqué el cadáver de mi hijo, y después no pude enterrarlo porque estos inoperantes hicieron todo mal el papel de defunción, nunca anotaron la hora en que falleció”.

Reveló Amelia Almirón que “tuvimos que venir a hacer disturbio acá para poder sacar mi hijo de la morgue, no va a quedar nadie impune, a mí me tienen que dar explicación, el abogado decía, hay que investigar de 8 o 9 meses, no, esto van a tener que investigarse ya, porque estos van a correr todo, como hace la justicia acá, corren todo, se van y no pasa nada. Pero la muerte de mi hijo no va a quedar impune, la muerte de mi hijo, me tocaron mis dos ovarios de la vida, no va a quedar impune, porque yo lo crié con toda mi vida, él 40 años tenía, mucho por hacer, mucho por hacer mi hijo”.

“No sé cuántas personas (estuvieron en el quirófano), pero dicen que bastante gente yh parta mi hubo mala praxis”

Se le preguntó por qué demoraron una semana para intervenirlo y explicó que su hijo “no tenía plata para pagar, porque decía que no le correspondía pagar, porque él estuvo accidentado con un club que no correspondía con la obra social, por eso la obra social dice que no tenía urgencia, sin embargo a él le descontaban en la fábrica todos los meses esta obra social de mierda ¿para qué ahora? Porque ni el cajón, ni el velario, ni nada le pagaron, ni aparecieron en el velario, aunque sea por respeto tuvieron que aparecer, para darle una disculpa a mi hijo en el entierro, nadie apareció”, lamentó la mujer.

“Están todos escondidos, quieren tapar debajo de la alfombra, pero no van a tapar nada, a mí me tocó perder un hijo, a mí me tocó ahora, no voy a dejar impune la muerte de mi hijo”.

Preguntada sobre el comunicado que publicó el Sanatorio Fueguino luego de una semana del luctuoso hecho, Amelia Almirón dijo que le dio “una risa porque ese momento que yo pedí, cinco horas pedí que me de respeto y nadie se acercó, nadie. Nosotros estuvimos hasta las cero horas acá y nadie nos dio respuesta, y mi hijo ya estaba muerto y nadie nos dio respuesta. Eso es una burla, para taparse las macanas que hacen en los sanatorios, porque hoy en día el que cobra tiene salud, el que no paga no tiene salud, porque es pobre”.

Luego de una semana, el Sanatorio Fueguino emitió un comunicado de descargo

El Sanatorio Fueguino emitió un comunicado a una semana del fallecimiento de Marcelo Fernández, de 40 años, quien murió tras complicaciones surgidas luego de una cirugía por una fractura de pómulo. La institución expresó sus condolencias a los familiares y amigos, y manifestó su disposición a colaborar con la justicia en el esclarecimiento de las causas del deceso.

El comunicado, firmado por Rubén Rojido, médico cirujano, y Marcos Linares, apoderado del sanatorio, destacó que ya se ha iniciado una auditoría interna con el objetivo de recabar testimonios de los profesionales involucrados en la atención del paciente, a fin de aportar un informe detallado ante las autoridades judiciales. La institución afirmó que entiende el legítimo reclamo de los allegados de Fernández y compartió la necesidad de aclarar las circunstancias que llevaron a su fallecimiento.

El caso generó conmoción en la comunidad fueguina. Según declaraciones de Brian, hermano del fallecido, Marcelo había sido internado una semana antes para una intervención quirúrgica que, en principio, había sido reportada como exitosa por los médicos. Sin embargo, horas después, el paciente presentó complicaciones y murió, lo que llevó a la familia a denunciar presuntas irregularidades en el procedimiento médico.

Ante esta situación, los familiares de Fernández habían presentado una denuncia por presunta mala praxis en la Comisaría Tercera y contaron con el respaldo de tres abogados para el seguimiento del caso. Además, la Policía intervino en el sanatorio para contener la situación y asegurar la seguridad de quienes se encontraban presentes.

El acta de defunción emitida por las autoridades de Salud del gobierno provincial señaló la causa de muerte como «desconocida», lo que incrementó la incertidumbre y el malestar tanto entre los familiares del fallecido como en la sociedad en general. El proceso judicial y la auditoría interna serán clave para esclarecer lo sucedido y determinar si hubo alguna responsabilidad médica en el desenlace fatal.