A través de la Contaduría General, el Gobierno provincial dio a conocer los datos devengados provisorios de la ejecución presupuestaria del Poder Ejecutivo para el año 2024. Luego de un diciembre con un gasto estacional muy fuerte por el componente salarial ligado al aguinaldo de todo el Sector Publico Provincial; el ejercicio pasado cerró con un déficit financiero de más de 47.500 millones de pesos corrientes.
(Por Federico G. Rayes, profesor de economía y consultor).- El año 2024 fue marcado por una fuerte restricción en la disponibilidad de recursos en todas las jurisdicciones provinciales, debido a la casi total eliminación de remesas discrecionales de la Nación hacia las provincias, la reducción de los gastos corrientes y de capital de la Administración nacional, y puntualmente por la menor actividad económica que implicó una importante caída en la recaudación tributaria de todas las jurisdicciones. De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso, a noviembre de 2024 los recursos de origen nacional a las provincias se contrajeron en términos interanuales hasta un 10,7% a valores constantes. Por su parte el IVA neto, que representa hasta el 55% de dichos recursos se contrajo en dicho plazo un 9%; mientras que el Impuesto a las Ganancias lo hizo en hasta un 12%.
Con relación a los recursos totales del pasado ejercicio fiscal, durante 2024 el ejecutivo provincial contó con un total de $868.135 millones corrientes, donde todos los meses, salvo mayo, mostraron registros de variación de recursos por debajo de la inflación en términos interanuales. En términos reales, considerando la inflación, la caída de recursos alcanzó el 18%. Más de $462.117 millones corrientes, es decir el 53% de los recursos, se originaron en transferencias nacionales; la gran mayoría por coparticipación federal de impuestos. Por su parte la recaudación de tributos provinciales alcanzó la suma anual de $227.786 millones corrientes, un 26% de todos los recursos, y al igual que la recaudación total, la recaudación provincial se desempeñó por debajo de la inflación, salvo el mes de febrero. En el mismo sentido se comportó la recaudación por derechos y regalías, que representa tan sólo un 6% de la recaudación total del año.
Por el lado de los gastos, en 2024 el ejecutivo devengó $915.678 millones corrientes, en términos reales, un 22% menos que en 2023.
En términos reales, los gastos mensuales fueron in crescendo a lo largo del año, en comparación interanual con 2023, aunque diez de doce meses permanecieron en terreno de variación interanual negativa. En octubre aumentó apenas un 2% real, mientras que en diciembre lo hizo un grosero 22%. El gasto en personal fue el más relevante encarnando un 46% del total, seguido por las transferencias (28%) y los gastos figurativos (11%). En 2023 dichos guarismos representaron el 44%, 23% y 10% respectivamente, es decir, ponderaciones muy similares.
Con atención al gasto en personal, en 2024 cayo más de un 20% en términos reales; sin considerar la creación de la Agencia de Innovación, cuyo personal dejó de integrar el poder ejecutivo.
Considerando que los gastos totales superaron a los recursos totales, llegamos al déficit financiero de $ 47.500 millones corrientes, en términos reales un 74% menor al déficit de 2023. Ahora bien, haciendo un mayor hincapié en el análisis del gasto nominal, puede apreciarse que del total antes mencionado, $167.220 millones se originan en transferencias a los municipios por coparticipación de recursos nacionales y provinciales, $104.894 millones corresponden a gastos figurativos y $58.679 millones a servicios de la deuda. En estos términos, el resultado del ejecutivo antes de pagar los tres mencionados conceptos es superavitario en $283.252 millones corrientes. Aun transfiriendo a los municipios y honrando los servicios de la deuda, el superávit financiero se mantiene en $57.532 millones corrientes. Se desprende entonces que los gastos figurativos, es decir, las transferencias que el poder ejecutivo realiza para afrontar los gastos operativos y de capital de otras reparticiones del sector público provincial no financiero (léase, poder ejecutivo, legislativo, fiscalía de estado, organismos descentralizados, instituciones de la seguridad social y otros), están recargando las erogaciones del ejecutivo, las cuales no pueden soportarse con los recursos generados; induciendo al déficit fiscal.
Del análisis del presupuesto ejecutado en 2023 y también del ejecutado al III trimestre 2024 se desprende que los mayores benefactores netos de las contribuciones figurativas del poder ejecutivo son los Organismos Descentralizados (IN.FUE.TUR, DPP, IPV, DPV, DPE, DPOSS, IPRA, Aref y la nueva AIF), acaparando casi la totalidad de dichos recursos.
Más aun, el propio presupuesto de Ley aprobado para el 2025 prevé gastos figurativos por más de $157.871 millones, originados casi en su totalidad en la recaudación del ejecutivo. Llamativamente, lo planeado difiere de lo hasta ahora comentado, dado que el mayor benefactor de dichos recursos será la propia Administración Central (PE, PL, PJ, TCP y FE), y no los organismos descentralizados. De las planillas anexas a la Ley N° 1580 se desprende ahora que de los gastos figurativos mencionados estimados para 2025, el 56% se transferirá al Poder Judicial, el 22% a los Organismos Descentralizados y el 15% al Poder Legislativo para cubrir sus carencias de recursos propios. Queda por ver qué ocurre durante la real ejecución presupuestaria, no sería la primera vez que un plan de Ley se aparta de la materialidad.
Sea como fuere, queda al descubierto que la estructura del Estado provincial en su conjunto implica gastos mayores a los recursos de los que dispone; y por el momento no se observa reacción sincera para desandar esta situación.
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