En la ciudad de Río Grande la confesión católica realizó una peregrinación y una Santa Misa en la ermita de la Virgen de Lourdes, a 167 años de su primera aparición en el sudoeste de Francia. El oficio religioso estuvo a cargo del padre Iván Bressán, quien pidió por los enfermos. Cabe destacar que la Dirección de Tránsito del Municipio de Río Grande se encargó de la seguridad durante el evento.
Río Grande.- Este martes 11 de febrero, al cumplirse 167 años de la Virgen María en Lourdes, la comunidad católica de esta ciudad llevó adelante sendas manifestaciones.
La primera de ellas fue a las 14 horas con la procesión desde la Capilla Sagrado Corazón de Jesús, sita en Prefectura Naval 471 de Chacra II hasta la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, ubicada en Belgrano y Ameghino, a partir de las 15 horas.
El Padre Iván Bressán, cura párroco de la Parroquia Sagrada Familia de INTEVU, celebró la Santa Misa en honor al 167 aniversario de la aparición de la Virgen de Lourdes. La ceremonia, que tuvo lugar en la ermita ubicada frente al hospital de la ciudad, reunió a una gran cantidad de fieles que se unieron en oración y reflexión.
Durante su homilía, el Padre Bressán destacó la importancia de la intercesión de la Virgen María, recordando su papel como madre y guía en momentos de sufrimiento y necesidad. “Hoy nos encomendamos a su intercesión, confiando en la cercanía de Dios para aquellos que están enfermos, solos o que carecen de recursos para acceder a medicinas”, expresó el sacerdote.
El Padre Bressán también hizo hincapié en el lema del jubileo que se celebra este año bajo el lema “La esperanza no defrauda”. En este sentido, instó a la comunidad a descubrir la presencia de Dios en las dificultades y a mantener la fe en tiempos complejos. “Nada nos puede separar del amor de Dios, incluso en las peores circunstancias”, afirmó.
El sacerdote también se refirió a la situación actual del mundo, mencionando la necesidad de paz y entendimiento en medio de conflictos y guerras. “Le pedimos al Señor que toque el corazón de los gobernantes para que busquen el don de la paz, y que desde nuestros hogares construyamos esa paz que tanto necesitamos”, concluyó.
Los eventos unieron a la comunidad participante en un gesto de fe y esperanza, reafirmando el compromiso de todos por cuidar y apoyar a los más necesitados.
Durante la celebración, uno de los feligreses destacó las 18 apariciones de la Virgen María en suelo francés y que Lourdes es una de las vocaciones marianas más importantes de la historia y que “la Madre de Dios se manifestó como la Inmaculada Concepción”.
También destacó el papel de la legisladora Myriam Martínez quien patrocinó en 2016 la entronización de la imagen de la Virgen de Lourdes, traída desde Italia, en Río Grande.
La Virgen María se apareció a Bernardita Soubirous en la Gruta de Massabielle, en Lourdes, Francia, en 1858. La primera aparición fue el 11 de febrero y la última el 16 de julio.
Bernadette Soubirous, una adolescente pobre y analfabeta de catorce años de edad, aseguró haber visto en dieciocho ocasiones a una Señora en la Gruta de Massabielle, al occidente de Lourdes entre el 14 de febrero y el 16 de julio de 1858.
En la tercera aparición, la niña dijo haber hablado con la Señora en gascón, dialecto occitano que se usa en la zona, la cual se dirigió a ella usando el “usted” (voi) de cortesía y pidiéndole: “¿Me haría usted el favor de venir aquí durante quince días?” (Boulet aoue era gracia de bié aci penden quinze dias?). Bernadette le prometió que lo haría. A su vez, la Señora le anunció que no le prometía hacerla feliz en este mundo, sino en el otro.
Reflexiones de dos devotas de la Virgen María
Durante la procesión y la Santa Misa en honor a la Virgen de Lourdes, Carola Haro proveniente de Chiloé y Silvia Segovia oriunda del Chaco argentino, compartieron sus reflexiones sobre la importancia de la fe y la intercesión de la Virgen María en sus vidas.
Carola Haro destacó la relevancia de acudir a la Virgen como madre que siempre intercede por sus hijos. “Siempre hay que acudir a nuestra madre. Ella interviene en nuestras peticiones hacia Dios, especialmente en momentos de enfermedad y necesidad. La Virgen de Lourdes ha sido una referencia para mí desde pequeña”, comentó.
Por su parte, Silvia Segovia coincidió en la importancia del amor maternal. “Qué madre no haría todo por sus hijos. María, como madre espiritual de la humanidad, también da su vida por nosotros. Aunque muchas veces no la sentimos, ella siempre está ahí, intercediendo por nosotros”, expresó.
Ambas participantes resaltaron la historia de la Virgen de Lourdes y los milagros que ha realizado, reafirmando su compromiso de acudir a ella en busca de fortaleza y esperanza. “La Virgen de Lourdes es una advocación de la Virgen María, que ha aparecido en diferentes lugares del mundo, y aquí en Río Grande, siempre busco la Gruta de Lourdes cuando puedo”, concluyó Carola Haro.
La procesión fue un momento de unión y fe para la comunidad, donde los asistentes se unieron en oración y reflexión, reafirmando su devoción a la Virgen de Lourdes.
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