El senador Pablo Blanco cuestionó que el “presidente Javier Milei decidiera quitarle jerarquía a la delegación argentina que irá a la Santa Sede como una forma poco diplomática de poner de manifiesto sus diferencias con el Presidente Gabriel Boric”.
Río Grande.- El senador fueguino Pablo Blanco criticó duramente la decisión del presidente Javier Milei de enviar una delegación de bajo nivel al acto por el 40.º aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile en la Santa Sede. La medida generó rechazo por considerarse ofensiva y perjudicial para la diplomacia regional.
El pasado 29 de noviembre se cumplieron 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile, un acuerdo histórico que evitó un conflicto bélico por la disputa del Canal de Beagle y consolidó la paz en el Cono Sur. Para conmemorar el aniversario, la diplomacia vaticana organizó un acto en la Santa Sede con la participación de las cancillerías de ambos países, bajo las instrucciones del Papa Francisco.
Sin embargo, la representación argentina en el evento desató polémica. El presidente Javier Milei decidió no enviar a la flamante canciller, optando en cambio por una delegación de bajo nivel. Este gesto, calificado como ofensivo, sorprendió tanto a los organizadores como al gobierno chileno y fue interpretado como una muestra de tensiones diplomáticas por diferencias en temas como el conflicto en Gaza y la Agenda 2030.
El senador nacional por Tierra del Fuego, Pablo Blanco, expresó su descontento en redes sociales, criticando lo que consideró una falta de tacto diplomático por parte del gobierno argentino. Blanco destacó la importancia del tratado, mediado en 1984 por el Papa Juan Pablo II a través del Cardenal Samoré, y señaló que “este acuerdo no solo evitó una guerra fratricida, sino que permitió a la Argentina consolidar 40 años de democracia en paz”.
El legislador fueguino enfatizó que la decisión de Milei “no solo desmerece el rol del Vaticano y de Chile en este hito histórico, sino que también representa un desprecio hacia nuestra propia historia y el esfuerzo de quienes garantizaron la paz en la región”.
Particularmente en Tierra del Fuego, el Tratado de Paz y Amistad tuvo un impacto significativo al traer alivio a una población inquieta por el clima prebélico de fines de los años 70. La paz alcanzada en 1984 fortaleció los lazos entre ambos países y aseguró estabilidad en el extremo sur del continente.
Sectores diplomáticos y políticos criticaron la decisión presidencial, señalando que genera conflictos innecesarios y daña la imagen internacional del país. “Enviar una delegación de segundo nivel al Vaticano no solo es ofensivo para los organizadores y el gobierno chileno, sino también para la memoria de quienes trabajaron intensamente por la paz”, señalaron desde distintos espacios.
El llamado fue claro: respetar los acuerdos históricos que garantizaron la paz, honrar los valores de la diplomacia regional y actuar con seriedad en el escenario internacional.
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