El próximo 6 de diciembre la Academia Nacional de la Ingeniería distinguirá a la mejor promedio de Ingeniería Electromecánica a la primera fueguina recibida en esa carrera en la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional. Se trata de Fiona Rodríguez, de 24 años nacida en Río Grande, quien terminó su carrera dentro de los 5 años y ese promedio. Para su proyecto final construyó un dispositivo de generación hidráulica de generación de energía renovable.
Río Grande.- En ‘La mañana de la Tecno’ que se emite por Radio Universidad 93.5, el Vicedecano de la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional, Ingeniero Francisco Javier Álvarez, presentó junto a la Licenciada Sandra Vera del Departamento Alumnos, a la flamante graduada Fiona Florencia Magali Rodríguez, primera graduada en Ingeniería Electromecánica en la UTN de Tierra del Fuego, quien fue reconocida como la mejor promedio del país, destacando su perseverancia y el apoyo familiar en su trayectoria académica.
El ingeniero Álvarez destacó que “Fiona es la primer graduada de la carrera de Ingeniería Electromecánica y no solo eso, sino que además ha sido distinguida con el premio de la Academia Nacional de Ingeniería por ser el mejor promedio del país en dicha carrera”.
Agregó que “estamos muy orgullosos de ella. Yo el otro día cuando tenía una charla en privado le digo, si ella es consciente de lo que has logrado, que tiene que tener en cuenta que, primero, la carrera de Ingeniería Electromecánica es una carrera de las principales, es decir, tiene muchos alumnos. No es una carrera como Ingeniería en Metalurgia, por ejemplo, que tiene tres o cuatro graduados al año, lo que implica, no es por desmerecer la carrera, pero ser el mejor promedio de la Nación en una carrera que tiene cinco graduados no es lo mismo que ser promedio en una carrera como Electromecánica donde hay alrededor de tres mil graduados y sesenta mil alumnos. O sea, que cuando se analiza que ella es la mejor de los tres mil y de los sesenta mil, es mucho”.
Confió el Vicedecano que le dijo: “decile a tus papás esto porque no es que te ganaste un premio consuelo, es el mejor promedio del país de una de las carreras con más afluencia de alumnos. Eso te tiene que dejar orgullosa a vos y orgullosa a tus padres porque sepan lo que lograste; esto es un logro muy importante. De hecho, el promedio que tiene ella, digamos, uno piensa que solamente este logro se consigue con un 10, no es fácil. No es que se le ha regalado ni nada por el estilo. O sea, ha tenido un promedio normal y con ese promedio ha sido el mejor del país y es determinante de la valía que tiene dicho premio”.
El ingeniero Francisco Álvarez confió que esto lo transmitió en la última reunión del Consejo Superior del Rectorado nacional de la UTN. “Obviamente después de que hice el comentario, la primera que salió a hacer bandera con Fiona fue la representante de Género quien dijo ‘que nos llena de orgullo porque no solamente está ponderando a los graduados tecnológicos sino que además encima es una chica la primera que lo logra’.”
Agregó que “automáticamente el Rector, Ingeniero Rubén Soro, se comprometió a estar en la entrega de la premiación a Fiona el 6 de diciembre, así que estoy haciendo gestiones para tratar de estar yo presente porque justo en esos días, el 11, hay una reunión del Consejo Superior a la que debo asistir y la idea es irme unos días antes. Quiero estar en el evento con ella porque creo que la tenemos que acompañar”.
El Vicedecano aclaró que para obtener el premio de la Academia Nacional de Ingeniería “no solamente se tiene que tener el mejor promedio, sino que la tiene que haber hecho en tiempo y forma, es decir, dentro de los cinco años que dura la carrera. Eso es lo que ha logrado Fiona; no solamente lo hizo con mejor promedio, sino que además en los cinco años que corresponde. Hay que tener en cuenta que el promedio nacional para la carrera que estamos hablando, de Electromecánica, es de casi diez años. O sea, el promedio de los alumnos que se reciben en dicha carrera es de diez años y Fiona la ha hecho en cinco. Eso es lo que tiene en cuenta la Academia para premiarla”.
“La Academia Nacional de la Ingeniería premia a los 29 mejores promedios del país en las 29 ingenierías que existen en las distintas universidades. La ceremonia es bastante larga porque van nombrando y van premiando a cada uno de los alumnos. Y después, por supuesto, viene el momento final donde se sacan las fotos con los padres y con toda la gente allegada a ellos. Así que es un momento muy emocionante”, explicó el ingeniero Francisco Álvarez.
En el país hay 122 facultades de Ingeniería de distintas universidades y de la UTN serán tres los reconocidos, incluida Fiona Rodríguez.
El valor de la perseverancia
La Licenciada Sandra Vera dijo que “nosotros, en representación de mis compañeras No Docentes del área de Departamento de Alumnos, extendemos nuestras felicitaciones a Fiona por muchas cosas. Ella viene de una escuela pública en cuanto a lo que es la educación secundaria. Luego decidió quedarse en nuestra región, en Río Grande, porque ella es de acá, en Río Grande y apostó por la educación pública de Tierra del Fuego. Para mí tiene como un valor súper agregado porque ella optó por nuestra UTN, estudió, se perfeccionó, tuvo el acompañamiento de su familia, nos emocionaba mucho en sus años anteriores cuando ella iba con su papá a cursar, eso fue también muy destacable, tanto de ella como de su familia”.
Agregó que “lo que más a ella la mantuvo en su objetivo y en esta decisión, estudiaron en carrera de ingeniería, siendo mujer, con la educación que ella tuvo, digamos, que era totalmente otro perfil, diferente en cuanto a las materias del secundario, diferente a las de la universidad, el concepto que ella destaca es la perseverancia”.
Finalmente observó Sandra Vera que “tomar este concepto de la perseverancia para los futuros estudiantes, los estudiantes que estén hoy por hoy ya en la carrera, sería el mensaje del día de hoy también. Ser perseverante, luchar por sus sueños, son jóvenes, seguir aprendiendo, mejorar. Todo esto hace que ella hoy por hoy tenga esta distinción y este reconocimiento de la Academia Nacional de Ingeniería”.
Fiona por Fiona
La joven ingeniera confió que “es un honor recibir este reconocimiento a nivel país. La verdad que empecé a estudiar ingeniería porque siempre quise hacerlo, desde que soy chica; sabía que lo quería hacer, no sabía bien a qué ingeniería quería anotarme. Mi principal motivación fueron mis papás, mi papá es maestro mayor de obras y también realiza cosas con mecánica, con electricidad, entonces desde un primer momento yo viví con eso y con él muchas construcciones y demás que fue realizando y me quería abocar más que nada a la parte de la mecánica”.
Añadió que “luego cuando yo empecé a estudiar la secundaria, quería entrar a la CEPET, no pude hacerlo por un tema de sorteos y demás, y fui a la colegio ‘Doctor René Favaloro’, que es una escuela de turismo, pero todavía tenía la idea de que quería estudiar ingeniería”.
Fiona continuó relatando que “cuando terminó la Escuela de Turismo, me enteré de que en la UTN iban a abrir la carrera de Ingeniería Electromecánica acá, entonces no me tenía que ir a otro lado para estudiar. Y también tenía mucho miedo por empezar la carrera, como venía de una escuela de turismo, no sabía cómo me iba a resultar. Entonces mi papá tomó la decisión de empezar a estudiar conmigo para acompañarme y me acompañó durante el primer año y fue un apoyo fundamental en la carrera”.
Aseguró que “al principio me costó muchísimo poder adaptarme por los temas que se veían y demás, pero poco a poco fui ahorrando ritmo y aprendiendo a organizarme y demás”.
Esta carrera tiene materias física y matemáticas, consultada sobre cómo logró superarlas, contó que “al principio me costó, me llevó su tiempo lograr entenderlas y demás, pero siempre tuve en la cabeza que quería ser ingeniera y tuve la perseverancia para seguir estudiando y no abandonar también, porque uno en un primer momento piensa en abandonar la carrera o cambiarse a otra carrera y demás, pero siempre supe que lo que quería hacer era ser ingeniera”.
“Cuando me llegó un mail con una nota mencionándome de esta nominación, primero no lo podía creer, lo leí varias veces y enseguida se los mandé a mis papás. Mi papá se llama Gustavo y mi mamá Sandra. Ellos superfelices, me felicitaron y después cuando llegué a mi casa me dijeron que iban a ir conmigo, sea como sea, a recibir el premio. Creo que todavía no caigo igual con este reconocimiento. Seguramente en ese momento voy a ver todo lo que significa y muy feliz y entusiasmada por ese día”.
Fiona Rodríguez nació en Río Grande, tiene 24 años y empezó la carrera a los 18. Actualmente trabaja en BGH, en la parte de Ingeniería de Automatización. “Mi idea es seguir formándome, creo que es muy importante seguir estudiando y aprendiendo. Yo ahora estoy abocada más que nada a la programación de robots, pero mi idea es seguir aprendiendo cuestiones mecánicas y eléctricas, porque a esta altura, digamos, es una combinación de todo lo que se ve”, confió.
Fiona resumió que “el primer año fue el que más me costó; poder adaptarme a la forma de estudiar, a los días de la facultad. Yo la noche cursaba en la facultad y cuando me despertaba empezaba a estudiar hasta que tenía que ir a la facultad. Creo que por ahí algo que destaco de mí es la disciplina, que por más que no tenga motivación para estudiar y demás, yo tenía que estudiar, yo sabía que quería aprobar y que me vaya bien. Y bueno, el acompañamiento también de mi familia, de mi novio, de todos los que estuvieran ahí fue fundamental para todo eso”.
“Creo que lo fundamental es no rendirse, no bajar los brazos. Si uno quiere obtener ese título, si uno quiere realizar esa carrera que tanto la apasiona, hay que seguir luchando y ser disciplinado y perseverante. Durante la carrera vas pasando por muchas emociones, hay momentos en los que uno quiere abandonar, en los que quiere dejar una materia capaz que le está costando mucho. Pero hay que seguir, no abandonar la carrera”.
El proyecto final
Para graduarse en una carrera de Ingeniería se exige un proyecto final. El de Fiona fue un proyecto sobre energías renovables. “No sabía bien a qué energía renovable me enfocaría; empecé a investigar por ahí de los proyectos que ya se habían hecho anteriormente y demás, y elegí que sea un proyecto de un generador hidráulico que sea abocado para la utilización en estancias, más que nada, que no cuentan con generación eléctrica y demás. Entonces empecé a investigar de cómo podía realizar una turbina para poder colocar en un río que no sea algo muy grande ni tampoco muy costoso. Entonces, como mencioné anteriormente, mi papá trabajaba en construcción y entonces teníamos bastantes materiales y demás que van quedando, y empecé con eso a ver cómo es que se podía realizar la turbina y todo el dispositivo para poder colocar en el río”, según relató la joven ingeniera.
Finalmente construyó el dispositivo y lo probó en un río fueguino. “Lo fabriqué, yo quería hacer algo que se pueda ver y que pueda utilizarlo en la práctica, que no sea solamente teórico, yo quería realizarlo y ver que funcionara”.
Ella tuvo el apoyo de su docente tutor, el Ingeniero y Profesor Hugo Bonifacini.
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