La Cámara de Comercio de Río Grande expresó su preocupación por el cierre de varios locales de la ciudad
El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande expuso la preocupación por el cierre de comercios y despidos, a raíz de la recesión que vive la ciudad. También marcó desigualdades en su rubro, con el resto del país, dado que deben pagar “un 60% más” de aportes patronales. Y pidió políticas públicas de desarrollo al gobierno.
Río Grande.- El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, Diego Navarro, fue consultado por Radio Universidad 93.5 sobre la preocupación del gremio de comercio ante el cierre de establecimientos y despido de personal, por la recesión.
El dirigente mercantil Daniel Rivarola había planteado la crisis de la industria, que impacta en el comercio al haber menos circulante y, desde el lado empresario, Navarro sostuvo que “los ajustes tarifarios no han sido adecuados ni han sido previsibles”, y consideró que “como provincia productora tendríamos que tener tarifas diferenciadas”.
Aseguró que preocupa el cierre de la empresa Lucaioli y La Liquidadora. “Todos los puestos de trabajo nos importan porque hacen a la economía de nuestra ciudad. Hay menor cantidad de circulante y actividad económica, y es un espiral recesivo”, dijo.
Desigualdades
Además, indicó que “hay problemas serios y hay injusticias. El salario de Tierra del Fuego tiene una variable regional, que algunos llaman zona o complemento regional. Esto es costo laboral, que no significa costo salarial, porque se paga fuera del salario. Tenemos que tributar una cantidad de cargas que no van al trabajador y mucho se diluye en el Estado: en el gremio de empleados de comercio, pagamos un 60% más. Por cada mil pesos de cargas, acá tenemos que pagar mil seiscientos. No es posible que cueste más caro pagarle al Estado para mantener los puestos de trabajo que lo que tiene que pagar el resto del país”, expresó.
Concedió que “está bien que cobre más el empleado, pero no que tengamos que pagar un 60% más las cargas”, por lo que debería encararse una gestión para resolver esta inequidad.
Agregó que “también nos afecta la situación de conflicto que ha vivido la provincia, la situación de retracción que genera. Todos tenemos que velar por la calidad de vida de los ciudadanos y uno de los pilares es el trabajo”.
No pudo precisar el alcance de la baja de circulante, pero “cualquier retracción afecta –dijo-. No creo que llegue al 20% porque también hubo un incremento salarial, pero tenemos que ser muy responsables en pedir políticas de desarrollo. Hay consumos básicos en Tierra del Fuego que se podrían producir en nuestra zona. Está bien potenciar las fábricas, pero dejamos de lado consumos que son miles de millones de pesos en alimentación, en carne vacuna, vegetales, hortalizas, y no se ven desarrollos. No tenemos que salir a buscar el mercado, porque el mercado está acá”, subrayó.
Estimó que “el consumo del año debe superar los 2.200 millones de pesos, en carnes, vegetales y leche. Son proyectos de mediano plazo y nunca hemos visto políticas en concreto, cuando tenemos el INTA, el CADIC, hemos gastado fortunas en investigadores y no sabemos para quién le sirve esa información”, cuestionó.
“El INTA está hace un montón de tiempo y nos gustaría tener información para colaborar en políticas de Estado. La única política de estado que se repite todos los años, es ganar las elecciones”, sostuvo el empresario.
Espera reuniones “entre sector público y privado para dejar de lado las mezquindades y lograr resultados” y consideró que “se tendría que formar un consejo de planificación con intereses generales pensando en el futuro”.
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